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Análisis de Dustborn, un viaje por carretera lleno de identidad, política y aventuras

Dustborn
Foto del redactor David RodríguezFoto del redactor David Rodríguez

Dustborn se postula como una de las aventuras narrativas más interesantes de los últimos años. Tras haber jugado a este introspectivo viaje por carretera te cuento si merece la pena vivir esta historia llena de matices. ¡Vamos con el análisis de Dustborn!

Dustborn llega a PS5, PS4, Xbox Series X|S, Xbox One y PC como el nuevo proyecto indie apadrinado por Quantic Dream (Detroit Become Human o Heavy Rain) desarrollado por Red Thread Games, creadores de la más que interesante aventura noir Draugen.

La compañía noruega ya había demostrado su buena mano a la hora de formular narrativas complejas y ahora da un salto en cuanto a ambición, cambiando su enfoque. Adiós al misterio en los fiordos. Hola a la distopía política y a la diversidad.

Dustborn es una aventura narrativa que no te va a dejar indiferente mientras busca retratar una realidad política dentro de un futuro más que posible, a la par que aborda temas tan importantes como la identidad de género, la salvaguarda de los derechos LGBTI o la libertad de culto.

Red Thread Games recurre a un puñado de personajes de lo más especial y a una trama a lo road movie aderezada con toques paranormales para plasmar temas sociales que están a la orden del día  y que cada vez gozan de más visibilidad.

Dustborn no es solo un simple viaje por carretera por Estados Unidos, sino que al igual que otros juegos como Road 96, busca ofrecer una visión más amplía del mundo que nos rodea, en donde las personas lucen con orgullo su complejidad.

¿Sientes curiosidad? Aquí te voy a contar todo lo que debes saber sobre este juego, que ya es una de esas propuestas destacadas de un 2024 repleto de juegos realmente interesantes. Dentro análisis de Dustborn para PS5, PS4, Xbox Series X|S, Xbox One y PC:

La historia de Dustborn: identidad y sueños de libertad a la luz de la hoguera

Dustborn tiene lugar en un futuro hipotético en donde los Estados Unidos se han dividido. California se ha separado (en referencia a la corriente independentista del estado) y su lugar lo ocupa Pacífica.

El resto del país ha caído víctima de un régimen opresor fascista en una suerte de ucronía en donde JFK sobrevive a su intento de asesinato. En medio de este apasionante contexto histórico, perfectamente representado a base de pequeños detalles, están Pax y compañía.

Este grupo, que posee la particular habilidad de poder usar su voz de una forma especial, se ve obligado a huir de Pacífica buscando una escapatoria a la persecución racial que sufre. ¿Su objetivo? Cruzar el país en un destartalado autobús y entregar una valiosa carga.

Dustborn

Encarnaremos a Pax, quien puede utilizar su voz para provocar emociones negativas o controlar a la gente (como si de una Bene Gesserit de Dune se tratara) y que debe comandar a este grupo de allegados, cada uno con sus propios problemas.

Dustborn logra representar a cantidad de colectivos con cada uno de los personajes. Tenemos a una persona no binaria de Hong Kong, a la mejor amiga de Pax, de cuerpo no normativo y musulmana, a un hombre que no entra dentro de lo que podríamos entender como cisnormatividad... y a un robot.

Pese a que pueda parecer algo forzado, el relato hace que toda esa amalgama de identidades e ideologías resulte convincente. Los personajes son algo más que su condición... tienen vidas, opiniones y motivaciones propias y bien formadas.

Dustborn

La historia fluye a lo largo de una decena de capítulos en los que viviremos toda una aventura que se irá estableciendo conforme tomes decisiones trascendentales. Dustborn establece un relato atractivo gracias a su propio contexto y al excelente diseño de sus personajes.

Si bien es cierto que en momentos quizá pueda estirar demasiado el chicle con algunos dramas innecesarios y a que se abrazan varios clichés de las road movies, el resultado convence, especialmente si buscas conocer las inquietudes de personas que normalmente no se ven representadas en un videojuego.

Carreteras secundarias, canciones bajo las estrellas a la luz de la hoguera, conversaciones profundas, momentos de acción, amor, rebeldía y un sueño de libertad, casi adolescente, se dan la mano para forma una historia política, compleja y a la vez... sencilla.

El gameplay de Dustborn: así es la jugabilidad de esta aventura

Dustborn no se complica en lo que a jugabilidad se refiere. Controlaremos a Pax en tercera persona recorriendo una serie de entornos cerrados y lineales en donde tendremos que ir conversando con los diferentes personajes a medida que progresa la historia.

El sistema de diálogos tiene su profundidad, ya que hay muchas opciones que pueden afectar a nuestra relación con cada uno de los miembres del grupo. Las elecciones que tomemos repercutirán más adelante o abrirán nuevas acciones en ese mismo instante.

Todos los momentos que vivimos en cada capítulo quedan luego registrados en un cómic. Y es que la estética de tebeo del juego le aporta un valor diferenciador, a la par que casa muy bien con la formulación del relato.

Dustborn

También me gusta que durante las conversaciones se pueda controlar la cámara libremente y que esta se ajuste automáticamente a una serie de encuadres predeterminados muy cinematográficos que refuerzan el gran nivel visual y artístico que atesora la aventura.

Lo único que he echado en falta dentro del apartado jugable de la narrativa es una mejor estructuración de los diálogos. Muchas veces hay demasiadas frases en pantalla y algunas no sabes quién las dice, ya que el juego no está doblado al castellano y no hace mención a los interlocutores en los subtítulos (solo tiene textos en español).

