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Análisis de Super Mario Party para Nintendo Switch

Elisabeth López

Análisis de Super Mario Party
Análisis de Super Mario Party para Nintendo Switch. La Gran N ha decidido nutrir pronto su exitosa consola con una nueva ración de Mario Party. Switch recibe durante su segundo año de vida la que es una de las mejores entregas de la saga. Gran variedad de modos, estrategia, un gran plantel de personajes y mucha diversión son los principales ingredientes de este cóctel listo para ser servido y hacer que los encuentros con amigos y familiares sean más entretenidos que nunca.

En 1998, llegó la fiesta a Nintendo 64 con Mario Party, entrega que sentó las bases de la que sería una de las series de juegos más peculiares y notables de Nintendo. Mezclando los juegos de tablero y algunas de las peculiaridades de los juegos clásicos y el universo de Mario, nació la que es la saga de "party games" por excelencia.

Durante todos estos años, ha pasado por algunos altibajos, sobre todo tras la adquisición por parte de Konami en 2012 de Hudson Soft, desarrolladora de Mario Party hasta entonces. Pero, ahora, una vez más, y como ya ha sucedido con otros juegos como Mario Tennis Aces, Nintendo ha demostrado que es capaz de revitalizar sus sagas escuchando a los fans, siendo Super Mario Party otro gran ejemplo de ello. 

El modo más clásico mejor que nunca

Al ponerse al frente del desarrollo de la saga, ND Cube realizó una serie de cambios que no terminaron de convencer a los fans. El más destacado fue el hecho de tener que viajar por el modo más clásico de cada entrega en grupo, quitando así la gracia de jugar de manera individual, mucho más estratégica e interesante. Ahora, volvemos a recorrer los diferentes tableros en solitario, por lo que los piques vuelven a estar asegurados. 

Análisis de Super Mario Party

De nuevo, nuestro objetivo es conseguir la mayor cantidad de monedas posible para comprar estrellas. Para ello, tenemos que recorrer cada uno de los cuatro tableros que se incluyen en este modo, Mario Party. Todos ellos tienen recorridos preestablecidos y diferentes caminos para avanzar por ellos. Lo importante de todo esto es elegir bien qué camino tomamos, pues la estrella cambia de sitio cada vez que algún jugador la consigue y puede ser determinante a la hora de alzarnos con la victoria. 

Análisis de Super Mario Party

Como siempre, utilizamos un dado estándar de seis caras, aunque, esta vez, y como ya os adelantamos en nuestras impresiones de Super Mario Party, cada personaje cuenta también con un dado exclusivo como ya pudimos ver en el modo "Toads a la aventura", de Mario Party: Star Rush. Por ejemplo, mientras que el dado de Daisy tiene tan solo números pares, el de Bowser cuenta con caras con números altos como 8 o 10 y la posibilidad de perder monedas. Esto aumenta el nivel de estrategia de cada partida y hace que nos pensemos muy bien qué personaje elegimos ante de comenzar a jugar y qué dado utilizamos en cada ronda.

Análisis de Super Mario Party

Durante la partida, la experiencia no hace más que mejorar. Cada tablero cuenta con unas características y reglas de juego peculiares. Mientras que El paraíso megafrutal está formado por cuatro islas conectadas por tuberías, Las ruinas de Roco contiene más peligros y trampas con los que podemos perder más monedas que ningún otro mapa. Un caso similar es el de La mina del Rey Bom-Omb, que, además, tiene algunos caminos de selección aleatoria con ventajas diferentes, pero bien distinto es el cuarto mapa desbloqueable, del que no vamos a hablaros para que lo descubráis por vosotros mismos, pero del que sí vamos a aclarar que es "cambiante", pues, por ejemplo, las estrellas pueden alcanzar diferentes precios.

Análisis de Super Mario Party

Lo anterior hace que cada partida sea única y diferente, más aún si tenemos en cuenta el resto de factores. Para conseguir una mayor ventaja, podemos comprar una serie de objetos en las tiendas como dados especiales, champiñones de diferentes tipos y bebidas. Con ellos, podemos ganar desde la posibilidad de avanzar unas casillas más hasta provocar que a uno de nuestros rivales le resten parte de su tirada. Por no hablar de los aliados que podemos conseguir durante el recorrido, sumando movimientos extras en cada tirada que hagamos, o de las casillas especiales, en las que ganamos o perdemos monedas, activamos eventos especiales del tablero o disfrutamos de minijuegos

Análisis de Super Mario Party

Hablando de minijuegos, ND Cube ha incluido un total de 80 nuevos. Para cuatro jugadores, 2 contra 2, 1 contra 3, cooperativos... Lo mejor de todos ellos es su originalidad. Sortear obstáculos pilotando una avioneta, disputar una carrera de caballos pulsando un botón en el momento preciso para avanzar más rápido, cocinar tacos de carne simulando tener una sartén o sacar caramelos de un bote son solo algunos de ellos. 

Análisis de Super Mario Party

Cabe destacar que para jugar a Super Mario Party tan solo hace falta que cada jugador tenga un Joy-Con, por lo que con una sola consola ya pueden jugar dos personas. Esto hace que el juego exprima al máximo las posibilidades del mando como ya se hizo en otras entregas, aunque casi podríamos decir que en esta ocasión se ha ido mucho más allá. Siguiendo con los ejemplos que acabamos de mencionar, encontramos diferentes usos del mando. Desde el más clásico, en horizontal y pulsando botones, hasta más innovadores, que nos hacen colocar el Joy-Con en vertical y agitarlo o moverlo en una dirección según convenga. La manera de unir minijuego y control es mejor que nunca.

