Avance de Dragon Ball Sparking! Zero, un regreso con retoques a la serie que revolucionó la lucha con Goku

En 2007, con Dragon Ball Z Budokai Tenkaichi 3, los fans de Goku estábamos en una nube (Kinton) por la cantidad de contenido y posibilidades. ¡Parecía un "simulador" de guerrero Z! Bandai Namco ha reinterpretado la fórmula de los juegos de lucha muchas veces desde entonces, pero ninguna sorprendió tanto como la era Budokai. Por eso, Dragon Ball Sparking! Zero ha emocionado tanto.

Aunque el nombre haya cambiado (eso de "sparking" era el título japonés de la franquicia, a colación del grito en el opening de Dragon Ball Z), a todos los efectos nos encontramos ante un Dragon Ball Z Budokai Tenkaichi 4, eso sí, 17 años después y para PS5, Xbox Series X|S y PC.

Muchas cosas han cambiado en el universo concebido por Akira Toriyama. En aquella época, ni siquiera existía Dragon Ball Super y faltaban varias películas por estrenarse, así que el plantel de luchadores va a ser muy diferente. Pero teníamos especial interés por ver cómo lucía de verdad y qué tal se controlaba, después de haber pasado por juegos como FighterZ, Xenoverse o Kakarot.

Recientemente, hemos podido probar una versión centrada solo en combates versus con varios luchadores, para hacernos una mejor idea del sistema de combate de Dragon Ball Sparking! Zero. 

Y hay que decir que la sensación es la de "volver a casa", en cierto sentido. Hay que resetear un poco los reflejos adquiridos, porque la tendencia es la de pelear como en Kakarot o quizá Xenoverse 2. Aunque el sistema se parece, la forma de fintar o de movernos por el escenario es diferente y vuelve a las raíces de los tiempos de PS2.

De hecho, hay dos modalidades de control: el clásico (más parecido al de Budokai Tenkaichi 3) y el moderno, que quizá os recuerde más a lo visto en juegos como Xenoverse.

En cualquier caso, la dinámica vuelve a lo que conocíamos en aquellos tiempos: al arrancar el combate, hemos de escanear y "marcar" al jugador rival para que nuestros ataques se dirijan a él.

Una vez en faena, tenemos un botón para ascender y otro para descender y el típico esquema de combos con golpes suaves y fuertes, un botón para ataques de energía simples o la posibilidad de cargar nuestro ki. Esto, salvo en el caso de los androides, que han de cargarlo poco a poco de forma automática o mediante algunos "trucos". 

Presionando un gatillo y un botón, podemos ejecutar los ataques especiales, siempre que dispongamos del ki suficiente. Al ejecutarlos, podemos activar una mejora del ataque en un sencillo quick time event.

Cada luchador tiene dos ataques especiales puramente ofensivos, pero también otros dos más estratégicos, como pueden ser el Taiyo Ken o el Shunkanido o teletransporte instantáneo. Algunos de estos movimientos pueden aumentar nuestra fuerza o velocidad de forma temporal.

Si mantenemos la carga de ki hasta sobrepasar su límite, entraremos en el modo Sparking. Aquí, el cielo se cubre de nubes (¡qué efecto más espectacular!) y durante un momento seremos más contundentes. Solo en ese estado podemos ejecutar el ataque definitivo del luchador: el Ataque del Dragón de Goku Super Saiyan 3 o el Neo Tri Rayo para Ten Shin Han, por ejemplo.

Aunque cada transformación se considera un luchador aparte (por ejemplo, Goku SSJ2 y Goku SSJ3 son dos luchadores distintos), suele ser posible transformarse en pleno combate al estado superior de transformación, con el consecuente cambio de movimientos, o también revertir la transformación.

Además, podemos formar equipos de 3 luchadores y cambiar de uno a otro cuando queramos, lo que es muy importante de cara a diseñar una estrategia.

Para todas estas funciones, es importante tener el ojo puesto en el Skill Count. Es un medidor que se coloca debajo del ki y que nos indica con un número su nivel. Se va cargando automáticamente con el tiempo. Aún tenemos que acostumbrarnos del todo a él, pero parece que, según su número, podemos ejecutar las transformaciones y otros movimientos como el Vanishing Assault.

Este último es una especie de finta cuando nos lanzan un ataque potente, para que nos coloquemos automáticamente detrás del rival, lo que lo deja expuesto.

A medida que vamos dominando los combates, descubrimos la posibilidad de fintar la mayoría de los ataques, enzarzarnos en duelos de aporrear botones o lanzar al rival por los aires para iniciar un combo contundente, pero desde luego la sensación que queda es que el juego es más rápido que los originales, incluso en los desplazamientos por defecto, sin necesidad de usar rush hacia ellos.

Un Sparking explosivo

¿Qué hay del prometido espectáculo? Hay que recordar que los Budokai Tenkaichi fueron los primeros en DESTROZAR de verdad los escenarios en pleno combate.

En ese sentido, el legado sigue vivo: podemos romper montañas, árboles y edificios con nuestros ataques, ver cómo el cielo se pone tormentoso en modo Sparking, forzar a que el público huya despavorido del Gran Torneo...

Hay una gran sensación de que la estamos "liando parda" con nuestra pelea, pero no solo en la destrucción, sino también en los efectos especiales de los ataques energéticos (mas parecidos a los de FighterZ que a los de Kakarot, por ejemplo), en cómo la ropa se va destrozando al recibir impactos o, cómo no, en espectaculares ángulos de cámara para los ataques definitivos.

La forma en la que los pelos se mueven cuando cargamos energía, el efecto de ki durante nuestras cargas hacia delante... Todo ello está a un nivel muy superior a lo visto hasta ahora. Es verdad que algunos modelos de personajes parecen un tanto simplotes a estas alturas del partido, pero cuando todo está en movimiento, el resultado es muy contundente.

No faltan toques de humor como la presencia del comentarista del Gran Torneo o los ataques especiales de Mister Satán, que son un disparate.

Os contamos todo esto habiendo visto solo los combates versus y apenas con un puñado de personajes del total (vais a gozar con Vegeta Ohzaru, por cierto), pero aún queda por ver cómo será ese modo historia para 8 personajes en el que podremos generar acontecimientos alternativos, el versus a pantalla partida o los combates custom, donde nosotros pondremos las reglas.

En definitiva, las primeras sensaciones con Dragon Ball Sparking Zero es que estamos ante un juego continuista en todo lo necesario respecto al legado del que proviene, pero que ha sabido heredar de otras series tanto el espectáculo como la comodidad jugable. El 11 de octubre, comprobaremos definitivamente si el juego es tan gozoso como un banquete para el señor Bills.