Crítica de The Boys temporada 4, con más sátira social y salvajadas que nunca

Parecía complicado que se superara el listón de burradas y, también, de momentos memorables vistos en la anterior tanda de episodios, pero la temporada 4 de The Boys en Prime Video consigue algo complicado en el panorama actual del streaming: mantener el tipo tras tantos episodios, gracias a unos personajes icónicos y, sobre todo, a no perder el norte respecto a la raíz de lo que funciona.

Los ocho nuevos episodios de la serie (nosotros hemos podido ver los siete primeros, por ahora) siguen teniendo la inestable psique de Patriota (brutal trabajo de Antony Starr una vez más) y su relación con su hijo Ryan como catalizadores de la trama general.

Pero nos encontramos con un pulso constante latiendo en el guion: la situación es tan volátil que ya pocas alianzas pueden considerarse sagradas.

Todo esto, después de que el spin-off Gen V marcara un punto de inflexión fundamental en el universo de The Boys. Aquí, ese giro es clave para la trama de la nueva temporada, del mismo modo que Soldier Boy lo fue para la anterior.

Hasta vemos algunos personajes de esa serie paralela, pero de forma bastante circunstancial: los fundamentales siguen siendo los personajes "raíz".

A pesar de ello, era inevitable que llegaran nuevas incorporaciones, especialmente al supergrupo de los Siete. Por un lado, tenemos a Dinamita (Valorie Curry, Blair Witch), otra populista agitadora de masas, que compensa sus lamentables poderes con su peloteo constante hacia Homelander.

Por otro, Hermana Sabia (Susan Heyward, Orange is the New Black), la persona más inteligente del planeta, que quiere enfrentar a unos y a otros para sacar adelante los planes de Patriota. El problema es... ¿podrá el ego del supervillano aguantar que le digan constantemente lo que hacer?

El bando de los buenos está cada vez más fragmentado, sobre todo después de que el estado de salud de Carnicero haya caído en picado, pero la llegada de un personaje interpretado por Jeffrey Dean Morgan (el mismísimo Negan de The Walking Dead) cambiará su perspectiva sobre las cosas y aportará más de una sorpresa.

De hecho, uno de los aspectos que más nos han gustado de esta cuarta temporada de The Boys es que puede haber cambios de tercio en la trama que no veáis venir ni de lejos. No diremos más, que lo mejor es dejarse llevar...

Sí, por supuesto también vamos a tener muchos, muchísimos momentos de quedarnos ojipláticos, a medio camino de la cara de asquete y la carcajada limpia, ya sea por lo perversamente sexual o por lo gore de lo que se ponga en pantalla.

Esta temporada consigue distribuir mejor esos "shocks" a lo largo de todos los episodios, a diferencia de tandas anteriores, en las que lo bruto pasaba más al principio y al final. Aquí no, aquí os puede esperar una burrada a la vuelta de cada esquina.

Make America ashamed again

Donde más brilla el lado humorístico es en la sátira, en poner delante del espejo a la sociedad (la norteamericana, principalmente, pero cada vez más a la mundial) para dejarla en evidencia: la facilidad para que una opinión se polarice, el aborregamiento de los espectadores o la facilidad para vestir de blanco cualquier maldad si tienes el dinero suficiente casi duelen.

Además, todo ello está muy bien ejecutado, con una enooorme cantidad de momentos musicales que son lo bastante cortos como para no sobrar y lo bastante largos como para que te quedes tarareando su canción después de los créditos. ¡Ah! Y, por supuesto, las pullas a Marvel y Disney no podían faltar...

No todo es humor o momentos brutos per se, pues los tramos de lucha también dan bastante caña con coreografías más bien cortas, pero razonablemente abundantes y, sobre todo, tan descarnadas como efectivas.

El ritmo de cada episodio os va a convencer aunque sigan heredándose algunos problemas de temporadas previas que parecen difíciles de extirpar. Por un lado, al haber tantos personajes relevantes, hay demasiadas tramas sobre la mesa, lo que hace que no todas nos interesen por igual. Frenchie nos cae muy bien, pero no hace falta dedicar tanto metraje a sus traumas...

La otra pega es que, precisamente, hay tantos personajes importantes que parece que la serie de Eric Kripke tenga miedo de decirles adiós. Con un Patriota más inestable y sádico que nunca, parece un poco "plot armor" que haya tantos encontronazos sin bajas relevantes. Vais a ver muchas muertes brutas, sí, pero de personajes a los que no os importe demasiado ver estallar en pedazos.

En conjunto, la temporada 4 de The Boys vuelve a ser un verdadero disfrute, tanto para los fans de los superhéroes (que aquí pueden ver su lore deconstruido, pero también en cierto modo reivindicado) como para los que busquen una experiencia tan irreverente como inteligente. Nunca fue tan apasionante conocer la degradación detrás de las barras y estrellas.