Jugamos a Atlas Fallen, el nuevo action RPG en mundo abierto para PS5, Xbox Series X|S y PC desarrollado por Deck 13, creadores de The Surge. Os contamos qué nos ha parecido en estas "arenosas" impresiones.
Tras convertirse en auténticos expertos del género soulslike con Lords of the Fallen (no confundir con su "secuela", The Lords of the Fallen, que corre a cargo de otro estudio y se lanza este 2023), The Surge y The Surge 2 (una pequeña joya que no recibe todo el mérito que merece), el estudio alemán Deck 13 ha decidido probar suerte con el otro género de moda.
Porque, pese a que las imágenes pueden llevar a engaño, Altas Fallen no es un soulslike; se trata de un action RPG en mundo abierto, pero el combate es más "hack'n slash", el rol es más liviano y el mundo es... más abierto.
Y esto lo sabemos porque hemos tenido la oportunidad de jugar una demostración en PC que nos ha permitido hacernos una buena idea de en qué consiste exactamente. Y lo mejor de todo es que se desarrollaba en una sección completamente abierta, así que hemos podido explorar y pelear todo lo que hemos querido en su arenoso mundo.
Os contamos qué nos ha parecido en estas impresiones de Atlas Fallen para PS5, Xbox Series X|S y PC.
«Me encanta la arena»
No podemos contaros demasiado sobre la historia o la premisa de Atlas Fallen, pues la demostración se saltaba parte del inicio de la aventura y nos faltaban muchos detalles.
Pero sabemos que Atlas Fallen nos lleva hasta un mundo desértico y nos pone en el papel de un protagonista (cuyo aspecto podemos definir) que se topa por casualidad con un misterioso brazalete que le otorga el poder de controlar la arena.
El brazalete está habitado por una suerte de espíritu amnésico llamado Nyaal, que sirve como compañero de aventura y como guía para utilizar los poderes del brazalete.
Los primeros que dominamos fueron la habilidad para desenterrar estructuras (muy útil para revelar cofres o alcanzar lugares elevados) y el desplazamiento sobre la arena.
Este último es uno de los aspectos más llamativos de Atlas Fallen, y la verdad es que mola bastante surcar las arenas a toda velocidad.
Eso sí, no todo es arena en este mundo, así que muchas veces la vamos a buscar si queremos seguir moviéndonos rápidamente.
No serán las únicas habilidades de arena, pues además de poder mejorarlas para potenciar sus efectos, en esta demostración pudimos obtener cosas nuevas, como un útil dash aéreo.
La estructura de mundo abierto de Atlas Fallen es bastante tradicional, así que contiene todos los elementos que podéis esperar de esta clase de juegos: misiones secundarias por un tubo, coleccionables de distintos tipos, pueblos con NPCs y tiendas...
No nos detuvimos a completar todas las misiones secundarias que había en la demostración (porque había un buen puñado), pero nos quedó claro que tienen como objetivo expandir el lore de Atlas Fallen... u ofrecer momentos divertidos, como tener que seguir a una científica despistada.
Entre algunas de las tareas opcionales que realizamos, seguimos el rastro de varios animales hasta encontrar piezas de un mapa del tesoro y participamos en un actividad que consistía en desenterrar una cadena de cristales siguiendo el haz de luz dentro del límite de tiempo.
Lo que más nos ha gustado del mundo de Atlas Fallen es la potencia de sus vistas, pues se trata de un escenario donde se mezclan el estilo arenoso de los desiertos, poblados y estructuras antiguas, con la majestuosidad de las montañas nevadas que coronan el fondo de la imagen (¿tendrá lugar parte del juego en un entorno nevado?).
Además, casi en todo momento se podía observar también una enorme y misteriosa estructura con un aspecto menos medieval y más tecnológico que parece que será de gran relevancia para la trama. También nos ha gustado mucho la importancia que se le da al desplazamiento, contando con secciones que eran auténticos desafíos de plataformeo.
Pero hablemos del combate, porque se trata de uno de los elementos más destacables de Atlas Fallen. Como decíamos al principio no es un soulslike, sino que está más cerca de un hack'n slash... Aunque mantiene un puntito de estrategia y desafío que no suele ser habitual en esta clase de juegos, así que olvidaos de aporrear los botones para ganar.
Además de tener unas potentes hachas para ataques rápidos y una suerte de látigo para ataques que cubren una mayor zona, podemos equipar una gran cantidad de habilidades diferentes, conocidas como piedras de esencia, que le dan variedad al sistema de combate. Por ejemplo, en esta demostración conseguimos un lanzamiento de martillos y un proyectil mágico.
Este sistema de habilidades va a ser lo que nos permita definir a nuestro personaje, pues había muchísimas (se obtenían al derrotar enemigos o como recompensa por superar misiones secundarias) y con efectos muy diferentes, muchos de ellos pasivos. Pero la clave es que las habilidades van ligadas a un curioso sistema de momentum.
Al atacar a los enemigos, se va rellenando una barra en la parte inferior de la pantalla. Y cuanto más llena está, mayor es el poder de nuestros ataques... pero también el de los golpes que recibimos.
La barra tiene varios umbrales que determinan la activación de las habilidades que tengamos asignadas, así que, por ejemplo, es interesante equipar habilidades defensivas en el último umbral, que es donde sufrimos más daño.
Además, rellenar la barra hasta los umbrales nos permite ejecutar un poderoso ataque especial. Y, como ya imaginaréis, cuanto más lleno está el indicador, más espectacular y poderoso es. Se trata de un sistema riesgo-recompensa de lo más interesante que apunta a tener una gran versatilidad.
Para hacer las cosas aún más interesantes, Atlas Fallen también tiene un ligero toque de Monster Hunter: algunos enemigos, generalmente los de mayor tamaño y los jefes, tienen distintas partes del cuerpo que debemos destruir para derrotarlos.
Algunas de estas partes no son esenciales, pero nos aseguran un mayor botín al acabar con el enemigo, mientras que destruir otras sirve para mermar su poder de ataque, lo que aporta algo de estrategia a los combates.
La movilidad también juega un papel muy importante en el combate, pues el desplazamiento sobre la arena viene de perlas para evitar los ataques enemigos y el dash se puede encadenar para atacar en el aire sin tocar el suelo.
Y aunque en esta demostración no estaba disponible, Atlas Fallen también contará con cooperativo para dos jugadores. No sabemos cómo funcionará exactamente este modo, pero la idea de poder disfrutar de esta clase de aventura en compañía suena muy emocionante.
Y hasta aquí nuestras impresiones de Atlas Fallen, que como veis nos ha dejado un buen sabor de boca. No parece que vaya a inventar la rueda, pero seguro que a los amantes de los juegos de acción y RPG en mundo abierto les cuesta resistirse a su arenosa propuesta.
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