Steven Spielberg dejó a Brendan Fraser fuera de una película en una decisión que normalmente sucede la inversa
Cuando la carrera de Brendan Fraser estaba en pleno auge, en Amblin lo consideraron para un papel de voz, pero Steven Spielberg lo dejó fuera en una decisión que acostumbramos a ver al revés hoy en día.
Además de ser uno de los directores de cine más prominentes de la historia, Steven Spielberg es un prolífico productor a través de su compañía, Amblin Entertainment. El cineasta lleva décadas produciendo películas y series que han pasado a la historia, desde Los Goonies a Jurassic Park.
En la década de los noventa, Amblin fue responsable de una película de animación que conquistó al público, Balto: La leyenda del perro esquimal, dirigida por Simon Wells.
La película de 1995 contó con numerosas estrellas en su elenco de voces, como Kevin Bacon, Bridget Fonda, Bob Hoskins o Phil Collins, y habría contado con otra más, si Steven Spielberg no hubiese intervenido el plan original.
Brendan Fraser era una estrella emergente en 1995, aunque aún no había alcanzado la gloria que le brindarían George de la jungla o La momia. Con eso en mente, la idea era aprovechar su popularidad para que prestase voz al antagonista Steele.
Steven Spielberg quería a un veterano para el elenco de Balto
La película finalmente contó con Jim Cummings, quien llevaba en la industria desde los años 70 y había participado en series como Scooby-Doo o Winnie-the-Pooh. En una charla con Inside of You with Michael Rosenbaum, Cummings rememora por qué Spielberg contó con él para el elenco de voces de Balto: La leyenda del perro esquimal.
"Se estrenó una película, Balto. Kevin Bacon era Balto, Bridget Fonda era la novia y yo terminé siendo el malo, Steele. Habían pasado por un par de actores de renombre, pero, finalmente, Spielberg dijo: 'vamos a buscar a este tipo, Cummings'. ¿Por qué? Porque quería hacerlo todo en un día. Estaba haciendo La lista de Schindler al mismo tiempo".
Aunque Balto: La leyenda del perro esquimal se estrenó en 1995, su largo proceso de producción la hizo coincidir con proyectos como La lista de Schindler, estrenada dos años antes.
Esta decisión de Steven Spielberg primó la eficiencia que supone contar con un actor especializado en la voz frente a una estrella que puede no disfrutar de esas tablas en la sala de grabación.
Curiosamente, es el sentido diametralmente opuesto a las tendencias de muchos estudios actualmente, que buscan no solo actores famosos que a veces no tienen experiencia al poner voces para animación, sino a artistas e influencers que ni siquiera se han formado en arte dramático y terminan generando una pista de voz que destaca, para mal.
Brendan Fraser se quedó sin aquella oportunidad en Balto: La leyenda del perro esquimal, pero al actor no le fue mal después de que Steven Spielberg prescindiese de él, sin contar su crisis, claro, algo que, por suerte, quedó atrás en su carrera.
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