La casa del dragón aprovecha la ambigüedad de George R.R. Martin para obviar las distancias en Poniente

Nos acercamos al final de la segunda temporada de La casa del dragón y la serie precuela de Juego de tronos va colocando las últimas piezas en el mapa. Y de mapas, precisamente, nos toca hablar.

Una de las cosas que han chocado en varios momentos de la serie es lo poco que tardan algunos personajes en recorrer distancias bastante grandes. Si bien toda obra audiovisual juega con los cortes y otros recursos para dar la sensación de que el tiempo transcurre en un viaje, el penúltimo episodio de la temporada 2 de La casa del dragón lo hace de forma bastante pobre.

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Hablamos del momento en el que Ulf sobrevuela Desembarco del Rey a lomos de Ala de Plata, sembrando el terror en la capital y haciendo que Aemond Targaryen abandone la Fortaleza Roja para montar a Vhagar e ir a su encuentro.

El regente sale de la ciudad para encontrar a su dragón y parte hacia la bahía del Aguasnegras. En un instante, divisa Rocadragón y advierte el peligro que le espera en el bastión de los Negros, por lo que opta por regresar a la seguridad de sus dominios.

¿Cuánta distancia separa Desembarco del Rey y Rocadragón?

El problema de esta escena es que da la sensación de que los bastiones de los Negros y los Verdes están a tiro de piedra y son como Villarriba y Villabajo, separados por un seto. George R.R. Martin es bastante ambiguo al hablar de distancias en sus libros, pero ya te decimos que ambas localizaciones no están pegadas.

Aunque un dragón es, posiblemente, la forma más rápida de viajar en Poniente, su velocidad no es especialmente abrumadora, y la de Vhagar menos, con su tamaño.

En Screen Rant han hecho cálculos basándose en el tamaño del muro y calculando a ojo la posible distancia que separa Desembarco del Rey y Rocadragón en los mapas de Canción de hielo y fuego. El resultado es de unos 643 kilómetros.

Se trata de un problema que se habría solucionado con una escena intermedia de cualquier otro arco narrativo que indicase al espectador que, el tiempo estaba transcurriendo. La casa del dragón no hace uso de ese recurso y deja la una escena que da la sensación de que ambos bandos es pueden insultar desde las ventanas de sus fortalezas.

La serie precuela de Juego de tronos no es la primera ni la última en tener este tipo de problema, pero llama la atención que una situación tan evidente se quede así en la sala de edición. La casa del dragón se despide de su segunda temporada el próximo lunes 5 de agosto en Max.

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