Chris Nash, director de De naturaleza violenta, nos habla de su slasher: "Quería hacer algo diferente"

Ya está en carteleras De naturaleza violenta (In a Violent Nature), una de las películas de terror del subgénero slasher que más ruido ha hecho antes de su estreno por las reacciones del público.

La película nos presenta a un grupo de jóvenes que se llevan un medallón de una torre de vigilancia contra incendios derrumbada en el bosque. 

Lo que desconocen es que en ese mismo lugar está sepultado el cadáver podrido de Johnny, un espíritu vengativo impulsado por un horrible crimen ocurrido seis décadas atrás. Y una vez se llevan el medallón, su cuerpo resucita con el único propósito de recuperarlo.

El no-muerto acecha al grupo de adolescentes de vacaciones responsables del robo y en su misión de recuperar el medallón procede a masacrarlos metódicamente uno tras otro, junto con cualquiera que se interponga en su camino.

El escritor y director de De naturaleza violenta, Chris Nash, ha querido hacer un homenaje a las reglas del slasher pero a la vez distanciarse haciendo algo nuevo y esto es lo que nos ha contado.

¿Cuáles han sido tus referentes y qué nuevos elementos narrativos has utilizado para diferenciarte?

En lo que respecta a las fuentes de inspiración, los slashers clásicos, siempre consideré a Johnny como una amalgama de otros personajes, como todos los que lo precedieron. Siempre he sentido que ha habido una diferencia muy fuerte entre los slashers urbanos y los rurales, como éste, con villanos zombificados.

Pero, desde el punto de vista del diseño, del movimiento y de la presencia, Johnny es como Michael Myers, por supuesto, y Jason si bien también hay elementos menores de My Bloody Valentine, de Cropsey y de The Burning y, más o menos, todo esto era como una de sorpresas para probar qué funcionaba y qué no.

Y en cuanto a los elementos narrativos que son distintos, no creo que haya ninguno, no creo que haya realmente ningún elemento narrativo que sea distinto en nuestra película. Creo que eso es algo que intentamos casi evitar. 

Sabíamos que la presentación visual iba a ser tan diferente que intentamos que los elementos narrativos fueran lo más familiares posible, puede que simplemente los ampliáramos más. Así lo hemos hecho, por ejemplo, al final de la película. Tomando como ejemplo el final de La matanza de Texas y diciendo, bueno, ¿qué es lo que sabes?

Una vez que escapas y estés relativamente a salvo, ¿cómo será esa conversación en la camioneta? Así que lo expandimos un poco más, pero confiando más en la familiaridad que en cualquier otra cosa.

¿Te preocupa que a los espectadores les canse el pausado ritmo de la película?

Sabíamos que iba a haber un segmento enorme de público que no iba a tener paciencia de aguantar el ritmo de la película. Pero también sabemos que no es una película para todo el mundo. Y mis películas favoritas son las que no tuvieron un atractivo masivo. No va a tener la misma audiencia: miras los éxitos de taquilla y apuntas a un término medio. No tiene nada de malo.

El público que va a ver películas busca comodidad y familiaridad. Y yo también, a veces. Pero lo que me interesa es cuando las películas son un poco más antagónicas y te hacen sentir incómodo, y luego te obligan a entrar en un espacio ético cuestionable.

Así que ya lo sabíamos: la película no iba a gustarle a todo el mundo. Pero teníamos muy claro la película que estábamos haciendo.

¿Siempre tuviste claro cómo querías que terminara la película o fue una decisión de última hora en la sala de montaje?

No fue una decisión de última hora en la sala de edición, pero no se decidió hasta unas semanas antes del rodaje. El final con la ultimate girl en el vehículo no estaba en el guion original. Eso fue lo que no apareció hasta el tercer o cuarto borrador cuando estábamos a punto de rodar. Como gran parte de la película es relativamente muda y, ya sabes, siguiendo a Johnny.

El guion tenía unas 60 páginas, unas 65. Y cuando nos pusimos en contacto con la gente en busca de financiación, eso los confundió y no podían entender cómo una película podía ser un largometraje y costar tanto.

Así que una de las cosas que Peter y mis socios productores nos preguntamos fue: bueno, ¿por qué no agregas algo al final? ¿Por qué no amplias eso? Porque siempre teníamos a nuestra última chica subiéndose a la camioneta y marchándose, y ahí es donde todo terminaba. Y dijeron: bueno, ¿por qué no amplias esa escena? ¿Qué aspecto tiene esa conversación?

Así que la escribí, y escribí esa escena después. Y me di cuenta de que esa escena se convirtió para mí en lo que es toda la película. Toda la película trata sobre esa última escena. Y, hasta que la escribí, no tenía ni idea de cuál era la tesis de la película, aparte de poner estas diferentes restricciones, hacer cine y ver qué aspecto tenía. Pero en cuanto a la historia, siento que la última escena es el núcleo de la misma, sin duda.