Dustborn

Pero aquí hay más que palabras. Dustborn nos propone diferentes actividades en forma de minijuegos como jugar a arcades, tocar la guitarra y demás desafíos que refrescan un tanto el gameplay. Sin embargo, me habría gustado ver más variedad que se alejase de estos ejemplos, ya que otras aventuras narrativas también suelen recurrir a estos mismos.

Aunque lo cierto es que Dustborn no se conforma con diálogos, pequeños sectores de exploración y minijuegos. El título tiene secciones de combate en tiempo real. Por desgracia, este es el punto más flaco del juego y se nota demasiado.

Las batallas son sencillas y su sistema se basa en algunos pequeños combos con el bate de Pax (que también se puede lanzar) y el uso de la voz para causar diferentes estados a los enemigos. También encontramos ataques combinados, pero no mucho más.

Dustborn

Sin duda, tener combate no es algo con lo que muchas aventuras narrativas se atrevan a coquetear, por lo que hay que aplaudir la valentía de Dustborn. Por desgracia, el resultado es inconsistente. No es malo, pero tampoco supone un acierto.

El control de Pax es demasiado tosco y robótico y todo acaba repitiéndose. Además, no encuentro al combate como algo que entre en sincronía con la trama. Me explico... Muchas veces, el grupo tiene miedo de las autoridades y no son especialmente distros en el manejo de las armas.

No obstante, hay momentos en los que acabamos con hordas enteras de guardias armados hasta los dientes. Aquí se produce una disonancia importante, ya que no deberíamos poder causar tantos daños y luego tener miedo a plantar cara al peligro en otros momentos de la historia.

 

Duración de Dustborn: ¿es un juego largo?

Me ha sorprendido la duración de Dustborn. El juego puede llevarte unas 15 horas e incluso algo más si decides tomarte las cosas con calma, charlar con todo el mundo y completar algunos de los retos o actividades secundarias que se guarda.

Esperaba que fuese algo más corto, pero es cierto que no se sufren muchos problemas en cuanto a la gestión del ritmo del discurso y rara vez sientes que esto se está alargando más de la cuenta. Recomiendo tomarse esto como el viaje que es y no pensar en el destino final.

 

La dificultad de Dustborn como juego narrativo de acción

Dustborn no es un juego difícil. Su jugabilidad centrada en la narrativa impide que los desafíos se te puedan atascar. Sin embargo, los combates podrían suponerte algún problema en caso de que no controles juegos de acción.

No obstante, estas batallas tampoco son nada del otro mundo (como ya he mencionado) e incluso el juego te permite ajustar su aparición y descartarlas en caso de que solo quieras centrarte en la historia, así que no tendrás mayores problemas para pasarte la historia.

El único punto en el que se requiere de una mayor habilidad a los mandos es en las secciones de concierto. Las canciones exigen un buen grado de concentración y coordinación (más del esperado), pero aun así, aunque falles, la historia continuará.

Dustborn

Precio, plataformas y ediciones de Dustborn

Dustborn está disponible en formato digital para PS5, PS4, Xbox Series X|S, Xbox One y PC a un precio reducido de 29,99 euros. Ten en cuenta que si reservas el juego te llevas como incentivo el Gorro Bicolorojo, la Chaqueta TBOjo y Bate PsicoPete como extras cosméticos.

Además, Dustborn también cuenta con una edición Deluxe en formato físico editada por Meridiem Games desde 39,99 euros que incluye extras como dos postales, un mapa de la República Americana, un cómic (en inglés) precuela de 32 páginas y varias pegatinas. Echa un ojo a esta edición:

Another one bite the Dust-born

Dustborn no es el juego perfecto e incluso quien ande buscando una trama de viaje por carretera puede llegar a encontrarse ciertos temas que ya están algo quemados dentro del género. Sin embargo, la obra de Red Thread Games cuenta con una gran cantidad de aciertos.

El primero de ellos es formular una narrativa y un mundo llenos de matices y con unos personajes que son mucho más de lo que se ve a simple vista. El relato está bien estructurado y siempre querrás seguir jugando para conocer cuál será el siguiente paso del grupo.

Dustborn

Donde da en el clavo Dustborn por segunda vez es en cómo representa las identidades que siempre han estado ahí, pero que es gracias a este tipo de obras por las que podemos seguir luchando por una mejor representación y visibilización de la compleja y variada sociedad en la que vivimos.

Dotar de sensibilidad y naturalidad no es algo fácil de conseguir, pero Dustborn logra un gran resultado con el material que pone encima de la mesa y que queda adornado con un apartado gráfico estilo cómic muy atractivo, aunque no original y una banda sonora muy resultona.

Dustborn es carretera y manta, pero también se esfuerza por dejar claro (una vez más) que los videojuegos van mucho más allá del mero entretenimiento. Estamos ante un largo viaje y solo se puede hacer una cosa: seguir progresando.

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VALORACIÓN:

Dustborn entrega un relato a lo "road movie" con una trama interesante y adictiva que además dota de una gran sensibilidad a temas tan importantes como la identidad de género o el empoderamiento de la mujer. Todo ello hace que pases por alto algunos de sus tropiezos en materia jugable.

LO MEJOR:

El diseño de los personajes. Su estética comiquera. Decisiones y opciones muy variadas.

LO PEOR:

El combate. Algunas conversaciones pueden hacerse algo pesadas.

Plataformas:

PC,

PS4,

Xbox Series X,

Xbox One,

PS5

Versión comentada: PS5

Hobby

82

Muy bueno