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Black Myth: Wukong no es exactamente un soulslike... pero no se anda por las ramas con la dificultad: impresiones tras probar durante 2 horas el juego del Rey Mono

Black Myth Wukong

Jugamos al esperado Black Myth: Wukong, un juego de acción con elementos soulslike basado en el personaje de la novela Viaje al Oeste. En estas primeras impresiones, os contamos cómo fue la toma de contacto y qué nos ha parecido.

Desde que Black Myth: Wukong fue presentado al mundo con un prometedor vistazo a su jugabilidad, allá por 2020, los fans de los juegos de acción y, en particular, los amantes de los soulslike, han aupado al primer trabajo del estudio chino Game Science a lo más alto de Steam.

Pero cuál fue mi sorpresa al descubrir, en un evento de preview al que asistí la semana pasada, que esta aventura que adapta la popular novela Viaje al Oeste no es un soulslike. O, al menos, no exactamente. 

Black Myth: Wukong contiene los elementos habituales en este subgénero tan popular, pero al mismo tiempo también tiene mucho de hack'n slash. «Se parece más a God of War que a un soulslike» me explicaba un representante minutos antes de ponerme a los mandos.

Y aunque es cierto que encaja dentro de esa definición, las dos horas que pude probar Black Myth: Wukong me dejaron un sabor de boca que sólo he experimentado con los mejores soulslike. Me refiero a esa sensación de salir de un combate con el pulso a mil por hora y una gratificante sensación de victoria. 

Este mono no se anda por las ramas: impresiones de Black Myth: Wukong

La demostración tenía lugar al principio de la aventura y recogía, entre otras cosas, la misma sección que se pudo ver en aquel primer gameplay, así que ha sido una manera perfecta de comprobar si el juego está a la altura de lo que prometieron.

En primer lugar, hablemos del combate, que para mí es uno de los aspectos más interesantes de Black Myth: Wukong. 

Como decía antes, tiene elementos soulslike muy evidentes: acciones como atacar, saltar o esquivar consumen el medidor de aguante, que se recarga con el tiempo; para recuperar salud, podemos beber tragos de una tinaja de barro; y cuando morimos, reaparecemos en el último santuario visitado y perdemos parte de la experiencia obtenida.

Pero salvo algún detalle más, como la dificultad (de la que hablaré más adelante), hasta ahí llegan los elementos soulslike de Black Myth: Wukong. El resto es hack'n slash. Y un hack'n slash con un ritmo y mecánicas muy particulares.

Tenemos dos botones para realizar ataques con el bastón extensible de Wukong: uno para ataques rápidos y otros para ataques fuertes (y no, no son los gatillos). Sin embargo, aquí ya empiezan las particularidades: los ataques rápidos son útiles para librarse de los enemigos comunes, pero frente a los jefes causan muy poco daño.

En esos enfrentamientos, los ataques rápidos tienen otro cometido: aumentar el nivel de concentración que se muestra en la parte inferior derecha. Cuando el nivel alcanza el máximo obtenemos un punto de concentración, que se utiliza para poder encadenar un ataque fuerte en mitad de un combo de ataques débiles. Y los ataques fuertes sí que hacen bastante pupa.

Black Myth Wukong

Por extraño que suene, en Black Myth: Wukong no podemos realizar ataques fuertes sin más; debemos obtener primero un punto de concentración a base de ataques débiles o mantener pulsado el botón de ataque fuerte hasta cargarlo.

Reconozco que tardé un poco en pillarle el truco a esta mecánica, porque estoy acostumbrado a que los hack'n slash me permitan atacar con combinaciones de ataques débiles y fuertes sin ninguna penalización. Aquí, sin embargo, hay que elegir muy bien el momento para realizar un ataque fuerte, porque si lo fallamos debemos volver a cargar el medidor de concentración.

Esto le da al combate un toque estratégico, pues no es buena idea liarse a aporrear botones. Además, algunos de los ataques con bastón cuentan con animaciones largas que debemos tener muy en cuenta, porque en esos momentos no es posible esquivar.

Black Myth Wukong

Hablando de esquivar, Black Myth: Wukong cuenta con un sistema a lo Bayonetta: si esquivamos en el momento exacto, dejamos atrás una estela del rey mono que atrae la atención del enemigo y nos deja en posición perfecta para repartir leña.

Además de los ataques básicos, en la demostración obtuve varios poderes para hacer las cosas más interesantes: el primero de ellos fue un hechizo que paralizaba a los enemigos durante varios segundos, especialmente útil para tener un momento de respiro para curarse... o para atacar sin miedo a represalias del enemigo.

También obtuve una transformación que convertía a Wukong en uno de los jefes que derroté durante la demostración: una criatura armada con una naginata doble con ambos extremos cubiertos de fuego. Esto venía a ser una especie de devil trigger, porque al activarlo los movimientos eran diferentes y más poderosos, y la música cambiaba a una melodía heroica.

