Análisis del primer capítulo de Life is Strange 2: Roads

Casi cuatro años han pasado desde que se publicó la primera entrega de Life is Strange. Durante todo este tiempo, el estudio responsable de su desarrollo, Dontnod Entertainment, se ha visto inmerso en varios proyectos, entre los que se incluyen el spin-off ambientado en el mismo universo, Las Increíbles Aventuras de Captain Spirit. Lo que le ha servido al estudio francés para, como vais a poder ver a continuación, mejorar en algunos aspectos la fórmula de Life is Strange en esta nueva entrega.

De nuevo, estamos ante una aventura gráfica, en la que prima la narrativa y la cantidad de conversaciones mediante las que decidimos cómo evoluciona la historia, en formato episódico. Al igual que la primera temporada, se compone de un total de cinco episodios, siendo Roads el primero de ellos y del que os vamos a hablar en este análisis. 

Sin mirar atrás

Aunque cueste un poco, en la secuela de Life is Strange dejamos atrás a las inigualables Max Caulfield y Chloe Price, a las que tanto cariño hemos cogido, para meternos en la piel de dos nuevos personajes: los hermanos Sean y Daniel Díaz. Con un inicio "in media res" muy cinematográfico, Life is Strange 2 comienza con el incidente que cambiará las vidas de nuestros protagonistas. Acto seguido, retrocedemos en el tiempo a unas horas antes y conocemos a Sean y a su mejor amiga, Lyla. Estos vuelven de la escuela y hablan sobre la celebración de una fiesta a la que Sean debe llevar una serie de objetos. Tal misión nos sirve para entrar en su casa y conocer tanto a su hermano, Daniel, como a su padre, Esteban. 

Es entonces cuando nos damos cuenta de que, tal y como avisó Dontnod Entertainment hace unos meses, Las Increíbles Aventuras de Captain Spirit sería el punto de partida ideal para Life is Strange 2, pues comparten algunas características jugables. Para empezar, tenemos un sistema de misiones con el que, en todo momento, sabemos qué es lo siguiente que debemos hacer. Ahora bien, cabe destacar que dicho sistema no interfiere de ninguna manera en nuestra exploración del juego, un poco más limitada en otras entregas hay que decirlo, y podemos descubrir los escenarios todo cuanto queramos antes de hacer las misiones. 

Análisis de Las Increíbles Aventuras de Captain Spirit

Otra característica que comparten es la naturalidad con la que otros personajes interactúan con nosotros. Por ejemplo, nada más comenzar Captain Spirit, el padre de nuestro protagonista nos llamaba para que bajásemos, pudiendo elegir si hacerlo o no al instante. Lo mismo sucede en esta nueva entrega. Nada más comenzar el juego, buscando los objetos que hemos mencionado anteriormente podemos bajar al garaje de la casa, en el que se encuentra Esteban arreglando un coche. Al acceder al garaje y sin que nos demos cuenta, este nos hace una pregunta, interactuando con nosotros sin esperarlo. Mencionar que este tipo de interacción no tiene que ser con diálogos necesariamente. Podemos estar paseando por un escenario y que, de repente, Daniel nos sorprenda con un susto. 

La vida en la carretera

La historia de Life is Strange 2 hace que esta entrega se aleje del resto de la saga por varios motivos. Tras el incidente ocurrido en su casa, en el que muere su padre, Sean se ve obligado a huir con su hermano por miedo a que la policía les separe. Nuestro protagonista cree conveniente huir a México, donde podrían tener familiares que les acogiesen y, así, evitar un desenlace fatídico. De esta manera, nos embarcamos en un viaje en toda regla (de un año de duración en el juego), dejando atrás las localizaciones cerradas o más concentradas de anteriores entregas y haciendo que visitemos diferentes escenarios y nos encontremos todo tipo de situaciones complicadas como, por ejemplo, vernos obligados a decidir si robamos o mendigamos para no gastar el poco dinero que nos queda. 

