Análisis de Hitman 2 para PlayStation 4, Xbox One y PC

En 2016 se lanzaba Hitman, sexta entrega de esta longeva saga de acción e infiltración que volvía a ponernos en el traje del Agente 47, ambientándose tras los acontecimientos de Hitman: Absolution. Su lanzamiento, para PS4, Xbox One y PC, no estuvo exento de cierta polémica, pus su lanzamiento se realizó de forma episódica. Aun así, se destapó como un título que mantenía las señas de identidad de la saga (libertad total a la hora de realizar los asesinatos), las ampliaba e introducía algunas ideas de lo más interesantes, como los objetivos escurridizos.

Análisis de Hitman: Paquete de Introducción para PS4, Xbox One y PC

Pero el futuro del Agente 47 quedó en entredicho en 2017, cuando Square Enix decidió desvincularse por completo de IO Interactive, responsables de la saga Hitman. Por suerte, el asesino no tardó en encontrar un nuevo hogar en los brazos de Warner Bros. Interactive, y por eso hoy estamos ante Hitman 2, secuela directa del anterior para PS4, Xbox One y PC, que se desprende del formato episódico (para alegría de todos) para ofrecer una experiencia completa; experiencia que detallamos sigilosamente en nuestro análisis de Hitman 2. 

Con un puñetero lápiz

Lo primero que salta a la vista al ponernos a los mandos de Hitman 2, en especial si jugamos al título anterior, es que estamos ante una secuela muy continuista en todos los apartados. Técnicamente, y quitando algún efecto de iluminación, es prácticamente idéntico al anterior, algo no es algo necesariamente malo si tenemos en cuenta que no se veía nada mal. Y jugablamente tres cuartos de lo mismo: el primer Hitman era un muy buen juego de acción e infiltración, y en este el objetivo ha sido, claramente, ampliar esa experiencia y refinar la fórmula.

Eso significa que en Hitman 2 volvemos a encontrarnos con diversos escenarios abiertos -seis concretamente- tan dispares como Miami, Bombai o India, y que en cada uno de ellos tenemos diversos objetivos que asesinar de la forma más sigilosa posible (o no). Podemos completar las localizaciones en el orden que nos plazca, casi como si se tratase de los episodios del anterior, aunque el juego nos invita a hacerlo en un orden concreto para adaptarnos algunas de las novedades que se incluyen en Hitman 2.

Las principales son que en esta ocasión el tamaño de los escenarios ha aumentado considerablemente: además del espacio abierto, encontramos multitud de localizaciones interiores a las que podemos acceder (aunque en muchas ocasiones primero tenemos que descubrir cómo acceder), convirtiéndose en los más grandes que hemos visto en la saga Hitman. Y el número de posibilidades al acometer los asesinatos, que ya destacaba por su variedad y originalidad en el juego de 2016, también ha aumentado. Pero 47 también ha aprendido un par de truquitos nuevos, como perderse entre la multitud, esconderse en la maleza o utilizar espejos para tener controlado al enemigo en todo momento.

Por supuesto este asesino no tiene un pelo de tonto, y sigue conservando sus habilidades más legendarias, como su increíble habilidad para el disfraz (podemos robarle la ropa a prácticamente cualquier NPC que asesinamos/dejemos KO) o sus conocimientos para convertir cualquier objeto en una trampa mortal: envenenar una copa de vino, desactivar los frenos de un vehículo sabotear una fuente eléctrica... El límite está en nuestra imaginación, pues Hitman 2 constantemente nos sorprende con nuevas formas de matar, cada cual más original que la anterior, y muchas de ellas cargadas de humor negro.

El Agente 47 es un gran tirador, pero en los tiroteos siempre llevamos las de perder: la IA de los enemigos suele responder con muchísima eficacia, algo que no se puede decir de los controles al disparar, que a veces nos dejan vendidos. Así que el enfrentamiento directo siempre debería nuestra última opción. Además, siempre resulta mucho más divertido eliminar a un objetivo usando unas (o varias) de las múltiples posibilidades que el juego ponte ante nosotros.

El hecho de estar ante un "paquete completo" es sin duda un punto a favor de Hitman 2 respecto a su predecesor, pero es que esta entrega también llega cargada de extras que amplían la experiencia. Para empezar, la gran cantidad de posibilidades hace que todos los es escenarios sean altamente rejugables, pero fuera de la historia también encontramos dos modos adicionales: Sniper Assassin y Ghost Mode.

Como su nombre indica, en el primer debemos eliminar a los objetivos usando un rifle de francotirador desde una posición elevada. Esto es mucho más fácil decirlo que hacerlo, pues hay que lograrlo sin que salten las alarmas... Así que debemos eliminar a los objetivos cuando estén en posiciones donde el resto no pueda encontrar los cadáveres.

Ghost Mode, por su parte, es un modo online (es la primera vez que la saga Hitman se adentra en este territorio) en el que dos jugadores compiten para ver quién asesina antes a cinco objetivos. Aunque los jugadores no están en el mismo "mundo", las acciones que uno lleva a cabo se reflejan en el mundo del otro, dando lugar a algunas situaciones bastante interesantes. 

Como curiosidad, tenemos la posibilidad de jugar todos los episodios del primer Hitman con las novedades introducidas en Hitman 2, aunque para hacerlo es necesario tener instalada la primera entrega.

Y por último, pero no por ello menos importante, tenemos los objetivos escurridizos: eventos gratuitos que IO Interactive lanzará durante los próximos meses que nos invitan a eliminar nuevos blancos bajo ciertas reglas. Y el primero de estos blancos no es otro que el actor Sean Bean, quien por lo visto no ha tenido suficiente con haber sido asesinado cientos de veces en la gran pantalla. Temiendo en cuenta las posibilidades de Hitman 2, las opciones para poner fin a su existencia (virtual) van a ser de lo más interesantes...