Black Myth Wukong

Un detalle que me pareció interesante y que también le confiere un ritmo diferente al combate, es que al contrario que la mayoría de soulslike, donde los enfrentamientos suelen ser una danza íntima, en Wukong hay muchas ocasiones en las que merece la pena mantener apretado el gatillo y correr a toda pastilla, ya sea para esquivar ataques o para hacer tiempo mientras los hechizos se recargan.

Con la experiencia obtenida, en lugar de mejorar estadísticas, pude comprar todo tipo de habilidades en un árbol de tamaño considerable que cubría diferentes aspectos: mejoras para consumir menos aguante al esquivar, cargar los ataques fuertes con mayor rapidez, interrumpir los ataques enemigos con combos propios...

Pero lo más llamativo fueron las posturas: al desbloquear los nodos pertinentes, obtuve acceso a una nueva postura conocida como postura de la torre. Al activarla pulsando arriba en la cruceta, el ataque fuerte cambiaba a un movimiento en el que Wukong se subía a lo alto de su bastón y se quedaba en esa posición mientras mantenía presionado el botón.

Black Myth Wukong

Esto servía para esquivar los ataques a ras de suelo y desencadenar un golpe tan potente como vistoso si soltaba el botón antes de que me derribasen. Cada postura tiene sus propias habilidades y combos asociadas, así que conviene experimentar y cambiar entre ellas en mitad de los enfrentamientos.

Además de los árboles de habilidades, en los santuarios era posible fabricar nuevo equipo para Wukong, siempre que tuviese los materiales necesarios, claro. Hay cuatro espacios para prendas que alteran la apariencia del Rey Mono y sus estadísticas, lo que le da cierto toque de RPG.

Hablemos ahora de la dificultad, que seguro que es un tema que te interesa bastante. Lo primero de todo: un miembro del equipo de Game Science me confirmó que Black Myth: Wukong no tendrá niveles de dificultad. Y no te voy a mentir: la parte que jugué me pareció muy desafiante; morí bastantes veces y especialmente frente a los jefes. 

Black Myth Wukong

Pero aquí viene lo interesante: muchos de los enfrentamientos contra jefes me parecieron intimidantes e incluso aparentemente imposibles la primera vez, pero pronto descubrí que no era así. De hecho, el que más me costó de todos, me debió llevar unos tres o cuatro intentos, como mucho. 

Con esto lo que quiero decir es que la dificultad está muy bien medida y alcanza ese equilibrio exacto entre ser desafiante pero no desesperante, al menos en el caso de estos primeros jefes. Y, más importante aún, con esto también se consigue esa sensación de la que hablaba al principio, porque salí de la gran mayoría de combates con el corazón a mil y ganar de dar saltos de alegría. 

Y qué quieres que te diga, para mí eso es lo que define a un soulslike, pese a que Black Myth: Wukong no lo sea exactamente.

Hasta ahora he hablado de lo bueno, así que ahora toca hablar de lo no-tan-bueno. Estos días, otros medios que pudieron probar el juego en Summer Game Fest han publicado sus impresiones y muchos lo definen como un boss rush o una sucesión de combates contra jefes.

Y aunque no es exactamente así, entiendo por qué lo dicen. Los bosques donde tenían lugar los primeros compases de la demostración daban la sensación de ser escenarios de gran tamaño en los que era fácil perderse, pero era todo una ilusión: muchos caminos eran en realidad muros invisibles, así que se progresaba de una forma bastante lineal.

A esto hay que sumarle que los enfrentamientos contra enemigos comunes parecían más bien un trámite. En lugar de ser momentos de tensión o que requieren habilidad, eran como pequeñas piedras que se interponían en el camino antes del siguiente combate contra jefe. Y dada la cantidad de jefes que hay por metro cuadrado... se entienden las comparaciones con un boss rush.

Black Myth Wukong

Aun así, que esto no te lleve a confusión: en los escenarios de Wukong hay materiales para recoger, así como caminos que conducen a tesoros, encuentros opcionales... o jefes secretos, así que no se puede decir que la exploración sea inexistente. Además, estamos hablando de las primeras horas de juego, así que tengo mucha curiosidad por ver si existe alguna evolución en el diseño de niveles.

También siento curiosidad por el tema de las transformaciones, que es una de las señas de identidad del Rey Mono, pues en la demostración hubo un momento en el que Wukong se transformó en una cigarra dando paso a una fase que mezclaba controles de vuelo con sigilo

Sin embargo, una vez fui descubierto, no pude volver a activar esa transformación. Y la verdad es que si al final resulta ser de un solo uso, me parece que estaría un poco desaprovechada. Pero, vuelvo a insistir, esto ha sido solo una toma de contacto con las primeras horas y todavía queda mucho juego por ver y mecánicas por descubrir.

Y lo principal es que me fui de allí con muy buen sabor de boca y ganas de seguir jugando, que ya sabes que siempre es lo más importante. Y no vamos a tener que esperar demasiado, pues Black Myth: Wukong se lanza el 20 de agosto para PS5 y PC y, más adelante, en Xbox Series X|S.

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