Análisis de Lumines Remastered para Nintendo Switch, PS4, Xbox One y PC

Muchas veces, en el diseño de videojuegos, la máxima "menos es más", suele ser la clave para triunfar en algunos géneros. Si no, que se lo digan a Lumines, juego de lanzamiento de la primera portátil de Sony, y para muchos, incluidos nosotros, uno de los mejores juegos de PSP. Sí, hablamos en términos absolutos y nos referimos a todo su catálogo.

Así lo atestigua Lumines Remastered, una nueva versión realizada por Enhance que llega ahora a PS4, Xbox One y PC (con gráficos en 4K), así como a Nintendo Switch, para que volvamos a revivir la magia de un puzle que, a pesar de sus parecidos con otros colosos del género, sigue siendo único en muchos sentidos y por derecho propio.

Porque sobresalir en un género tan consolidado y saturado, y con nombres tan importantes y reconocidos como Tetris, o con fórmulas tan probadas como la de Puyo Puyo o Columns y otros tantos exponentes, era más que difícil. Total, la premisa "bloques que caen del cielo" y que debemos apilar para que desaparezcan, es casi tan vieja como el propio videojuego.

Pero Tetsuya Mizuguchi, el genio que dejó su impronta en Sega con títulos como Sega Rally Championship, Rez o Space Channel 5, dio con la fórmula para conseguir un puzle que, partiendo de una idea conocida, resultara fresco y sobre todo, adictivo.

En Lumines Remastered, como en el original, todo está simplificado al máximo. Sólo existe un único tipo de pieza, cuadrados compuestos a su vez por cuatro más pequeños (es decir bloques de 2 x 2 piezas) que pueden ser de dos colores, en cualquier combinación posible. Eso es todo, no hay nada más. 

La única salvedad es que estos bloques se pueden partir por la mitad, y caer una parte "al vacío", si no se apoyan por completo sobre otro bloque (si una mitad queda suspendida en el aire)

Con estas básicas reglas, nuestro objetivo es crear bloques 2 x 2 del mismo color para que desaparezcan, apilando los bloques de forma estratégica para que eso suceda. Pero, no lo hacen de forma inmediata, sino que una barra de tiempo, que va al ritmo de la música, recorre la parte superior de la pantalla, barriendo y eliminando los bloques del mismo color a su paso.

Esta mecánica es la que diferencia a Lumines Remastered del resto de puzles, ya que la velocidad a la que avanza esta barra (como hemos dicho, ligada al tema musical que suena en cada nivel), nos hace jugar de un modo u otro, intentando crear combos más largos, o por el contrario, jugadas más cortas, con los pros y contras que lleva pareja cada una de estas estrategias (por ejemplo, en la primera tener más bloques en pantalla).

Una mecánica que no sería nada del otro jueves si no entrara en juego su pegadiza música, de la mejor que podéis encontrar en el género (aunque de corte electrónico, algo que puede no gustar a todos... aunque tras escuchar Shining de Mondo Grosso, el primer tema del juego, difícilmente podrás escapar) y su vibrante puesta en escena, con efectos, formas y vibrantes colores que casan a la perfección con al estilo del juego.

En total hay 40 temas musicales distintos, cada uno con su "skin" (cambia el fondo, la combinación de los dos colores y el diseño de los bloques...), así como la velocidad a la que la barra de tiempo avanza por la parte superior de la pantalla "barriendo" los bloques que hayamos conseguido.

El modo principal, desafío, consiste justo en eso, en intentar avanzar todo lo posible, superando los temas de forma progresiva, uno tras otro. Si lo completamos, desbloqueamos el skin, y podemos combinarlas en otros dos modos de este apartado, los llamados Infinito y Aleatorio, que como bien indican, son niveles sin fin o en los que se mezclan los temas de forma aleatoria.

Como en el original, se siguen echando en falta modos de dificultad que, por ejemplo, pudieran afectar a la velocidad con la que caen las notas o introducir distintos elementos que compliquen las partidas (o que las hagan algo más fáciles para los que llegan de nuevas).

Aparte de este modo principal hay otros cuantos, aparecidos en el Lumines original, como Contrarreloj, que nos permite jugar una partida de 1, 3 o 5 minutos, intentando eliminar el mayor número de bloques posible antes de que acabe el tiempo.

Más interesantes, al menos para mi gusto, resultan los modos Puzzle, con 100 niveles en los que debemos crear una figura, en cada uno de ellos, con los bloques o Misión, con 50 pruebas, en las que debemos realizar una jugada con unos bloques predeterminados (y casi siempre consisten en limpiar la pantalla por completo de bloques).

Tampoco falta un modo Vs CPU (que recorta el "terreno" de juego a más de la mitad, y nos enfrenta a rivales manejados por la consola) o Duelo Vs 2P, un modo competitivo local. Una oferta amplia y variada, aunque sin excesivas sorpresas, más allá de un ranking online, para quienes conozcan el juego.

También se han revisado los tutoriales (con más información y explicaciones) y el apartado de la vibración. Mizuguchi es un fan de esta función, y en casi todos sus juegos, como Rez, ha procurado darle un tratamiento distinto para que nos ayude a meternos más en el juego.

Aguí, esa función se puede controlar de varias formas: que la vibración vaya al ritmo de la música, que vibre cuando los bloques se asienten o ambas a la vez. Además, ofrece la opción "vibración trance", para que hasta cuatro Joy-Con vibren a la vez y podamos colocar el par extra "donde queramos" (como en los calcetines, mal pensados). 

Detalles que redondea una remasterización que, por 14,99 euros, te permitirá llevarte un clásico de los puzles a donde quiera que vayas (al menos con la versión de Switch). Los únicos grandes inconvenientes, aparte de que lo hayas jugado hasta la extenuación y no quieras volver a jugarlo, son que no introduce novedades relevantes (como nuevos modos de juego) y los tiempos de carga.

Incomprensiblemente, el juego tiene unos larguísimos tiempos de carga, ya sea tras arrancar el juego, al empezar a jugar o incluso al reintentar un desafío en el modo Puzzle o Misión. No tiene ningún sentido, y en ocasiones, pueden rondar los 20-30 segundos de espera.

También se echa en falta que no ofrezca nada nuevo, en forma de modos de juego. Algo que además hubiera marcado las distancias con otro gran puzle de esta generación, Puyo Puyo Tetris, con una oferta de modos mucho más amplia, variada y para cuatro jugadores.

¿Es grave? Pues la verdad es que no en exceso, y una vez que la música empieza a sonar, Lumines Remastered sigue desplegando una hipnótica magia, mitad sencillez, mitad música, mitad "un poco más y lo dejo" que sigue funcionando prácticamente igual 14 años después. Una constante que suele estar presente en los grandes juegos, en los juegos que se convierten en clásicos, esos permanecen ajenos al paso del tiempo y que divierten y enganchan como el primer día.