Análisis de Darkwood para PS4, Nintendo Switch y PC

Allá por el año 2014, el estudio polaco Acid Wizard publicaba a través de Steam Early Access su primer juego, apodado Darkwood. Tres años después,  y con todo el feedback de los usuarios, Darkwood se lanzaba oficialmente para PC. Es uno de esos juegos que sin hacer demasiado ruido, va rodeándose poco a poco de una legión de fervientes seguidores, como los miembros de una secta congregándose en torno al calor de una hoguera en mitad del bosque. Tal ha sido su lento pero incesante trayecto, que en 2019 Darkwood ha llegado a PS4 y Nintendo Switch.

Pero ¿cuál es su secreto? A primera vista no es un juego demasiado llamativo: es oscuro hasta el punto de que parece realizado en blanco y negro, y la perspectiva aérea no es la más adecuada en un juego de terror... O eso pensábamos. Acompañadnos para descubrir por qué la obra de Acid Wizard es uno de los juegos más terroríficos que nos hemos echado a la cara en nuestro análisis de Darkwood para PS4, Nintendo Switch y PC.

Hazte con esta terrorífica figura de Pyramid Head

Survival horror

La base de Darkwood es la esencia pura del survival horror: supervivencia y terror. Estamos abandonados a nuestra suerte en un oscuro bosque y el objetivo es escapar. Para lograrlo, debemos explorar el mapa, que es relativamente abierto (al avanzar en la historia logramos acceso a nuevas zonas), en busca de todo tipo de recursos: clavos, tablones de madera, comida... Cualquier cosa sirve. Tenemos por supuesto un inventario con espacio limitado que debemos gestionar, y un sistema de fabricación de objetos. 

Hay también un curioso sistema de habilidades: al extraer la esencia de ciertos elementos (principalmente comida... o cosas que parecen comestibles), podemos inyectarnos un "cóctel" con el que obtenemos acceso a una nueva ventaja. Pero al seleccionar la que prefiramos, también estamos obligados a elegir una característica negativa. Es una forma de equilibrar la balanza, que en ocasiones nos hace replantearnos si realmente merece la pena la inyección.

Darkwood también cuenta con un ciclo día/noche que afecta enormemente a nuestra forma de jugar: por el día podemos explorar el bosque y sus diferentes localizaciones en busca de recursos, armas, etc. Hay peligros, por supuesto, pero si somos hábiles y vamos preparados podemos sortearlos.

Cuando cae la noche, sin embargo, debemos correr a refugiarnos a nuestra cabaña. Quedarse en el exterior cuando no hay luz significa la muerte, pero estar dentro de la cabaña no significa estar a salvo: por la noche somos atacados por distintas criaturas, y debemos colocar barricadas y trampas de forma estratégica para tratar de sobrevivir hasta que amanezca. Y si se agota la gasolina del generador... Nos quedamos sin luz eléctrica. Os podéis hacer una idea de lo que eso significa.

La muerte también tiene efectos distintos dependiendo de la hora: por el día, perdemos la mitad de los objetos del inventario, pero podemos regresar al sitio donde caímos para recuperarlos. Si caemos por la noche, durante la defensa de la cabaña, despertaremos al día siguiente, pero nuestra reputación permanecerá inalterada. La reputación es lo que nos permite acceder a nuevos objetos en los comerciantes, y aumenta cada noche que logramos sobrevivir.

A lo largo de Darkwood nos topamos con una serie de personajes, cada uno más... interesante (por decirlo de algún modo) que el anterior. Suelen plantearnos preguntas o encargarnos misiones secundarias, y en función de cómo reaccionemos, la historia seguirá distintos caminos que desembocan en distintos finales.

Lo cierto es que pese a su aparente sencillez, Darkwood es un juego complejo, con mecánicas elaboradas que requieren paciencia y, sobre todo, comprensión. Porque no estamos ante la clase de juego que nos satura con tutoriales; todo lo contrario. Los objetivos para avanzar no suelen ser demasiado específicos (y por supuesto no aparecen marcados en el mapa), y durante las primeras horas es un juego que se cierra sobre sí mismo hasta el punto de resultar obtuso, haciendo que el avance (y la supervivencia) sea complicado. Está en nuestras manos aprender y descubrir las cosas que ofrece, muchas veces mediante la experimentación.

Esto, que puede parecer un aspecto negativo (y hasta cierto punto lo es, no estamos ante un juego accesible para todo el mundo), es en realidad una de las mayores fortalezas de Darkwood, y va en sintonía con el resto de apartados del juego, logrando generar en el jugador una constante sensación de desconocimiento.

La perspectiva aérea, por ejemplo, funciona a las mil maravillas en este sentido. En lugar de tener una visión completa de todo lo que nos rodea, sólo podemos ver lo que está delante de nuestro personaje, dentro de su cono de visión. El resto queda oscurecido, permitiéndonos hacernos una idea del escenario, pero sin llegar a saber si hay algo esperando o moviéndose en las sombras.

Gráficamente, Darkwood es un juego relativamente sencillo. Los efectos de iluminación en tiempo real quizás sean lo más destacable dentro de su mundo de colores apagados, pero también hay que destacar la trabajada representación de los muchos objetos que podemos encontrar. 

Todo esto hace que el escenario, sus distintos elementos e incluso los enemigos, no estén demasiado definidos; nunca tenemos del todo claro a qué nos enfrentamos... Y, de nuevo, se trata de una virtud. Darkwood es, probablemente, uno delos mejores representantes virtuales del concepto de terror "lovecraftiano", y lo hace sin siquiera estar basado o inspirado en la obra del autor estadounidense (sus creadores citan entre sus influencias a David Lynch y juegos como Dark Souls).

En Darkwood el miedo no proviene de un susto repentino o un monstruo grotesco. En Darkwood, el miedo viene de no saber qué nos espera más adelante, no saber de dónde proviene ese sonido o quién o qué lo ha provocado. Es, literalmente, el miedo a lo desconocido.