Análisis Astérix & Obélix: Slap Them All! para PS4, Xbox One, Switch y PC

El nuevo juego basado en los célebres cómics de Albert Uderzo y René Goscinny, ya está a la venta, tras algunos bamboleos de última hora en su fecha de salida. En este análisis de Astérix & Obélix: Slap Them All!, os contamos qué nos ha parecido esta nueva tunda a la romana, que combina algunos golpes de genialidad con unos cuantos tropezones.

Antes de nada, hay que recordar que el juego, desarrollado por Mr. Nutz Studio y editado por Microids, se ha lanzado en PS4, Switch, Xbox One y PC, con una edición física a cargo de Meridiem Games en nuestro país. 

Esto último siempre es de agradecer, y más con una licencia tan nostálgica como ésta, que, además, vuelve a las raíces del beat’em up clásico.

Rejuveneciendo un género de antaño

A raíz de la decadencia de los salones recreativos y del auge del hack and slash, el género del beat’em up cayó en las catacumbas del olvido. 

Durante muchos años, sólo alguna que otra alma libre se dignó a darle coba. Pero, por suerte, la escena indie lo ha rescatado del ostracismo en los últimos años y lo ha rejuvenecido.

Los más creciditos del lugar dimos palmas con las orejas cuando salió Streets of Rage 4 y nos pusimos a cantar a pleno pulmón cuando se anunció TMNT: Shredder’s Revenge. 

También nos alegramos cuando Microids presentó un nuevo Astérix a la vieja usanza, tras haberse centrado en los últimos años en los juegos 3D de la subsaga XXL.

Se nos hizo la boca agua sólo de pensar en que hubiera un nuevo juego 2D como los que Konami, Sega o Infogrames lanzaron en la década de los 90. 

Además, el equipo responsable, aun siendo novel, cuenta con veteranos como Phillipe Dessoly y Pierre Adane, ex de Ocean France que trabajaron en conversiones de clásicos como Pang y Toki.

Pues bien, ahora que hemos podido jugar a Astérix & Obélix: Slap Them All!, debemos decir que nos ha dejado una sensación agridulce. 

Como juego sobre los irreductibles galos, es delicioso y desprende un cariño innegable; como beat’em up, aunque es divertido, resulta simple y repetitivo. Pero vayamos romano a romano.

Uderzo y Goscinny estarían orgullosos

El juego consta de seis actos en los que se recrea, de forma muy general, el argumento de algunos de los cómics, como Astérix en Bretaña o Astérix y Cleopatra. 

No obstante, hay que precisar que el sexto y último acto ofrece una historia inédita. Así, hay un total de 50 fases, entre las cuales se incluyen imágenes estáticas que imitan a viñetas.

Sin duda, lo mejor del juego es el apartado visual, digno de los cómics o las películas de animación. Los diseños y los movimientos del dúo protagonista son propios del material original, pero con el añadido de la interactividad. Es una delicia abofetear romanos y ver cómo la pantalla se llena de explosivas onomatopeyas de colores.

Los enemigos también cuentan con un gran diseño, y hay guiños aquí y allá que os sacarán más de una sonrisa, en especial cuando os enfrentéis a los piratas.

Mejores accesorios para PS4 que puedes comprar

Te presentamos algunos de los accesorios y periféricos imprescindibles para mejorar tu experiencia en PlayStation 4.

Ver listado

Tampoco desmerece el colorido de los escenarios que atravesamos, que, si bien se repiten con frecuencia, también parecen extraídos de los cómics o las películas.

En cuanto al apartado sonoro, se combinan melodías muy desenfadadas con algunos chascarrillos esporádicos de Astérix y Obélix, que, eso sí, hablan en inglés, igual que el narrador que hila la historia entre fase y fase.

Nos habría gustado que se recrearan más historietas, especialmente las de Las doce pruebas, que habría dado muchísimo juego, pero, aun así, como homenaje visual a los cómics, Slap Them All! es irreprochable. 

Gracias a la alta definición y el regreso a las 2D, es, seguramente, el juego que mejor ha replicado la esencia de la obra de Uderzo y Goscinny... y eso que no ha habido pocos, precisamente.

Aguachirle mágico

Ahora bien, al analizarlo como videojuego, no se observa el mismo grado de excelencia. Estamos ante un beat’em up anodino y que no pasa de cumplidor. No hace nada especialmente mal, pero tampoco brilla o sobresale en nada. 

