Películas de Studio Ghibli que en realidad no son para tanto
Los fans del anime y la animación esperan con ansiedad el anuncio de cada nueva película de Studio Ghibli, ¡y con razón!. Este estudio japonés fundado por Hayao Miyazaki e Isao Takahata ha conseguido hacerse un hueco entre los mayores y mejores productores de animación del mundo gracias a su forma de narrar historias y a su peculiar estilo de animación.
Studio Ghibli nació allá por 1985 del éxito de Nausicaä del Valle del Viento, la que terminó de convencer a los dos directores de que había un público preparado e interesado en las historias que querían contar. Con esto nació El castillo en el cielo y después vino el año del doblete con la desgarradora La tumba de las luciérnagas y la enternecedora Mi vecino Totoro que terminó de consagrar a Ghibli como una de las mejores productoras de animación.
El estudio ya cuenta con una veintena de películas a sus espaldas, numerosos cortometrajes, anuncios animados, co-producciones, e incluso alguna que otra incursión en el mundo de los videojuegos. Aunque Ghibli ha vivido algún que otro altibajo, tras varias jubilaciones y vueltas al ring, Miyazaki ya prepara ¿Cómo vives? para su estreno entre este año y el próximo, con lo que se puede aventurar que todavía tenemos mucho del estudio japonés para rato.
En 2002 el estudio de animación hizo historia consiguiendo el Oscar a Mejor película de animación con El viaje de Chihiro, además de haberse llevado a casa en varias ocasiones el Animage Anime Grand Prix y el Premio de la Academia Japonesa a la Mejor Película de Animación. Pero claro, cuando un estudio cuenta con una filmografía tan densa, no todo puede ser reluciente oro. Ya os hemos hablado anteriormente de las mejores películas de Studio Ghibli, pero hoy en concreto vamos a plantearos esta lista con 5 películas de Studio Ghibli que, en realidad, no son para tanto.
Cuentos de Terramar
Estar a la altura de un padre famoso no es fácil, y menos aún si tu padre es un titán del mundo de la animación como lo es Hayao Miyazaki. Cuentos de Terramar fue el primer largometraje de Gorō Miyazaki, y por desgracia no se encuentra entre las mejores producciones de Studio Ghibli.
Como ya había hecho el estudio en otras ocasiones, para esta película se basaron en una serie de libros, en este caso en la serie de libros de Historias de Terramar, de la fantástica Ursula K. Le Guin. Seguimos a Arren, un príncipe que se ha exiliado después de haber asesinado a su padre. El joven conoce a Gavilán, un mago que le ayudará a superar su trágico pasado y encontrar su lugar en el mundo durante sus aventuras juntos.
Desde luego, la animación de Cuentos de Terrarmar es absolutamente preciosa y está a la altura del resto de películas del estudio, destacando especialmente cada escena con los dragones y el impresionante trabajo de fondos. Por desgracia, uno de los grandes fallos de la cinta es que en lugar de empezar a contarnos la historia por el principio de los tiempos, desde Ghibli decidieron adaptar el tercer y cuarto tomo de la saga, con lo que las cosas con la trama como poco son un poco caóticas.
Aunque la historia sigue a Arren, todo el tiempo nos muestran que hay una historia mayor por detrás con Gavilán y el conflicto del resto de los magos y que no nos están contando y seguramente sería mucho más interesante que las que nos terminan enseñando.
El viento de levanta
El viento se levanta fue la última película de Hayao Miyazaki antes su regreso a la animación con la próxima ¿Cómo vives?. Esta película se planteó como una biografía un tanto ficcionalizada de Kiro Hirokoshi, uno de los importantes diseñadores de aviones del siglo XX, y nos plantea sus problemas morales y el conflicto ético de Hirokoshi sobre sus invenciones siendo usadas para fines militares.