Por otra parte, tras la pérdida de su padre, el único referente que le queda al pequeño Daniel es su hermano mayor Sean, personaje que controlamos en todo momento. Por tanto, la responsabilidad de todo lo que aprenda o le pase a este recae directamente sobre nosotros. Como cualquier niño de una edad similar a la suya, 9 años, observa y toma nota de todo lo que hagamos, tanto de lo bueno como de lo malo. Por tanto, a lo largo del viaje moldearemos su personalidad con las decisiones que tomemos hasta el punto de que tendrán consecuencias en los siguientes capítulos. Todo ello mediante un novedoso modelo de representación dinámica que nos permite interactuar con el entorno y Daniel al mismo tiempo.

Hablando de decisiones, hay una serie de ellas que el juego resalta con una imagen estática y partida en varias opciones. Normalmente, en Life is Strange, este tipo de decisiones suelen ser tan difíciles de tomar que nos permitimos un poco de tiempo antes de hacerlo. Sin embargo, es una pega que le ponemos a Life is Strange 2, al menos en este capítulo, que hemos sentido que no cambiaría mucho el devenir de Sean y Daniel si escogíamos una opción u otra. 

Análisis de Life is Strange

Aprovechamos el momento para destacar también que lo sobrenatural sigue estando presente. Esta vez, forma parte del poder de Daniel. Sin embargo, este casi no se deja ver en acción durante el capítulo, por lo que nos plantea muchas dudas sobre cuál será su utilidad en el resto del juego. Mientras que con Max podíamos jugar con el tiempo en la primera entrega de la saga, aquí no parece que vaya a ser una mecánica jugable para nosotros, sino hacer que el pequeño de los Díaz lo controle o no tendrá unas consecuencias que influirán en nuestro viaje. Por ahora, es tan solo una suposición en base a lo visto a lo largo del capítulo y del final de este. 

Por lo demás, estamos ante una secuela que mantiene a pies juntillas gran parte de la saga. Por ejemplo, mientras que a Max le gustaba sacar fotografías y a Chloe hacer pintadas en cualquier parte, a Sean le encanta dibujar. En ciertos momentos, podemos sentarnos tranquilamente, sacar su diario y hacer que dibuje el entorno. Tan solo tiene que fijarse y plasmar todos los detalles en el cuaderno. Ahora bien, a diferencia de las otras dos entregas, los dibujos no son los coleccionables del juego. Lo son una serie de recuerdos que podemos conseguir aquí y allá en forma de llaveros u otros objetos, y utilizar para decorar nuestra mochila.

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También se mantiene la importancia de la familia y de la amistad, solo que con una perspectiva más adulta, reflejada en el tratamiento con total naturalidad de temas como el sexo o la política. Esta entrega, como las anteriores, coquetea con la idea de la muerte, pero va mucho más allá, pues tenemos que afrontar de lleno la orfandad de Sean y Daniel, y hacer que su viaje sea lo mejor posible para ambos. No hay nadie que cuide de ellos, solo nosotros y las decisiones que tomemos, lo que hace que empaticemos muchísimo con ellos.

Como en casa

Aunque es cierto que no concebíamos la idea de que Max y Chloe no volviesen a nuestras vidas, parece que Sean y Daniel están dispuestos a suplir su ausencia y ganarse un hueco en nuestros corazones. Con unas 3 horas de duración, Roads, el primer capítulo de Life is Strange 2, nos ha dejado muy buenas impresiones de lo que está por llegar y con ganas de mucho más, aunque con algunas dudas sobre el poder de Daniel o si las decisiones serán más importantes a partir de ahora. Además, contiene guiños que gustarán a los fanáticos del universo de Life is Strange. Todo ello con un apartado gráfico todavía más pulido del que vimos en Captain Spirit, con animaciones faciales más logradas y escenarios todavía más detallados; y un apartado sonoro sensacional del que cabe mencionar que el doblaje es en inglés, aunque está perfectamente traducido al castellano. El viaje de los hermanos Díaz no ha hecho más que empezar y veremos hasta dónde nos llevará en los siguientes capítulos.