Análisis de Darksiders 3, el regreso de la saga para PS4, Xbox One y PC

Seis años han pasado desde el lanzamiento de Darksiders 2. Seis años en los que el futuro de la saga creada por Vigil Games ha sido incierto por momentos, con el cierre del estudio que amenazaba con dejar inconclusa una saga como esta. Pero cuatro son los jinetes, y dos juegos no bastan para contar su historia, motivo por el cual desde Gunfire Games y THQ Nordic nos traen este Darksiders 3, el tercer capítulo de su apocalíptica saga en el que encarnaremos a una nueva jinete, que no es otra que Furia.

Y hablamos de "su" saga porque, a pesar del cambio del estudio, en Gunfire Games han contado con gran parte de los desarrolladores que formaron parte de Vigil Games en su día, gente que ya trabajó en los juegos originales y que se los conocen al dedillo. Es por ello que no han temido a la hora de volver a sus orígenes con Darksiders 3, una aventura que se distancia de la segunda entrega para regresar al Hack and Slash más puro, y que además se siente en todo momento como un "Darksiders".

Guerra, Muerte y... Furia

Darksiders 3 tiene lugar después del comienzo del primer Darksiders, con nuestro amigo Guerra apresado para variar, y nuestro mundo en un estado bastante deplorable. Es en este momento cuando el Consejo Abrasado encomienda a Furia una importante misión: debe viajar a la Tierra para capturar a los Siete Pecados Capitales y ayudar a que se restaure el equilibrio entre los reinos. Esta no es una tarea simple, y en el pasado requirió de los cuatro jinetes juntos para llevarla a cabo, pero como no todos están disponibles, es el turno de Furia para demostrar su valía.

Aún así, Furia no estará sola del todo en su misión. Puesto que el Consejo no es muy de fiarse de la gente, Furia se verá acompañada por una Vigilante durante toda la misión, una compañía que se convierte en uno de los pilares principales de la aventura. Donde Furia es una persona testaruda, altiva y un poco ambiciosa (además de furiosa, por cuestiones obvias), su Vigilante es más ladina, con una personalidad algo sarcástica, que no duda en antagonizar con la propia Furia, y en ocasiones da lugar a unos intercambios ciertamente divertidos.

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Esta relación cambia a lo largo de la trama con la propia evolución de los personajes, y la Furia que nos encontramos al final del juego es muy distinta a la que veíamos al comienzo de la aventura. Pero estos no son los únicos personajes importantes, ni mucho menos. Durante la aventura nos toparemos con distintos seres de los diversos reinos que componen el universo de Darksiders, e incluso veremos de vuelta a algunos personajes conocidos de la saga, como Vulgrim o Ulthane, que nos ayudarán a completar nuestro objetivo.

También conoceremos a Masacre, el caballo de Furia que aparece de manera relevante en ciertos momentos de la trama, aunque nunca llegaremos a controlarlo de manera jugable. Pero si hay algo que diferencia a Darksiders 3 de sus antecesores en el terreno narrativo, es la presencia de varias decisiones que afectan de manera directa al final del juego. No son muchas ciertamente, se pueden contar con menos de los dedos de una mano, y solo aparecen en los últimos compases del juego, pero están bien implementadas y hacen que te lo pienses bastante antes de tomarlas por si estuvieras haciendo lo correcto o no.

Solita en el infierno

Pero ahora vamos al meollo, a la jugabilidad y el diseño, que es donde más cambios presenta este Darksiders 3. Y es que con esta entrega, la saga ha vuelto de lleno al género del Hack and Slash con una aventura más enfocada a la acción directa que prescinde de algunos de los cambios que se veían en el segundo juego. El "looteo" de equipamiento y armas ha desaparecido, y su mundo ya no se estructura en torno a una zona central abierta que conecta a distintas mazmorras, sino que el propio mundo entero es una gran mazmorra abierta con distintas zonas conectadas entre sí, un poco como lo que se ve en algunos juegos como los de cierta saga de Miyazaki.

De esta manera, nos topamos con diversas áreas muy diferenciadas, que abarcan desde rascacielos en ruinas y oscuras estaciones de metro hasta lagos de podredumbre, ciudades desérticas, criptas tenebrosas o las infernales profundidades de nuestro mundo, e incluso algún nivel subacuático que otro. Y cada zona cuenta con sus propios enemigos distintivos, que están perfectamente caracterizados con el entorno que les rodea. Esta variedad hace que progresar sea divertido, y es sin duda una de las virtudes del juego.

Como el mundo no cuenta con un núcleo principal propiamente dicho, cada ubicación presenta una serie de Agujeros de Serpiente que son similares a los presentes en el primer Darksiders. En ellos, podemos comerciar con Vulgrim para adquirir objetos consumibles y materiales o para subir de nivel con las almas que hayamos acumulado, además de emplearlos como transporte o reaparecer en ellos en el caso de que muramos.

Por lo general, la aventura mantiene un buen ritmo de principio a fin, con multitud de combates que se ven intercalados por secciones de plataformas o de puzles, y distintas zonas que se abren cuando desbloqueas alguna habilidad concreta. En total, podemos desbloquear un total de cuatro poderes o "Vacíos" a lo largo del juego, cada uno con un poder elemental que nos otorga nuevas capacidades para movernos por el mundo, y con un arma secundaria propia de cada uno. No queremos revelar mucho sobre estos poderes, pero su uso está bien integrado en el diseño de los puzles, que invitan a experimentar con ellos en algunas ocasiones.

