Crítica de Gran Turismo: Neill Blomkamp logra transmitir el espíritu del simulador de Polyphony Digital
Este 11 de agosto nos toca acelerar a fondo con una atípica adaptación de videojuegos que, en realidad, es un biopic de una de esas raras avis que rara vez somos capaces de atestiguar.
¿Una película de Gran Turismo? ¿Y qué van a contarnos: cómo hacer los reglajes de los coches? Cuando se anunció por primera vez la película de Gran Turismo, el primer proyecto al menos, la retahíla de preguntas irónicas fue una constante entre seguidores y detractores del simulador de conducción de Polyphony Digital.
Un juego sin una historia, cuyo mundo es el de la competición y sus mayores virtudes son el realismo en las respuestas y la sensación que da cada coche de su inmenso catálogo y la física de los mismos, extensible a los circuitos, claro.
Pero en Sony Pictures, a través de Columbia, y PlayStation Productions trabajaron para encontrar una historia que evocase el espíritu de la competición de Gran Turismo y ese mensaje que lleva acompañando a la franquicia desde 1997: The Real Driving Simulator.
Tras tantear el cine de aventuras con Uncharted y conmover al mundo en el apocalipsis con la serie de The Last of Us, la próxima adaptación nos hace pisar a fondo el acelerador y trazar las curvas con cuidado para no terminar contra el muro.
Hoy, en Hobby Consolas, os traemos nuestra crítica de Gran Turismo. ¿Conseguirá satisfacer a los siempre exigentes fans de la franquicia?
Una historia real, con muchas licencias
Como he dicho, hacer una película pura y dura de Gran Turismo, habría sido un suicidio narrativo. Por ello, el guion de Jason Hall y Zach Baylin necesitaba un hilo conductor, un protagonista que resultase atractivo. Podían haber creado un personaje random y construir la película en torno a él, pero optaron por contar la historia de Jann Mardenborough.
Este joven británico fue uno de los ganadores de la competición GT Academy, un proyecto colaborativo entre Nissan y Sony Interactive Entertainment para llevar a jugadores de Gran Turismo al mundo de las carreras real y, si valían, darles la oportunidad de convertirse en pilotos profesionales. Concretamente, fue el tercer ganador.
Haré aquí un inciso para lamentar que, por el motivo que haya sido, la historia de Jann Mardenborough se haya impuesto a la del primer campeón de GT Academy, más que nada porque fue el español Lucas Ordóñez. Lo patrio, en estos casos, tira del corazoncito. Dicho eso, no quita para que la carrera de Mardenborough sea digna de elogios.
Gran Turismo es un híbrido entre un inmenso anuncio del propio videojuego, algo como lo que ya sucedía con Air, la película de Ben Affleck sobre el nacimiento de las Air Jordan, y un biopic algo diluido de Jann Mardenborough.
La película se toma un montón de licencias, empezando por su momento de ambientación. En lugar de retroceder a 2011, cuando Mardenborough ganó GT Academy, se ambienta en la actualidad. Si eres conocedor de la historia de este piloto y empiezas a ver la película, puede que te choque bastante de entrada.
Su propia historia también está embotellada, condensando buena parte de los eventos de la carrera de Jann Mardenborough para que encajen en la narrativa de salvar la escudería de pilotos de simulador de Nissan.
En muchos aspectos, Gran Turismo bebe del cine deportivo ambientado en el mundo de la competición. Si te gusta este tipo de películas, vas a ver paralelismos con filmes como Rush, Driven o Las veinticuatro horas de Le Mans, por citar algunos ejemplos.
Pero Gran Turismo no va a darnos tiempo a pararnos a mirar pormenores. Sus 135 minutos son tan trepidantes que nos van a tener en vilo dese el principio. Su fotografía y sonido harán el resto.
Gran Turismo siempre presente, incluso cuando no lo está directamente
Como adaptación de un videojuego "inadaptable", Gran Turismo logra siempre recordarnos que el simulador es la génesis de la película que tenemos en la gran pantalla.
Hay una miriada de detalles, interfaces, sonidos y sensaciones que nos harán sentir como si tuviéramos el volante entre las manos y estuviéramos en esa última vuelta trascendental.
Sony Pictures
También hay aspectos que nos harán recordar esos desafíos con los que Gran Turismo nos va guiando en cada título para poder ser mejores pilotos.
Algunas veces, Neill Blomkamp se deja llevar y parece que tenemos una película de carreras al uso como las que hemos citado previamente, pero la garra de Gran Turismo no tarda en hacernos rememorar la serie de Polyphony Digital… y algún ramalazo puntual a Need For Speed, todo hay que decirlo.
