Avance de Forza Horizon 5 para Xbox Series X-S, Xbox One y PC

Forza Horizon 5 arrancará los motores de Xbox Series X-S, Xbox One y PC el 9 de noviembre y, aunque era más que previsible, ya podemos aseverar que va a ser uno de los grandes protagonistas de la recta final de 2021. 

Y eso si es que no se acaba convirtiendo en el campeón absoluto del otoño, con la ventaja añadida de que se podrá disfrutar con el Game Pass desde el día de lanzamiento.

A menos de un mes de su puesta en marcha, hemos podido probar ya una versión casi definitiva de Forza Horizon 5 en Xbox Series X. Y debajo de estas líneas podéis ver un gameplay de estas primeras carreras en la consola de nueva generación.

Este primer contacto incluía una decena de eventos de la parte inicial del juego, así como la posibilidad de explorar libremente el mundo abierto. Sólo con eso, ya parece claro que Playground Games va a establecer un nuevo listón en el género de la conducción. 

Pese a haber nacido como un spin-off de Forza Motorsport, la subserie Horizon ha superado a su progenitora, algo especialmente evidente desde comienzos de la pasada generación.

Quizá por eso, no extraña que Microsoft vaya a lanzar antes esta quinta entrega de la vertiente de mundo abierto que la octava de la vertiente de simulación (que no incluirá numeración), pese a que, según la inercia rotatoria entre ambas, le habría tocado a esta última.

Aparte de eso, sucede que FH5 se lanzará justo un mes antes que Halo Infinite, el otro gran baluarte exclusivo del ecosistema Xbox para estas Navidades. Será interesante ver cuál de los dos juegos capta a más usuarios durante las próximas vacaciones.

A priori, el Jefe Maestro debería tener más empaque, tanto por lo mediático de su figura y la supremacía de los shooters online como por el tiempo que ha transcurrido desde la última entrega de Halo.

Y, claro, también ayudará el hecho de que el multijugador de Halo será free-to-play. Pero no dejará de ser un "duelo" curioso. Principalmente, porque Playground ha diseñado un juego que estará entre los mejores de la historia de la velocidad.

¡Que viva México!

Forza Horizon 5 integrará mucho del legado de las cuatro entregas previas, como buena parte del garaje de coches, la ambientación festivalera y musical, el paso de las estaciones de la cuarta parte o la filosofía de las misiones. 

Pero, sobre todo, integrará todos los tipos de paisajes que vimos en las anteriores entregas… y otros muchos, gracias la ambientación en México.

El polifacético país americano ha permitido condensar en un solo mapa (que será un 50% más grande que el de FH4) todos los entornos imaginables: desiertos, cañones, selvas, playas, dunas… 

Si conocéis las entregas previas, seguro que os asemeja a un todo en uno de lo que vimos en Colorado, Francia-Italia, Australia y Gran Bretaña.

Pero, además, se han incorporado lugares muy particulares. Por un lado, estará Guanajuato, una pintoresca ciudad de estrechas calles y coloridos edificios. 

Por otro, habrá un volcán desde cuya cima se avistarán muchísimos kilómetros de mapa. Asimismo, podremos visitar ruinas mayas. Y todo ello estará impregnado por el colorido inherente a la cultura mexicana.

Por si esa polivalencia paisajística no fuera suficiente, los once biomas distintos cambiarán según la estación del año, ya sea verano, otoño, invierno o primavera. 

Y, a su vez, las estaciones se asociarán a distintos fenómenos meteorológicos, como tormentas tropicales, sequías o tormentas de arena que alterarán por completo la atmósfera y la visibilidad. 

Sumad a eso el típico ciclo día-noche y lo que sale es uno de los mundos abiertos más espectaculares y variados de la historia.

La única pega es que no habrá ray tracing en tiempo real, algo que parece estar siendo un problema para los estudios especializados en juegos de coches (Gran Turismo 7 tampoco lo tendrá, pese a que sus carreras transcurrirán en circuitos cerrados).

Al menos sí que lo podremos disfrutar en Forzavista, el típico garaje donde contemplar los coches en detalle para admirar hasta el más minúsculo aspecto de sus espectaculares recreaciones.

Un horizonte infinito de carreras

Como ya es habitual en la saga, el juego se podrá disfrutar tanto en solitario como en compañía, de modo que el mapa estará cubierto de eventos que se desbloquearán progresivamente. 

Además, con los cambios periódicos de las estaciones, se irán añadiendo nuevos eventos, así que el juego estará en constante evolución.

Si nos atenemos a lo que hemos visto en la versión preliminar, la campaña contará con 65 capítulos de historias de Horizon (en cada uno de los cuales se podrán obtener hasta tres estrellas), 88 exhibiciones, veintiún eventos de escena callejera y siete casas que adquirir.

Además, habrá radares de velocidad, zonas de derrape, zonas de peligro… A eso, se sumarán los típicos ‘coleccionables’: coches abandonados, carteles de bonificación, carteles de viaje rápido, cofres del tesoro… 

Aparte, se va a potenciar el coleccionismo de los más de 400 coches que habrá, instándonos a adquirirlos y fotografiarlos para completar un álbum.