Tu despegue recuerda al de Damien Leone. ¿Cómo te ha ayudado tu carrera previa como supervisor de efectos especiales? ¿Estás interesado en crear un universo ficticio con esta película que vaya a seguir desarrollándose en el futuro en nuevas entregas?

Me ha ayudado a mantenerme ocupado. Si realmente quieres trabajar en el cine específicamente, por ejemplo, si quieres escribir una película, si quieres dirigirla (y no me refiero a anuncios o vídeos musicales o cualquier cosa, como contenido de Internet), conseguir un trabajo técnico en el set es una gran experiencia.

Y convertirte en técnico y familiarizarte con la industria siendo un artista protésico que trabaja tan, tan estrechamente con los efectos prácticos y, los de la cámara, el equipo de vestuario y los demás elementos de maquillaje. Además, por supuesto, de trabajar con el director. Entiendes mejor y en profundidad cómo funciona la película, cómo trabajan los equipos y qué puedes esperar de ellos. 

Todo ese conocimiento te ayuda como escritor. Te permite saber si puedes lograr ciertas cosas en una película. O si simplemente te apetece escribir para evitar hacer un guion imposible de filmar. Así que para mí es muy importante. Y me ha ayudado mucho, especialmente  los trabajos de prótesis. El solo hecho de saber la viabilidad de si estoy escribiendo algo que es posible.

¿Estás interesado en crear un universo ficticio con esta película que vaya a seguir desarrollándose en el futuro en nuevas entregas?

Estamos explorando las posibilidades de las secuelas y cómo podrían ser. Si sería algo que siguiera con el mismo enfoque fílmico, o si vamos por tangentes muy diferentes. Pero reconozco el poder de la iconografía del slasher. Y yo, una de las principales cosas que admiro de la saga Viernes 13, es que cada película es casi una iteración diferente de Jason.

La primera fue solo sobre su madre. La segunda era como una bolsa que tenía Jason. En la tercera era él, ya sabes, aún vivo, pero con la máscara de hockey por primera vez. La cuarta era más de tomar conciencia de sí mismos y luego matar a este icono. Y luego la quinta fue solo la quinta película, ni siquiera es Jason. Es un cebo y un cambio.

Y luego tenemos zombi Jason y luego es el zombi Jason luchando contra un psíquico, y luego es el zombi Jason en la gran ciudad. Y luego es el demonio Jason, y luego es Jason en el espacio, y luego es Jason luchando contra otros monstruos. Hay muchas cosas diferentes que se pueden hacer: la única constante es la iconografía de, por ejemplo, quién es Jason y qué representa Jason.

Así que me gusta la idea de explorar, por ejemplo, qué representa la iconografía que hemos creado y cómo podemos adaptarla a diferentes entornos. ¿Qué significaría esa iconografía en un entorno diferente?

Llama mucho la atención que no haya banda sonora y que sean los sonidos y fragmentos de conversaciones los que guíen la acción. ¿A qué se debe el cambio de perspectiva?

La idea era crear cierta objetividad en De naturaleza violenta. Creo que genera un temor más inquietante que cualquier otra cosa que conozca, el hecho de que el público, cuando la ve, no sienta esas manipulaciones tradicionales que sentirían a través de diferentes ángulos de cámara, efectos de sonido o una banda sonora. Está todo en crudo. 

El simple hecho de que se lo presenten todo con brutalidad, creo, es lo que crea una atmósfera inquietante. Más que nada, el simple hecho de ser invitado a ver estas secuencias de violencia como testigo. Sin nada en qué apoyarse, sin ningún comentario. Es lo que crea ese estado de ánimo.

La música es la manera más sencilla de poner a la audiencia en un determinado lugar emocional y, con influencia de películas como No es país para viejos, sin banda sonora, vimos que se podía conseguir esa intensidad, Lo decidimos pronto, en la fase de escritura: íbamos a trabajar sin BSO e íbamos a confiarlo todo a los efectos atmosféricos y utilizar el diseño de sonido y los ruidos en sí mismos.

Has trabajado mucho la creación de una atmósfera inquietante: Johnny se convierte en una amenaza colosal e insidiosa que puede aparecer en cualquier momento: ¿cómo lo has conseguido? 

Johnny está demostrando lo que puede hacer con sus acciones, no con lo que otras personas dicen de él. Así que, como cineastas, no estamos creando un entorno para que, ya sabes, con cosas como la banda sonora o con cosas como la iluminación y la forma en que lo grabamos, no estemos creando. 

No estamos intentando convencer al público de que es una amenaza enorme y colosal. Solo dejamos que haga lo suyo y nos quedamos de brazos cruzados para filmarlo desde lejos. Y el público, naturalmente, se lleva esa impresión y obtiene una interpretación solo a través de lo que hace y lo que nos muestra

¿Qué próximos proyectos tienes en mente?

jTodavía no hay nada inamovible, pero definitivamente me siento más cómodo que nunca con la posibilidad de crear algo en el futuro! Así que lo intentaré. Pero nada está escrito en piedra.

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