Sonora y visualmente impresionante
Entrega tras entrega, Gran Turismo no deja de desencajarnos la mandíbula con el nivel de detalle, ese modo foto que quita el hipo y los acabados del catálogo de coches que parece no tener fin.
Neill Blomkamp, director de filmes como Distrito 9, Chappie o Elysium, ha sabido evocar esa espectacularidad gracias a la llamativa fotografía de Jacques Jouffret. Hay veces que no sabremos distinguir si estamos en el juego o viendo un coche real.
Ojo también al apartado de sonido: Gran Turismo es una gozada para ver en sala por su despliegue técnico en este campo. De hecho, la película se va a recrear en ello en más de una ocasión.
El papel de encarnar a Jann Mardenborough ha recaído en Archie Madekwe, a quien hemos visto en películas como Midsommar o series como See. Su evolución dentro del mundo de Gran Turismo es bastante convincente, sin que sea cargante en ningún momento, algo que no siempre se consigue en este tipo de cintas.
David Harbour, el jefe Hopper en Stranger Things y el Guardián Rojo del UCM, es Jack Salter, un antiguo ingeniero jefe caído en desgracia al que la vida le dará otra oportunidad para tutelar a los candidatos de GT Academy. Hace un papel de mentor que hemos visto muchísimas veces, pero lo hace bien, así que puntos para él.
La tercera pata del trío protagonista es Orlando Bloom, que ha colgado el arco y las flechas de Legolas y atracado el navío de Piratas del caribe para convertirse en la versión ficticia del fundador de GT Academy, Darren Cox (Danny Moore en la peli).
Los acompaña un elenco convincente que incluye a Darren Barnet, Geri Halliwell, Djimon Hounsou, que interpreta al padre de Jann y aporta un plus de emotividad en varias escenas, Bianca Bardoe, Josha Stradowski, Emelia Hartford y Sang Heon Lee.
Una película de carreras que no da respiros
Como Gran Turismo condensa varios años en relativamente poco tiempo y tiene mucho que contar, la película prescinde de la mayoría de subtramas que, generalmente, lastran otras cintas de este tipo con historias que importan poco o nada y que suelen no tener nada de relevancia para la trama central.
La película tendrá sus momentos de calma, breves, para dar profundidad a los personajes, especialmente la citada historia de Jann con su padre. Pero, como buena adaptación de un juego donde pasas casi todo el tiempo con el pedal a fondo, casi todo su metraje será a pie de pista.
No me ha gustado la cantidad de licencias ni el encapsulamiento de tantos eventos del tirón. Aportan un ritmo trepidante que se agradece, pero provoca que, en ocasiones, todo resulte demasiado previsible si has visto una o dos películas del género en tu vida. Entiendo por qué lo han hecho, pero pudo darnos más.
En ese aspecto, más allá de ser una adaptación inspirada en un videojuego y basada en hechos reales, Gran Turismo falla al no innovar en los campos en los que, habiendo tomado alguna licencia, opta por lo más tradicional del mundo.
Tampoco esperes una verosimilitud y fidelidad a las normas exacerbada en lo estrictamente deportivo. Las licencias van más allá de la ambientación y la vida de Jann: hay normas de competición que se flexibilizan a niveles imposibles.
Gran Turismo es una película entretenida y muy visual y sonora que te va a encantar si eres fan de los videojuegos. De hecho, vas a querer echar unas carreras según llegues a casa
Si no eres fan, es fácil que lo seas cuando salgas de ver la película, aunque solo sea por ese mensaje de fondo que lanza: "todo es posible si luchas por ello". Con todo, Gran Turismo no deja de poner los pies en la tierra y recordarnos que es una película sobre gente que ha conseguido algo excepcional, superando a muchos que no lograron ese sueño.
Gran Turismo llega a nuestros cines el 11 de agosto. Calza los neumáticos adecuados y asegúrate de poner los reglajes adecuados, porque vienen curvas.
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VALORACIÓN:
Gran Turismo es una película muy entretenida que va a gustar a los fans del videojuego y que satisfará a los aficionados al cine de carreras, a pesar de ser muy convencional en cuanto a su trama basada en hechos reales y tomarse muchas licencias.LO MEJOR:
Sus constantes guiños al videojuego. Es una película trepidante, va al grano, sin exceso de subtramas y vas a salir queriendo jugar.LO PEOR:
Se toma excesivas licencias, algunas sin necesidad, y cae en lo tradicional y peca de que la podamos comparar con cualquier película del género.75
Bueno