Scorn es un juego muy arriesgado: una aventura en primera persona centrada en los puzles y con una estética tomada de HR Giger. Por fin lo hemos podido jugar, y nos ha parecido muy interesante, os dejamos nuestras impresiones de Scorn.
Hace casi un mes, durante la feria Gamescom, en Colonia, tuvimos la ocasión de jugar a Scorn durante 45 minutos. Se trata de un juego de Ebb Software que se lanzará en PC y Xbox el próximo 21 de octubre. Aquí os ofrecemos nuestras impresiones de Scorn.
El estudio ya ha manifestado que su intención es conseguir que los jugadores se sientan perdidos, como si fuesen arrojados a un mundo extraño y diferente. Y la verdad es que lo han conseguido. Los primeros minutos de Scorn son desconcertantes.
Nuestro personaje (al que controlamos en primera persona), sufre una serie de visiones, en las que se adivina una estructura gigantesca, una especie de torre. No tenemos más pistas, así que imaginamos que nuestro objetivo es llegar allí y quizá descubrir quiénes somos y cómo escapar de este laberinto.
Porque, en efecto, los niveles que hemos visitado eran un laberinto de túneles, puertas e interruptores. La atmósfera, como podéis ver, replica el estilo de HR Giger, tal y como hemos visto, por ejemplo en Alien. Es decir, que todos los elementos de los que os hablamos tienen un diseño biomecánico muy intrincado, y a veces un poco repugnante.
La ambientación general está muy conseguida: ni siquiera hemos tenido encuentros con otros personajes, y aún así tenemos la sensación de que alguien nos observa, como si el peligro estuviese a la vuelta de la esquina.
Para conseguir esta sensación, el juego combina una iluminación "apagada", una neblina que nos "asfixia" y un apartado sonoro que pone los pelos de punta. En la demo de Gamescom 2022 no había interfaz ni indicadores que nos ayudasen a orientarnos, tan sólo una señal al acercarnos a los objetos con que se puede interactuar.
Impresiones de Scorn para PC y Xbox Series
El primero de estos dispositivos era una terminal en que metíamos el brazo (la verdad es que era un aparato viscoso que nos lo hizo pensarlo dos veces), para que nos "inyectaran" una especie de sonda, con que activar otras máquinas.
Y así llegamos a una sala más amplia, que nos recordaba a la estancia del "space jockey" de Alien y Prometheus, en que había varios interruptores, un ascensor y un sistema de raíles por los que mover vagonetas.
Después de dar unas cuantas vueltas y reconocer todas las posibilidades, decidimos que había que colocar una cápsula sobre una vagoneta y llevarla hasta un dispositivo parecido a una máquina de tortura, con una sierra circular. Pero nada es tan sencillo en Scorn.
Para liberar la cápsula, primero hay que enfrentarse a otro puzle, bastante complicado, en que recolocamos las piezas de un mural. La verdad es que echamos de menos algunas pistas, hasta que conseguimos liberar y destrozar la elipse.
Y el resultado también era bastante desagradable. En el interior de la cápsula había un ser deforme, que emitía gruñidos de dolor mientras lo destrozábamos. ¿Por qué? No es que supusiera ninguna amenaza, pero necesitábamos su brazo -también con una sonda- para activar un nuevo interruptor y seguir avanzando.
Más adelante en el juego conseguimos nuestras armas (también de bioingeniería) y participaremos en los primeros enfrentamientos, pero queremos hacer hincapié en que los grandes pilares del juego son la atmósfera, la exploración y los puzles. Aunque Scorn se desarrolle en primera persona no es ningún FPS.
El juego que distribuye Kepler Interactive es muy especial -no es para todos los públicos, desde luego- y en nuestra toma de contacto nos ha parecido que tenía un buen apartado técnico, y conseguía transmitir sensaciones únicas.
Al menos en los primeros minutos, parece que consigue aquello que otros juegos, como Agony o Lust From Beyond ya intentaron, pero que no consiguieron completamente, la perfecta traslación del universo de HR Giger a un videojuego. En general, nuestras impresiones de Scorn nos han dejado con ganas de más.
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