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Crítica de Kinds of Kindness: Yorgos Lanthimos se columpia con tres cuentos despiadados

Kinds of Kindness

Crítica de Kinds of Kindness, la nueva película de Yorgos Lanthimos con Emma Stone, Jesse Plemmons y Willem Dafoe. Estreno el 28 de junio.

Yorgos Lanthimos ha ido concatenando varios peliculones. Con sus momentos turbios y sus apuestas altas, El sacrificio de un ciervo sagrado, La favorita o Pobres criaturas son obras que han cosechado un enorme éxito, así que las expectativas respecto a Kinds of Kindness eran bastante altas.

El dato desalentador es el de la duración de la película, que se eleva hasta los 164 minutos y le hace verdadera pupa a la experiencia de visionado. ¿Merece la pena dedicarle todo ese tiempo al nuevo galimatías que nos propone? Honestamente, puede que se trate de su película más olvidable... así que es fácil decantarse por una respuesta negativa.

El metraje se compone de tres cuentos casi independientes por completo en los que realiza una nueva exhibición de humor negro, situaciones extremas y momentos incómodos para el espectador. Parece ser su eterno afán el de retar a la audiencia a mantener la mirada puesta en la pantalla con primerísimos primeros planos, situaciones de violencia, sexo o desnudos desconcertantes.

Pero esta vez se olvida de que la provocación tiene que tener un sentido: sin un mensaje detrás que la justifique termina pareciendo un recurso pobre y autocomplaciente. Como la satisfacción de un capricho: "mira lo que soy capaz de hacer".

Viaje al centro del Multiverso Yorguiano

Kinds of Kindness consta de tres partes bien diferenciadas: La muerte de BMF, BMF vuela y BMF se come un sandwich

En el primer relato, conocemos a un hombre cuya razón de ser es la de satisfacer a su jefe, que le dicta cada una de las pautas que rigen su vida: desde la ropa que se debe poner hasta lo que debe comer y cómo deben ser sus relaciones. Recibe diariamente un sobre con instrucciones precisas. Hasta que un día le pide que haga algo que no se ve capaz de llevar a la práctica.

El segundo relato se centra en un policía que ha perdido a su esposa en un accidente marítimo y muestra un comportamiento errante, perdido en su ausencia. Cuando se le notifica que la han encontrado y regresa a su hogar, se da cuenta de que hay pequeños detalles que no le cuadran. ¿Le juega una mala pasada su cabeza o en verdad es una suerte de doble?

El tercer y último relato de Kinds of Kindness sigue a dos individuos pertenecientes a un culto obsesionado con resucitar a los muertos. Buscan a la elegida: una mujer de rasgos muy específicos y una habilidad única para sanar a los heridos que sería la líder espiritual del grupo.

Si hay algo que poner en valor en la película son las interpretaciones, con Jesse Plemmons (Civil War) desmarcándose al alza con tres trabajos de tonalidades muy distintas y muy bien acompañado por el siempre disfrutón Willem Dafoe y una camaleónica Margaret Qualley. Cuidado con Emma Stone que tiende a repetirse demasiado...

Por lo demás, como decíamos, Lanthimos quiere ser constantemente transgresor, traspasando con frecuencia los límites de lo tolerable y siendo tan cruel con sus personajes que por más que no los entiendas terminan inspirando una enorme lástima.

Kinds of Kindness

Searchlight Pictures

El fin último de la película es reírse de la naturaleza humana y sus miserias, pero en esta ocasión el baile de máscaras y los paseos oníricos por extraños sueños y horribles pesadillas, no resultan ni divertidos ni ingeniosos... y lo peor es que a duras penas entretienen. Hay retazos de genialidad en puntos muy específicos de la trama, pero se diluyen en un relleno que roza lo insufrible.

Kinds of Kindness es una película que no se ve, se padece: entre lo absurdo, lo inconexo y lo sádico (objetivando a menudo toda esa sordidez en el cuerpo de la mujer), el viaje no solo es perturbador, eso era algo fácil de predecir, sino que da la sensación de no llegar a ninguna parte.

No es agradable presenciar abusos, pero si encima no hay una razón para ello, llega a ser de una gratuidad desquiciante.

Sorprende la falta de poso que deja y la facilidad con la que se olvida: es una grotesca propuesta que solo conseguirán disfrutar los adeptos más acérrimos a Lanthimos y que tengan en alta estima sus primeras obras: Canino y Alps. El resto terminará con un buen dolor de cabeza tratando de encontrarle el sentido a lo que no lo tiene.

VALORACIÓN:

Ni divierte, ni entretiene, ni deja poso. Compuesta por tres historias con un único hilo en común, la película zozobra al caer en la provocación por pura provocación.

LO MEJOR:

Las tres interpretaciones de Jesse Plemmons en la película: verdaderamente le imprime una personalidad distinta a cada personaje.

LO PEOR:

Es una película excesivamente larga y fácilmente olvidable. No compensa el esfuerzo por tratar de comprener el críptico metraje.
Hobby

40

Malo

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