Sin embargo, Darksiders 3 peca de bastante linealidad a lo largo de su recorrido, a pesar del diseño de su mundo. La mayoría del tiempo (por no decir siempre) solo hay un camino correcto para seguir avanzando, y muchos de obstáculos que requieren de una habilidad concreta te los vas a volver a encontrar sí o sí según hayas progresado. Tampoco hay desafíos extra o actividades secundarias que le otorguen más variedad, aunque hay cierto margen para la exploración en cada nivel, con objetos y enemigos especiales muy bien escondidos. Ciertamente su diseño podría estar mejor aprovechado, pero aún así el ritmo se mantiene elevado a lo largo del juego, y gran parte de esto se debe al sistema de combate.

Furia descontrolada

Como Furia, podemos realizar ataques y combos de movimientos con nuestro látigo o con el arma secundaria que tengamos equipada, además de esquivar los ataques enemigos y, si lo hacemos en el momento justo, desatar un contraataque muy poderoso. También contamos con un ataque de furia, que se recarga con el tiempo y varía en función de la habilidad activa, y con una forma de devastación que nos hace invulnerables por un tiempo mientras desatamos toda nuestra furia sobre los enemigos.

Si bien esto no suena muy novedoso, el sistema de combates está bastante pulido, es fluido y se integra muy bien en el juego. Y esto se ve reforzado por unos enemigos que son realmente duros de pelar, cada uno con sus propios patrones de ataque y sus estrategias específicas. Incluso en la dificultad normal, los combates de Darksiders 3 suponen todo un desafío que requiere de habilidad y de un buen conocimiento de tus enemigos y sus vulnerabilidades, además de aprovechar los objetos y nuestros poderes, con sus respectivas armas secundarias, para triunfar.

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Pero tampoco podemos descuidar la propia progresión de nuestro personaje. Si bien se ha prescindido de muchos de los elementos "roleros" del segundo juego, en Darksiders 3 todavía vemos algunas cualidades como un sistema de niveles o la posibilidad de mejorar nuestro equipo. Si llevamos las almas que recolectamos a Vulgrim, podemos invertirlas en aumentar nuestro nivel, lo cual nos permite mejorar la salud, el daño físico que causamos o el daño arcano (por habilidades y contraataques). Y es muy importante tener nuestro nivel al día, puesto que con cada nueva área y cada nuevo jefe, los enemigos aumentarán su poder para ponernos las cosas más difíciles.

También podemos mejorar nuestras armas para que hagan más daño si se las llevamos a Ulthane y disponemos de los componentes necesarios, además de equiparlas con mejoras a modo de runas que les otorgan cualidades especiales. Así, una mejora puede hacer que regeneremos vida con cada ataque o que aumente nuestro margen de invulnerabilidad para esquivar, entre otras cosas. Estas mejoras también se pueden mejorar, valga la redundancia, para potenciar sus beneficios y ayudar a Furia a ser aún más mortífera.

Además, al explorar es posible encontrar algún objeto que aumente los usos máximos de nuestro objeto de curación principal o la cantidad de vida que nos regenera. Los objetos, por lo general, son una buena forma de mejorar nuestras cualidades si se nos queda atascado algún combate, y nos permiten regenerar nuestras habilidades, potenciar temporalmente la defensa o el ataque, aumentar nuestra velocidad o incluso revivir si nos derrotan, aunque su uso en combate se ve limitado por un tiempo de espera entre cada objeto que usemos.

Lo único que se puede echar en falta a la hora de hablar de la progresión en el juego es la posibilidad de adquirir o desbloquear nuevos combos para Furia. Y es que la cantidad de movimientos disponibles en cada arma se antoja un tanto reducida, y tampoco se ve aumentada a lo largo de la aventura con nuevos ataques, por lo que uno se acaba acostumbrando a realizar el mismo combo una y otra vez según avanza por el juego.

Un regreso digno para la saga

Antes de terminar, es importante señalar que el juego llega completamente localizado al castellano como sus antecesores. No solo en cuanto a textos y a los subtítulos, sino también las voces y las escenas de vídeo. Aún así, no hay que olvidar que este Darksiders 3 se trata de un proyecto más pequeño que el de las grandes producciones, algo normal si tenemos en cuenta todo lo que han vivido desde su estudio para traerlo, y eso es algo que se nota en algunas de las animaciones y escenas, o en los escenarios más amplios, donde hemos notado alguna bajada de frames con algo de popping.

Sin embargo, si lo valoramos en conjunto, Darksiders 3 es un juego lo suficientemente entretenido para mantenerte enganchado durante las 14 o 15 horas que tiene de duración (a nosotros nos ha durado 14 horas y media según Steam). Los combates son emocionantes y frenéticos, con unos enemigos que suponen un auténtico desafío, y sus entornos ofrecen una buena variedad de situaciones y puzles por afrontar. Ya seas fan o no de la saga, Darksiders 3 es una aventura que merece la pena jugarla.