Análisis de Super Mario Party

Todo esto nos espera también en el modo Mario Party a dobles, que nos propone aliarnos con otro jugador para ganar. A diferencia del anterior, este ofrece un ritmo mucho más ágil, pues cada pareja de jugadores tira los dados a la vez y pueden moverse libremente por el tablero. Esto, además, permite que el nivel de estrategia aumente, pues uno puede dedicarse a conseguir recursos como objetos y aliados, mientras que el otro compra estrellas.

Los minijuegos también son por parejas y nos invitan a estar lo más compenetrados que podamos. Como podéis ver en el siguiente minijuego, cada jugador dispone de unas flechas de control para componer caras de la mejor manera posible. La única pega que podríamos sacarle a este modo es que, aunque la disposición de los caminos sea diferente (de hecho, no hay caminos), los tableros son los mismos que el del modo Mario Party normal.

Análisis de Super Mario Party

¡Cuidado, que vienen curvas!

Mención a parte merece el modo Torrente de aventuras. Se trata de un original modo cooperativo en el que, en una balsa, tenemos que recorrer un río con diferentes cursos y peligros. La clave está en remar todos a la vez para avanzar más rápido y conseguir todo el tiempo extra que podamos para llegar a la meta, pues el tiempo para hacerlo es limitado.

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De nuevo, los minijuegos entran en acción. Estos se desbloquean reventando globos y todos son para 4 jugadores, en los que, como no, cooperar es importante. Desde pasarnos varios balones y pelotas para encestar todas las que podamos hasta trasladar una bomba en una carrera de relevos. Cuanto antes terminemos los minijuegos y mejor los hagamos, más tiempo podemos conseguir. Es posible añadir unos segundos más si chocamos todos alzando los Joy-Con a la vez. ¡Todo importa!

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Podios, conexión en línea y Toad

No os creáis que la fiesta ha terminado. Haciendo honor a su nombre, esta entrega es "super" y ofrece una gran variedad de modos de juego. Además de los tres anteriores, podemos disfrutar de A todo ritmo, una especie de Just Dance en el que tenemos que mover el cuerpo al ritmo de la música para ganar. No os preocupéis, no tiene por qué ser en minijuegos de baile. También hay algunos en los que tenemos batear, aplastar topos o alzar pancartas en una grada, todo ello al son de la música, claro, y en tres modalidades distintas: normal, difícil y remix. Un modo realmente divertido y diferente.

Análisis de Super Mario Party

Bien distintos son los incluidos en el apartado de minijuegos: Juego libre, en el que podemos elegir directamente nuestros minijuegos favoritos y disfrutar de ellos sin mayor complicación; Mariotlón, en el que, a lo largo de tres copas, tenemos que conseguir la mayor puntuación en cinco minijuegos (eligiendo de entre tan solo diez) para ganar; y Conquista a cuadros, que incluye un gran panel con territorios a conquistar ganando batallas. 

Análisis de Super Mario Party

Por último, tenemos, primeramente, el modo Mariotlón en línea. Por primera vez en la historia de Mario Party, se ha incluido un modo para competir contra otros jugadores de manera online. Un añadido que, si bien es de agradecer que al fin esté, resulta escaso, pues es exactamente el mismo modo que el del apartado de minijuegos y no ofrece apenas variedad de minijuegos. Después, tenemos la Sala de recreo de Toad, un modo que aprovecha la portabilidad de la consola para convertirla en un juego de mesa con el que disfrutar de cuatro minijuegos exclusivos de este modo como Aplatanados, que nos hace girar varias consolas para completar plátanos. No podemos dejar de mencionar el modo Camino de los retos, en el que, individualmente, superamos varios minijuegos para llegar al final, y el tablón de Pegatinas, en el que podemos componer curiosas imágenes con pegatinas que hayamos conseguido jugando o con figuras amiibo.

Análisis de Super Mario Party

¡Fiestón!

Con todo, Super Mario Party es, sin ninguna duda, una de las mejores entregas de la saga. Coge lo bueno de todos estos años y lo mejora. Hay una gran variedad de modos de juego y para todos los gustos, tanto si queremos jugar con amigos y familiares como en solitario, aunque no sea tan divertido especialmente esto último. Los nuevos minijuegos son geniales y exprimen las características de la consola de maravilla. También es digno de destacar el plantel de personajes compuesto por 20, y que todos y cada uno de ellos cuentan con un dado específico. Sin dejar de lado la estrategia, que ha vuelto y hace que volvamos a sentir que estamos ante un juego de mesa clásico más que nunca. No es tan bueno el hecho de que los minijuegos se hagan repetitivos a las pocas horas o que el modo en línea no arriesgue más. Pero, si estáis buscando pasar un buen rato en compañía, estáis ante la mejor opción para montar una fiesta a lo grande. Todo ello aderezado con un simpático apartado gráfico al que nos tiene acostumbrados Nintendo con el universo de Mario y una parcela sonora funcional y carismática. Además, si os gusta completar los juegos al cien por cien, tenéis que saber que Super Mario Party invita a ello con una serie de coleccionables en forma de joyas y una sorpresa final...

VALORACIÓN:

ND Cube da un paso atrás para volver a la esencia de la saga Mario Party con una entrega en la que la estrategia vuelve a ser importante, hay más modos de juego que nunca y los minijuegos siguen siendo la mar de divertidos. Además, se aprovechan las bondades de Nintendo Switch de maneras únicas y se arriesga por primera vez con un modo en línea.

LO MEJOR:

La gran variedad de modos de juego. Los 80 nuevos minijuegos. Las diferentes maneras de controlar los Joy-Con

LO PEOR:

Que no arriesgue más con el modo en línea y que no tardemos en sentir que los minijuegos se hacen repetitivos.

Plataformas:

Nintendo Switch

Versión comentada: Nintendo Switch

Hobby

88

Muy bueno

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