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Crítica de Crímenes del futuro: Cronenberg nos pasea por terrores a la vuelta de la esquina

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Crímenes del futuro

Crítica de Crímenes del futuro, la polémica película de David Cronenberg protagonizada por Viggo Mortensen, Léa Seydoux y Kristen Stewart. 

Las películas de David Cronenberg (Maps to the Stars) son una experiencia cinematográfica única en las que se crea un universo peculiar y a veces hasta críptico. Es justo lo que sucede en Crímenes del futuro, una película que actúa como distopía basada en las tendencias que podemos ver ya hoy en la sociedad.

Llevándolo todo al límite el director y guionista se permite indagar en temas de la filosofía universal como quiénes somos, qué nos hacer ser lo que somos y cuáles son los límites del Arte. así que podéis esperar cine de ciencia-ficción con su puntito espeluznante, pero sobre todo una amalgama de interesantes ideas sobre el camino que ya hemos empezado a transitar.

Es por todo ello que podemos aseverar de entrada que no es una película para el público general y que la audiencia que pague la entrada lo hará con el compromiso de tener que poner mucho de su parte para comprender una historia que no sigue las convenciones de la narrativa tradicional.

¿De qué trata Crímenes del futuro? 

Sobre esta (en apariencia) simple cuestión se podría hacer toda una disertación: la película Crímenes del futuro nos sitúa en un futuro no muy lejano en el que el ser humano ha conseguido superar el dolor. Tanto es así que sentirlo se ha convertido en una nueva droga que proporciona experiencias similares al placer sexual.

De forma paralela, la especie humana está aprendiendo a adaptarse a los entornos artificiales, así que determinados individuos han comenzado a mutar, generando nuevos órganos con funciones aún por descubrir e incluso consiguiendo alimentarse de plásticos y otros desechos.

 

En este contexto, Saul Tenser y la cirujana Caprice son dos artistas performativos que escenifican frente a multitudes sus intervenciones quirúrgicas haciendo de su experiencia un espectáculo de vanguardia.

Son referencias en el mercado, de modo que Timlin, una investigadora de la Oficina del Registro Nacional de Órganos se dedica a seguir sus prácticas para documentarlas. Mientras ultiman su última actuación, entra en escena un nuevo grupo que quiere aprovechar la fama de Saul para revelarle al mundo cuál será la próxima etapa de la evolución humana.

Crimes of the Future

Por dónde coger esta exquisita rareza

Más que una crítica, lo que Crímenes del futuro precisa es un manual de instrucciones: si el espectador trata de analizarla a la manera tradicional se va a llevar de forma indefectible una decepción.

Cronenberg imagina un mundo en el que las personas no sean ya capaces de realizar las funciones básicas por sí mismas precisando de una suerte de máquinas biológicas para poder dormir, deglutir y digerir alimentos y, por supuesto, con implicaciones mucho más morbosas para obtener placer sexual. 

El quid de la cuestión es que la propia especie humana está en entredicho: no es ya que se haya ido produciendo una paulatina transhumanización, sino que hay una permanente insatisfacción con la apariencia física y una dependencia brutal por el cambio a golpe de sexy bisturí (cualquier parecido con la actualidad es más que coincidencia).

Si hemos ido viendo ejemplos de personas transespecie o que buscan alterar su corporeidad para retorcerla hasta ser "otra cosa" (a saber qué), aquí eso está llevado al extremo. Las personas no solo se definen por su capacidad para cambiar sino que obtienen un placer morboso de ello, tanto sensual como desde el otro lado de la escena, como voyeurs.

Y ahí va a otra idea capital de la película: ¿no es el Arte más exitoso cuanto más placer se obtiene de él por retorcido o perverso que sea? ¿Acaso el propio Cronenberg no nos está recriminando como cinéfilos que somos unos pequeños pervertidos que disfrutamos del show?

La entrega del elenco es bestial con Viggo Mortensen, Léa Seydoux y Kristen Stewart formando un retorcido trío en este film con tintes bastante perturbadores.

Crimes of the Future

Respecto a la polémica, no hay para tanto. Claro que vais a poder ver palpitantes vísceras y alguna que otra secuencia de alto voltaje en la que hay involucrada sangre (la calificación R está justificada), pero no es ni para abandonar la sala ni para sentir arcadas. Es más, a los asiduos a Cronenberg, que tras su paso por Cannes recibirá el Premio Donostia en el SSIF, lo mismo hasta les sabe a poco.

Crímenes del futuro es una de las películas más provocadoras del 2022 pero no tanto porque el cineasta haya dado rienda suelta a su imaginario sobre el cuerpo, sino más bien porque nos ha estimulado el órgano que a veces más se olvida: el cerebro.

VALORACIÓN:

Mucho menos provocador de lo prometido, este viaje en el tiempo tiene más reflexiones filosóficas que vísceras. Solo agradará en un círculo muy concreto de cinéfilos, de esos a los que nos gusta elucubrar después del visionado.

LO MEJOR:

Todas las ideas que hay en la película, que nos llevan a pensar en un futuro poco lejano. No busca la provocación gratuita.

LO PEOR:

No es una cinta con un argumento lineal, su valor está en su manera de divagar acerca de quiénes somos y qué nos hace humanos.
Hobby

77

Bueno

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