Bruce Willis hizo obligado dos de sus mejores películas para evitar una demanda de Disney
Las circunstancias llevaron a Bruce Willis a aceptar una oferta de Disney que no podía rechazar, si sabía lo que le convenía.
Estamos acostumbrados a ver movimientos de lo más variados en la industria cinematográfica y, desde fuera, las consecuencias pueden parecer poca cosa, incluso cuando se habla de millonadas en pérdidas. Desde dentro te podemos asegurar que no es así, y Bruce Willis pudo experimentarlo en sus propias carnes en los noventa.
El actor gozaba de una popularidad envidiable en la última década del siglo XX gracias a las películas de la saga Jungla de cristal o a El quinto elemento, por citar algunas. Esto lo convirtió en un nombre prominente que alcanzó un acuerdo con Disney para protagonizar y producir una comedia romántica: Broadway Brawler.
La película entró en producción con un presupuesto de 20 millones de dólares y planeaba estrenarse en 1997. Por desgracia, con apenas tres semanas de rodaje, la cosa no iba bien y Bruce Willis no estaba nada contento con parte del equipo. El actor, valiéndose del cargo de productor que también ostentaba, despidió al director, al director de fotografía, al diseñador de vestuario y a su coproductor.
Aunque Bruce Willis se puso manos a la obra para contratar reemplazos, Disney intervino y cerró la producción, cancelando súbitamente el proyecto, que ya había gastado buena parte del presupuesto. Las acciones de la estrella supusieron un caso de incumplimiento contractual que traería cola en su carrera, aunque sorprendentemente él mismo salió ganando.
Bruce Willis convirtió una situación terrible en un éxito rotundo
Disney amenazó con demandar a Bruce Willis por la hecatombe de Broadway Brawler. La agencia de representantes del actor negoció un acuerdo que él fue lo suficientemente inteligente de aceptar: Willis protagonizaría las tres próximas películas que Disney le encargase, y recibiría un salario reducido en compensación por las pérdidas ocasionadas.
De entrada, puede parecer un trato de lo más desfavorable. Claro que si te decimos que la primera película se titula Armageddon, seguro que ves el panorama desde otra perspectiva. Cierto es que Bruce Willis solo percibió 3 millones de dólares por la película de Michael Bay, cuando solía pedir cerca de 20 millones.
Curiosamente, en el rodaje de Armageddon, Bruce Willis no solo cobró menos, sino que puso dinero de su bolsillo para que los miembros del equipo tuvieran un "extra semanal" en una lotería que organizaban.
La siguiente parada tampoco te resultará desconocida, pues es una película que dio muchísimo de qué hablar en 1999: El sexto sentido, de M. Night Shyamalan.
Menos reconocida fue The Kid (El chico) de 2000, dirigida por Jon Turteltaub, pero sería la película con la que Bruce Willis saldaría sus deudas con Disney y quedaría liberado de un embrollo en el que él mismo se metió en primer lugar.
El caso es que, pese a la situación, Armageddon y El sexto sentido son dos de las películas más reconocibles de toda la carrera de Bruce Willis, por lo que la jugada no fue tan desfavorable como pintaba en un principio.
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