Las diferencias entre cine IMAX y normal y por qué merece la pena el salto

Poco a poco la experiencia en las salas de cine va evolucionando gracias a las nuevas tecnologías implementadas para hacer que el visionado de las películas en la gran pantalla sea cada vez de mejor calidad.

Sin embargo, aunque las salas se van modernizando con el paso del tiempo, no todas transmiten la misma experiencia de visionado debido a la existencia de unas salas expeciales que permiten mostrar la película en su mayor capacidad de calidad: las conocidas como salas IMAX (Sistema de Máxima Imagen).

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Creado por Graeme Ferguson, Roman Kroitor y Robert Kerr en la década de los 60, IMAX surgió como una opción para que los espectadores pudieran disfrutar de una experiencia de visionado más inmersiva en el cine.

Al igual que la versión convencional, las salas IMAX también han ido evolucionando con el paso de los años hasta convertirse en el mayor referente para el cinéfilo que quiera gozar al máximo a la hora de ver las películas en la gran pantalla.

Las principales diferencias entre las salas IMAX y el cine convencional

Por supuesto, una de las grandes diferencias que puedes notar a la hora de ver una película en una sala de cine IMAX es en su calidad de imagen y sonido.

Gracias a su proceso de remasterización (también conocido como DMR) transforma cada fotograma de la película para producir la mejor versión posible para el espectador plasmando con la mayor fidelidad la visión del director.

Para ello se emplean dos proyectores que funcionan de forma simultánea para proporcionar una imagen perfecta que tenga un equilibrio idóneo de calidez y nitidez, mostrando una versión lo más cercana a la realidad.

Además, el diseño de la pantalla en las salas IMAX es curvo, lo que ofrece una mayor inmersión para el espectador desde cualquier punto de la sala en el que se encuentre.

En el caso del sonido, la experiencia también se vuelve completamente inmersiva gracias a su sofisticado sistema de altavoces situado desde el suelo hasta el techo, el cual se personaliza según las características específicas de cada sala.

La calidad de los altavoces ofrece un rango de sonido diez veces superior con respecto a los sistemas estándar y tres veces superior al Dolby Surround, ofreciendo una experiencia cien por cien inmersiva para el espectador.

Por su parte, los asientos se encuentran perfectamente ubicados con respecto a los altavoces y la pantalla para ofrecer la mejor experiencia posible al público, donde los asistentes pueden distinguir con total precisión hasta los sonidos más tenues de la película y saber de qué dirección provienen.

A día de hoy solo hay poco más de 30 salas IMAX en todo el mundo, de las cuales tan solo cinco se encuentran disponibles en España. Te las agrupamos a continuación.

• IMAX Diagonal Mar (Barcelona)
• Cinesa Parquesur IMAX (Madrid)
• Cinesa Heron City Las Rozas IMAX (Madrid)
• Kinépolis Ciudad de la Imagen (Madrid)
• Cinesa Festival Park IMAX (Mallorca)

Debido a la escasez de salas es bastante probable que no puedas disfrutar de la experiencia IMAX por no tener a mano ninguno de los cines anteriormente citados.

No obstante, tienes como alternativa el cine 4DX, otra tecnología que busca sumergir al espectador en la película mediante la adición de efectos físicos sincronizados con las películas proyectadas.

A través de las vibraciones e inclinaciones en el asiento se recrean diversos efectos de la película además de mostrar efectos ambientales que simulen el clima que aparece en la escena, como la lluvia, el viento o la niebla.

Sin embargo, las salas IMAX ofrecen una calidad y experiencia superior al 4DX por lo que, si tienes oportunidad, aprovecha y acude a una de las salas disponibles en España para experimentar de primera mano la mejor experiencia cinematográfica posible.