Es verdad que, casi por definición, los beat’em ups resultan divertidos. Al fin y al cabo, dar tortazos virtuales es una fórmula casi infalible. No obstante, en este caso, sucede que el juego no está a la altura de sus homónimos contemporáneos, e incluso se podría decir que el predecesor de Konami de 1992 era superior en cuanto a variedad, que es un factor clave.

El control de Astérix y Obélix es correcto y, de hecho, cada personaje cuenta con sus propias técnicas, hechas a imagen y semejanza de las que despliegan en los cómics. 

Así, por ejemplo, Astérix puede realizar una especie de torbellino, mientras que Obélix puede agarrar a los enemigos y golpearlos contra el suelo agitándolos a un lado y a otro.

A eso, hay que sumar la presencia de un modo cooperativo a dobles. Por desgracia, es sólo local, así que olvidaos de compartir somantas online con algún amigo, algo que debería haber sido una prioridad.

El problema de Astérix & Obélix: Slap Them All! es que tiene un diseño de niveles y unos combates ramplones. Es un ‘mata-mata’ que apenas varía entre la misión 1 y la 50. Realmente, las cinco horas que dura la aventura (gracias a que, a menudo, se repiten muchos escenarios y jefes) se hacen más eternas que Roma.

Hay alguna fase de bonus esporádica donde cazar jabalíes a la carrera o romper barriles, así como alguna secuencia breve que altera un poco el ritmo, como esquivar varias cuadrigas, pero, por desgracia, estamos casi siempre haciendo lo mismo. En ese sentido, las cajas de impacto funcionan bastante bien, pero el conjunto flojea en demasiados aspectos.

Para empezar, los enemigos son unos fantoches que ni sienten ni padecen. Sean romanos, normandos o leones, todos se comportan igual: como reses que van al matadero. Incluso los jefes. 

No hay casi ningún enemigo que tenga un patrón de ataque propio o que se defienda para obligarnos a modificar nuestra estrategia. De ahí que sea tan repetitivo.

En relación con eso, Astérix y Obélix disponen de una técnica que los hace prácticamente invencibles: una arremetida con la que atropellar a los enemigos e, incluso, ‘atravesar’ las lanzas que tiran algunos. Eso hace que sea un juego muy fácil, independientemente de cuál de los cuatro niveles de dificultad elijamos.

Una vez superada la Aventura, se desbloquea un Modo Libre que permite rejugar todas las fases para tratar de mejorar la puntuación. Pero también ahí hay una tara: el juego carece del típico sistema de puntuación con letras (S-A-B-C-D) que invita a superarse. Sólo se nos puntúa con un frío número que, realmente, no aporta gran cosa ni induce a repetir las fases.

Tampoco hay un sistema de combos que nos inste a lucirnos. Hay un contador de golpes en la interfaz que casi ni se ve y que no tiene apenas relevancia, pues sólo se resetea si pasa demasiado tiempo entre tortazo y tortazo. Aunque nos golpeen, el contador sigue sumando, así que se pueden encadenar más de 1.000 porrazos sin ninguna dificultad.

Quizá el estudio de desarrollo tendría que haberse fijado en qué han planteado en los últimos años beat’em ups del calibre de Streets of Rage o Dragon’s Crown en cuanto a cooperativo online, combos, enemigos, rejugabilidad… Porque, añadiendo algunas de las ideas de esos juegos, el resultado habría sido más contundente, indudablemente.

No todos los caminos llevan a Roma

Astérix & Obélix: Slap Them All! es un juego de contrastes. En lo visual, como adaptación de los cómics o las películas de animación, es sobresaliente y entra por los ojos mejor que la poción mágica de Panorámix por la boca. En lo jugable, en cambio, es un caldo soso como el placebo que el propio Astérix les preparó a los bretones.

No es un juego fallido, ni mucho menos, y concede margen para disfrutarlo en compañía de los más pequeños, pero esperábamos más de este beat’em up, que no llega a ser ni de la vieja escuela ni de la nueva: se queda a medio camino y no llega ni a la Galia ni a Roma, y eso que dicen que todos los caminos conducen allí.

Conoce cómo trabajamos en HobbyConsolas.