En cuanto al multijugador online, repetirá la típica fórmula del mundo compartido con otros jugadores, de modo que podremos pasar de ellos o formar grupos, especialmente con nuestros amigos, para explorar el mundo y cumplir las misiones de la campaña. 

Y no faltarán modos específicos como Captura la bandera, Infectado, Supervivencia, Rey… Destacará, en especial, EventLab, un editor que permitirá crear carreras, retos, acrobacias y modos de juego propios para compartirlos con el resto de la comunidad. 

En esta última faceta, habrá locuras como pruebas donde derribar piñatas o jugar a los bolos con nuestro coche. Vamos, que su oferta de tipos de carrera, modos y opciones promete ser enorme.

Sensaciones al volante

Tras haber jugado varias horas, hay que decir que, a priori, esta entrega no tiene ningún elemento realmente revolucionario respecto a las anteriores (quizá los elementos meteorológicos extremos, pero, en realidad, ya los hubo en expansiones como Blizzard Mountain y Fortune Island). 

Pero su suma de pequeñas evoluciones nos ha impresionado. Hay dos factores que contribuyen a ello. Por un lado, Microsoft ha sabido darle los respiros adecuados a la saga.

No en vano, FH4 se lanzó hace ya bastante: en septiembre de 2018. Por otro lado, Playground es un estudio siempre dispuesto a superarse y sorprender. Tanto como para que la propia Microsoft lo adquiriera y lo pusiera también a renovar la saga Fable.

Dicho eso, y centrándonos específicamente en las sensaciones que nos ha dejado la beta, el juego es todo lo que cabe esperar de un Forza Horizon y más. En cuanto a jugabilidad, gráficos, contenido, sonido, equilibrio entre seriedad y locura…

Por lo que respecta a la jugabilidad, el control de los coches es muy configurable. En esencia, estamos ante un arcade accesible para cualquier jugador, pero se pueden ajustar elementos como el control de tracción o el ABS para que los expertos se sientan desafiados. El equilibrio entre arcade y simulación es realmente ejemplar.

En ese sentido, los entornos de México se prestan a la perfección al placer de conducir por conducir, ya sea por asfalto o campo a través. Realmente, es toda una experiencia cogerse un todoterreno y conducir cuesta arriba, hasta la cima del volcán, para ver su cráter incandescente. 

Pero aún es una experiencia mayor tirarse ladera abajo durante varios kilómetros. Y lo mismo se puede decir de meterse con el coche por las dunas como un saltamontes. 

O de ‘surcar’ los vados de agua de la jungla o las playas de la Riviera Maya. O de arrasar un campo de cactus sin pincharse en el intento.

Todo eso se ve potenciado por un apartado gráfico colosal, de los más potentes que hemos visto nunca, y eso que hablamos de un título intergeneracional. 

Por si os lo preguntáis, la principal diferencia de la versión para Xbox Series X|S es que permite elegir entre un modo que prioriza el rendimiento (a 60 fps) y otro que potencia la resolución 4K a costa de ir a 30 fps.

Es una auténtica maravilla ver kilómetros y kilómetros de escenario sin que apenas haya popping (sólo se aprecia ligeramente en el retrovisor de la cámara interior, cuya resolución es altísima, por cierto). 

Las vistas desde el volcán son inenarrables. Y conducir por las callejuelas de Guanajuato o las playas de agua cristalina es una delicia. Pura belleza en movimiento.

Por supuesto, los coches tienen unos acabados de lujo, tanto en su carrocería exterior como en sus interiores, como este que podéis ver un par de párrafos más arriba.

De hecho, aunque un juego de este estilo pide a gritos ser jugado con la cámara exterior, para poder deleitarse con los alrededores, a nosotros nos encanta disfrutar de la cámara del volante, tanto por su grado de detalle como por lo bien implementada que está.

Respecto al sonido, la banda sonora volverá a tener un tono muy festivalero, con seis emisoras para todos los gustos. No podemos desvelaros qué grupos forman parte de ella, ya que es uno de los anuncios que Microsoft se guarda para los próximos días. 

En cuanto a la música, sólo diremos que el tema principal, que es sólo melódico, nos ha encantado. Siguiendo con el apartado sonoro, lo único que nos ha decepcionado un poco es que las voces no estarán dobladas al español… aunque no es del todo cierto. 

Y no lo es porque, al estar ambientado en México, habrá mucho de spanglish en las conversaciones. Halo Infinite sí estará en castellano, pero, de momento, Forza Horizon seguirá teniendo pendiente esa asignatura.

Fotorrealismo a la mexicana

El próximo 9 de noviembre, en menos de un mes, Playground Games demostrará, una vez más, por qué lleva casi una década liderando el género de la velocidad. 

Forza Horizon 5 lo tiene todo para convertirse en uno de los mejores juegos de coches de la historia, merced a uno de los mundos abiertos más fotorrealistas y eclécticos que se hayan visto.

Creíamos haberlo visto ya todo en Colorado. Luego, en la Costa Azul. Más tarde, en Surfers Paradise. Y hasta en Edimburgo y sus alrededores. 

Pero México, tan lindo y querido, nos hará replantearnos lo que es la belleza y el gusto de conducir por conducir sin ningún sitio particular al que ir y, a la vez, con todo un mundo por descubrir.

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