El 20 de marzo llega a Netflix la fantasía épica Carta al rey (Letter for the King), una serie de seis episodios basada en la novela holandesa "De brief voor de koning", compuesta por la escritora e ilustradora Tonke Dragt en 1962.
No es la primera versión audiovisual de este relato, que cuenta con una película holandesa filmada en 2008 en su idioma original. Ahora el relato se actualiza para llegar a una nueva audiencia y lo hace realizando una fuerte apuesta en materia de diseño de producción y en todos los departamentos artísticos (vestuario, atrezzo, puesta en escena) y sin descuidar nunca a su público objetivo.
Como es evidente, los últimos grandes referentes que hemos tenido en el género nos han remitido a un público adulto, ya fuera por su contenido de violencia explícita, sus escenas sexuales, su vocabulario o su particular sentido del humor. Hablamos, claro está, de series como Juego de tronosoThe Witcher en las que se mezclaban en proporciones variables elementos fantásticos y grandes conspiraciones para conseguir el poder.
En el caso que nos ocupa y siendo fieles al material original, Carta al rey prescinde de todos esos elementos para dirigirse a una audiencia juvenil: ni tacos, ni escenas de cama, ni chorretones de sangre. La serie se sostiene en su espíritu de aventura y en el viaje iniciático de un grupo de aspirantes a convertirse en caballeros en un reino feudal que espera el regreso triunfante de su príncipe tras alzarse con la victoria en una guerra que duraba ya años.
Lo que desconoce su familia y su pueblo es que, para conseguirla, Viridian ha utilizado las artes oscuras y que su sed de poder no se ha aplacado aún.
El único capacitado para pararle los pies es Tiuri, un joven que nunca se da por vencido y que recibe el encargo, de vital importancia, de hacerle llegar al rey una carta que puede abrirle los ojos y detener la conspiración que se cierne sobre él. No obstante, Tiuri se siente muy inseguro y además es perseguido por sus propios compañeros de armas, lo que le hará dudar de su cometido y de su capacidad para resolver la situación.
Por el camino se topará con Lavinia, una cazarrecompensas que verá en él una presa fácil, pero también como un buen compañero para emprender su propio camino al margen del matrimonio concertado que le ha propuesto su padre en contra de su voluntad.
Carta al rey es claramente una serie de nicho destinada a un público concreto y en este sentido cumple todas las expectativas: es consistente, está razonablemente bien empaquetada y tiene algunos momentos divertidos para bajarle los humos a otros más solemnes que componen la trama principal.
Como en toda novela de caballerías que se precie hay amuletos, objetos mágicos, un gran miramiento por todo lo que atañe al honor y la fama y secuencias imprescindibles como una pelea en la taberna, duelos de espada, persecuciones a caballo y lugares mágicos en el confín del mundo.
Todo ello hace que la serie sea extremadamente fácil de digerir, al punto de que la audiencia adulta puede echar en falta algo de pimienta.
En el plano técnico, se pueden observar algunos pequeños fallos de raccord en lo que concierne a la luz en las secuencias a pleno sol y en los sets interiores del campamento de Viridian (también hay que decir que hay que ser puntilloso para apreciarlo y que no es nada grave).
Otro de los puntos interesante de Carta al rey es su casting, que se sale del reel de caras familiares al tratarse de una producción holandesa, aunque cuente con un reparto internacional. Puede que os resulte familiar el protagonista, el actor inglés Amir Wilson, al que pudisteis ver en El niño que pudo ser rey, la serie La materia oscura y próximamente en El jardín secreto, pero también hay secundarios maravillosos como el danés Kim Bodnia (Killing Eve) en un papel memorable.
A decir verdad, puede que lo que más se eche en falta es un desenlace más emocionante, dado que el último episodio llega al clímax con poca fuerza.
Más allá de eso, lo que resulta insuperable es el esmero con el que se han buscado las localizaciones de rodaje: los paisajes neozelandeses son una verdadera pasada y es un placer para los sentidos disfrutarlos en una serie tan "blanquita", en la que no hay que hacer esfuerzo alguno por seguir la trama ni que apartar la vista nunca.
Y para quienes queden especialmente satisfechos, tenemos buenas noticias: la novela original cuenta con una continuación titulada "Los secretos del bosque salvaje", que funciona también como historia independiente compartiendo personajes y escenario, y con el libro de relatos "La ventana maldita y otras historias de una época mágica". Así que en el caso de que se haga con el favor del público, podríamos ver más temporadas.
VALORACIÓN:
Para todos los públicos y con un diseño de producción bastante ambicioso, Carta al rey es una aventura épica que conjuga fantasía y drama medieval. Es la versión light de Juego de tronos, destinada a una audiencia joven y funciona de maravilla.LO MEJOR:
Lo ligera que es: los códigos son archiconocidos y no se sale de ellos, así que es un visionado plácido y sin sobresaltos.LO PEOR:
Es políticamente correcta hasta límites insospechados: ni rastro de sangre, sexo o contenido que pueda resultar "incómodo".75
Bueno
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