Crítica de Gru 4. Mi villano favorito - Chute de buen rollo veraniego a costa de Minions y malvados entrañables

¡Siete años han pasado desde que disfrutamos en cines de Gru 3. Mi villano favorito! Ahora Gru y Lucy han ampliado la familia con un nuevo integrante que se une a Margo, Edith y Agnes: el pequeño Gru Jr., que es la viva imagen de su padre en miniatura y debuta en Gru 4.

Decía el famoso título que Las bicicletas son para el verano... No sabemos si será verdad, pero lo que está claro es que el cine de animación sí que es para el verano: tras el descomunal éxito de Del revés 2, Gru 4 aspira a comerse un buen bocado de la taquilla. 

A su favor rema el ser una propuesta apta para toda la familia de puro cine de evasión y estrenarse en el momento en el que nuestras pequeñas criaturas están de vacaciones. Es un plan perfecto para no pensar en otra cosa que lo que nos ofrece la pantalla.

Gru, testigo protegido

Como decíamos, uno de los elementos distintivos de este nuevo episodio en las vidas de nuestros personajes favoritos es la llegada del bebé, que a más de uno le traerá a la mente al pequeño Jack Jack de Los increíbles o incluso a los protagonistas de Bebé jefazo. Es un muchachito complicado, para que se entienda, y dispuesto a ponerle las cosas difíciles a su papi.

Gru Jr. va a hacer que Gru y Lucy se sientan más vulnerables que nunca: tras meter en prisión a Maxime Le Mal, un villano que ha conseguido subyugar a las cucarachas para que sean sus esclavas, empiezan a temer por su familia. 

La solución se la brinda en bandeja Silas Ramsbottom: les ofrece un piso franco y una nueva identidad para ellos y todo su familia en un barrio residencial plagado de pijos. Y, a grandes males, grandes remedios, cinco Minions seleccionados se someterán a una transformación con el fin de garantizar su seguridad en el caso de que su escondite sea revelado.

Por supuesto, las cosas no salen como estaba previsto: los Megaminions son tan desastrosos como los Minions y la vecina de Gru, Poppy, desea ingresar en la escuela de villanía a la que él asistió y perpetrar un atraco para darse a conocer. Chantajeará a Gru para que lo ayude o, en caso contrario, revelará su secreto.

Honestamente, el argumento de la película Gru 4 es un poco lo de menos, de hecho el guión es algo caótico si se analiza con atención. Hay una preocupación mayor por el hecho de que el ritmo no decaiga y se concatenen los sketches de forma óptima que por darle una gran resonancia a la trama. Y se agradece, pues al fin y al cabo, la finalidad son las risas y el tempo es esencial.

Todo lo que sucede está al servicio de la diversión y le da a esos secundarios maravillosos que son los Minions todas las posibilidades del mundo para poder explayarse desde el primer momento.

En pocas palabras, es una fiesta de principio a fin y está repleta de guiños y referencias a otras películas de la cultura popular: desde Terminator (hilarante momento) o Harry Potter hasta algunos de los superhéroes más conocidos como Spider--Man, Cíclope o La Cosa. Los Megaminions dan mucho juego, pero no son menos divertidos los Minios con sus particulares locuras.

Ver galería

Gru 4. Mi villano favorito - Galería de imágenes (5 imágenes)

Gru 4 es por tanto una película coherente con lo que se espera de ella: humor blanco para los peques, gags simpáticos para los mayores y una montonera de situaciones descacharrantes que garantizan 95 minutos de buen rollo estupendos. 

Y ojo a la plasmación visual, que tiene su chicha: movimientos de cámara envolventes, secuencias largas y muy bien planificadas, acción sin límites y un nivel de detalle que aúpa los estándares de calidad de la saga a lo más alto. 

Sin embargo y a pesar de que la franquicia sigue en forma, el final sabe a despedida con una reunión de los villanos de todos los episodios anteriores (incluyendo al bailongo ochentero Balthazar Bratt) y un epílogo musical festivo que sirve casi "recopilatorio" de personajes.

Lo bueno es que es lo suficientemente emotivo como para tocar la fibra sensible sin dejar de abundar en lo distendido de la propuesta. Todo un acierto.