Crítica de Nuestro día: Hong Sangsoo y las conversaciones sobre las cosas importantes de la vida

En cuestión de dos semanas se estrenan dos películas del prolífico director surcoreano Hong Sangsoo, las que presentó el año pasado en su recorrido habitual por festivales. Una de ellas es Nuestro día y la otra In Water.

Nuestro día es la más larga de los dos, con apenas 84 minutos de duración, pero aun así más modesta en la producción al desarrollarse casi por completo en dos interiores: dos viviendas en las que personajes que pueden conocerse, o tal vez no, conversan sobre temas distintos.

En uno de los pisos se encuentran tres mujeres, siempre con la presencia de un gato por medio, y hablan sobre el mundo de la interpretación y su situación personal. La dueña del piso, una actriz y una joven que también quiere dedicarse a la interpretación y trata de encajar en el ambiente.

La otra historia está protagonizada por un poeta, el más famoso de Corea, un joven que quiere conocerlo y otra que graba la conversación. El poeta es anciano y el médico le ha prohibido beber alcohol y fumar, aunque a él le cueste contenerse ante esos vicios.

Las dos situaciones se van intercalando con ligeras presentaciones con texto por medio, al estilo del cine mudo. Van de lo banal a lo profundo, aunque siempre dejándose llevar y con el clásico estilo de Hong Sangsoo en el que parece que se improvisa a pesar de haberse ensayado en varias ocasiones.

Pero ¿qué tenemos que aprender de la película? Como estamos acostumbrados, hay mensajes en la trama. Por un lado el valorar las pequeñas cosas de la vida por encima de todo en vez de buscar una gran verdad, por otro el sacrificio de la interpretación y lo que implica para no sentir el vacío de estar solo recitando.

Varios temas que van surgiendo sin que haya otra trama por medio y que buscan el encuentro emocional con el espectador, aunque reconozco que es un cine que puede ser rechazado por quien se aburra en la inacción.

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Nuestro dia (5 imágenes)

En el cine de Hong Sangsoo se repiten los rostros y en esta ocasión no iba a ser menos con Ki Joo-bong y Kim Min-hee como ejes de sus respectivas historias. Intérpretes de total confianza para el director y en los que se puede sentir la implicación con lo que están comunicando, sobre todo por parte de Kim Min-hee y la conversación sobre la actuación.

Las escenas están rodadas con planos fijos que se mantienen durante minutos hasta situar al espectador como un miembro más en la estancia cuya iluminación es en casi todo momento natural.

Como no podía ser menos, el alcohol está presente en las escenas, sea el vino blanco que alguien toma a sorbos desde primera hora mientras trabaja o el soju que acompaña cualquier encuentro, aunque no lo recomiende el médico.

Nuestro día es una película algo menor en la filmografía de Hong Sangsoo, que alcanzó un nuevo culmen con La novelista y su película, quizá hecha por pura inercia. A los fans del director nos alimenta y ofrece un espacio cómodo, triste y querido, pero no es un buen primer contacto para los que no conozcan su obra.

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