Análisis de Space Hulk Deathwing Enhanced Edition para PS4 y PC

Tres años después de que jugásemos Space Hulk Deathwing en PC, los marines espaciales (o mejor dicho, el Ala de la ) regresan al frente, en una versión Enhanced, que supone el estreno de la saga en PS4. Se trata de un FPS que recoge cuidadosamente la ambientación de los juegos de miniaturas de Games Workshop, en particular Warhammer 40K, Space Hulk o Cruzada estelar. 

Puede que la guerra futurista entre ultramarines y genestealers (o tiránidos) comenzase como un juego de mesa, en que los enfrentamientos se libraban con tiradas de dados y el avance por los pasillos con puertas de cartón no fuese demasiado emocionante. Pero la ficción alrededor de este enfrentamiento se ha disparado: tenemos películas de animación CG, libros y videojuegos, con los que vivir la experiencia de un modo más visceral. El caso de Space Hulk Deathwing Enhanced Edition. 

Los Ángeles de la Muerte 

En este caso, nuestros hermanos se embarcan en una misión suicida; tenemos que recuperar una nave gigantesca a la deriva, la Olethros, en la que se ha detectado presencia de tiránidos. Nosotros, como miembros del Ala de la Muerte de los marines, casi una hermandad religiosa al servicio del emperador, no tenemos miedo para embarcarnos y recuperar lo que quede en este infierno flotante. 

Podemos escoger entre tres clases con habilidades y arsenal único, que podemos personalizar. Y aquí es donde cualquier aficionado a este universo lo va a pasar en grande. Entre las armas principales contamos con bólter, lanzallamas, cañones de asalto y otras más específicas como la Maza de absolución o la Lanza de Caliban. Y además del equipo pesado, podemos equipar diferentes poderes psíquicos y un arma de mano -aquí es donde entra en juego nuestra querida espada de fuerza-.

A medida que vayamos avanzando, se desbloquea nuevo equipo y nuevas habilidades, según los puntos de devoción que hayamos logrado, que nos harán más letales en combate.   

El juego desarrollado por FOCUS y Cyanide (que también adaptó Blood Bowl) hace un notable esfuerzo para que nos sintamos dentro de una de las enormes armaduras de combate. Desde que ponemos un pie en el campo de batalla, nos sentimos poderosos: nuestras pisadas se escuchan de manera abrumadora, la potencia de fuego es impresionante, y podemos derribar muros y puertas con los ataques cuerpo a cuerpo. Pero esto también tiene su lado malo, y es que ni el movimiento, ni el combate parece fluido. 

Fiel al juego de Games Workshop

A medida que atravesamos los oscuros pasillos, infestados de alienígenas, notamos la torpeza de nuestras tropas. Más que buscar cobertura o flanquear a los enemigos, nos limitamos a disparar y curarnos, cuando las oleadas tiránidas nos dan un respiro. En cierto modo, adapta bien el estilo del juego de mesa, pero no funciona igualmente cuando se trata de un "shooter" en primera persona. Las opciones más estratégicas, como hackear torretas o bloquear las puertas, quedan en un segundo plano: lo importante es hacer papilla a los xenos antes de que se nos acerquen demasiado. 

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En muchas ocasiones nos encontraremos caminando por un pasillo oscuro en fila -por suerte no hay fuego amigo en Space Hulk Deathwing- y terminando con los genestealer que nos salen al paso como si fuésemos una "apisonadora".

No estamos solos durante el asalto; dos compañeros de capítulo nos acompañan, bien controlados por la máquina -en la campaña- o en el modo cooperativo online, en que cumplimos misiones con nuevos objetivos. En el primer caso, debemos decir que nuestros hermanos se comportan con inteligencia y siguen nuestras órdenes al pie de la letra. Otros elementos que se han tomado del Space Hulk original son el mapa, o el localizador de daños, pero no afectan demasiado al desarrollo. 

Si conocéis el juego o las espectaculares ilustraciones que aparecen en los libros (y en la revista White Dwarf) seguro que podéis apreciar la fidelidad artística de Space Hulk Deathwing. El diseño de armas y armaduras, con detalle barroco está perfectamente plasmado, así como el estilo de la nave: un cruce entre el aire industrial decadente de la Nostromo en Alien, con estancias de arquitectura gótica, como si fueran viejas catedrales. Para reforzar esta gran ambientación, el juego utiliza la oscuridad de un modo perfecto, y son los fogonazos de nuestro bólter los que nos descubren la belleza de los escenarios. 

El apartado técnico de Space Hulk Deathwing Enhanced Edition

En cualquier caso -nosotros hemos jugado a Space Hulk Deathwing en PS4 PRO- el motor Unreal Engine 4 se comporta de un modo irregular. Hay enemigos que aparecen y desaparecen, algunas texturas bailan y la tasa de frames no es demasiado estable. En general el aspecto técnico es mejorable, también por la mala compresión de las secuencias de vídeo y por la dificultad del apuntado, si queremos ser precisos a larga distancia, que parece demasiado brusco. 

Sin que sean defectos clamorosos, hacen evidente que el Deathwing original apareció hace años y no se ha depurado para esta versión de consola. 

Un apartado que sí nos ha convencido es el sonido envolvente. Jugado con un equipo 5.1 o con un buen headset, la verdad es que los chillidos de los tiránidos, el sonido de las armas y nuestros pasos son contundentes, y nos ayudan a sumergirnos en la acción. La música, quedan en un segundo plano, y se agradece que el juego esté subtitulado al castellano, porque el vocabulario es muy específico (tanto en lo que se refiere a la mecánica de las naves y las reliquias como a las unidades de combate).

Las novedades de la Enhanced Edition 

La nueva versión (que se actualizará de manera gratuita para aquellos que ya tuvieran el juego de 2016) incluye una nueva clase, el capellán y un arsenal ampliado, con tres armas adicionales. También se han incorporado opciones de personalización para todas las clases y la posibilidad de jugar misiones especiales, lo que le añade duración extra. 

Videojuegos basados en juegos de mesa

Para fans de Space Hulk

Deathwing Enhanced Edition es un juego notable en muchos aspectos, pero hay muchos "shooter" futuristas, o incluso juegos en tercera persona, que lo superan en ambientación y en el combate. Sin embargo, la nostalgia juega un papel clave a la hora de disfrutarlo. Yo recuerdo mis primeras partidas a Cruzada estelar (que tenía un tablero fijo) y después a Space Hulk (en que se podía "crear" el tablero con módulos) y la sensación era muy similar. Warhammer 40.000 era más estratégico, y por eso se ha adaptado en la saga Dawn of War con el estilo de un RTS.  

Es decir, que cualquier fan de aquellos juegos se va a encontrar suficientes elementos familiares como para disfrutar con Space Hulk como si estuvieran jugando una partida, en primera persona. ¡Larga vida al emperador!