La película nos muestra la vida del inventor, su lucha por tratar de seguir sus sueños a pesar de las dificultades, y su historia de amor con su mujer, quien está gravemente enferma. Por supuesto, El viento se levanta es visualmente un regalazo y podemos notar la pasión de su dirección por los aviones y toda la particular estética de la época... pero de nuevo, la cinta se vuelve demasiado contemplativa, deteniéndose demasiado en los diseños y no tanto en los conflictos que podrían resultar más interesante.
A esto además se le suma el ritmo pausado que puede hacer la película un poco difícil de digerir, y dejar a los fans de la aviación con un gusto un tanto descafeinado.
El castillo ambulante
El castillo ambulante es otra de las películas de Studio Ghibli y Hayao Miyazaki basada en una novela occidental, en este caso El castillo ambulante, de Diana Wynne Jones. En esta historia seguimos a Sophie, una joven sombrerera que es convertida en una anciana por el maleficio de una malvada bruja. Sophie intenta encontrar una cura para el hechizo y se aventura dentro del castillo ambulante del misterioso mago Howl, quien tiene fama de robarle el corazón a las jovencitas.
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Bueno. Pues hay que decir que en el momento en que lees el libro original, la película pierde casi toda la gracia y descubres todo el potencial que podría haber tenido la historia. Con El castillo ambulante, volvemos a tener un caso de una trama caótica con muchos puntos sin resolver del todo y con la que Miyazaki intenta contarnos varias historias a la vez pero no termina de aclararse con cuál.
Sí, la animación es increíble y la banda sonora de Joe Hisaishi llena de magia cada momento de la cinta, pero a mitad de película algo parece desinflarse y la trama se vuelve atropellada, con demasiadas cosas pasando a la vez y sin acabar de resolver muchos de los personajes y puntos claves que se quedan por el camino.
La colina de las amapolas
Tenemos que seguir con otra obra de Gorō Miyazaki, aunque también hay que admitir que con La colina de las amapolas el director consiguió levantar un poco el listón que había sentado con sus Cuentos de Terramar. Esta vez el joven Miyazaki probó suerte con un drama de época que nos transporta el Japón de los años 60 en el que Umi Matsuzaki, una estudiante de secundaria, compagina sus vida escolar con sus responsabilidades cuidando a su familia y administrando una pensión.
La colina de las amapolas es una película preciosa visualmente con un increíble cuidado para el detalle y la recreación histórica, pero el envoltorio no arregla el desaguisado de la trama. Su gran fallo es que nos presenta una historia perfectamente simple solo para complicarla de repente con una trama que no va a ningún sitio y que se resuelve de manera muy abrupta. Es una cinta animada preciosa, pero demasiado a menudo resulta desinflada y sin demasiada sustancia si la comparamos con algunas de las películas mejores desarrolladas del estudio.
Ponyo en el acantilado
Terminamos esta lista de películas Ghibli con Ponyo en el acantilado, la peculiar versión de Hayao Miyazaki del mito de la Sirenita. Esta historia se centra en Ponyo, una criatura marina similar a un pez con cara de niña que quien conocer al pequeño Sosuke desea convertirse en una niña humana. Ponyo en el acantilado está llena de amor y emoción, ya que podemos ver perfectamente el amor del director por sus personajes y la naturaleza, pero la película en sí no nos cuenta nada nuevo que no hayamos visto ya en otras películas de Ghibli como Mi vecino Totoro.
Desde luego esta película es una excusa perfecta para mostrar todo el potencial y el talento de los artistas de este estudio de animación, pero llega un momento que si no el argumento no da para más llega a resultar incluso cansado. No nos entendáis mal, es una película perfecta para echar el rato o para que la disfruten los más pequeños de la casa, pero se queda corta si la comparamos con otras películas anteriores de Studio Ghibli.
Y a vosotros, ¿qué película de Studio Ghibli os parece que no es para tanto? ¿Cuál le encanta a todo el mundo pero a vosotros os decepcionó un poco?
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