Crítica de Rain Dogs: HBO Max gesta un punk británico con alma de western

Cuando era adolescente, siempre estaba cabreado; ahora que soy adulto, me muevo entre la nostalgia y la tristeza. Supongo que por eso he cambiado el punk y el grunge por el country, la fiesta por los paseos con mi perro por la montaña y las hamburguesas de un euro del McDonald's por la ensalada y el rulo de cabra.

Sin embargo, supongo que el que tiene, retiene, porque nunca le digo que no a una buena canallada. Es el caso de Rain Dogs, la nueva serie de televisión de HBO Max. Está dirigida por Richard Laxton y Jennifer Perrott, escrita por Cash Carraway y protagonizada por Emily Fairn, Reid Anderson y Joshua Parris.

Estamos delante de una serie dramática con tintes de comedia. Quizás lo más adecuado sería decir "tragicomedia". No obstante, la mejor forma de definir la serie Rain Dogs en HBO Max es definirla como un punk británico. Una canción dura, no apta para todos los oídos y con un mensaje social potente, más que evidente y desgarrador, como la voz que lo canta.

El humor negro y el drama social se entremezclan en una historia protagonizada por una madre y una hija que no tienen mucho que hacer salvo sobrevivir, ni tampoco muchos lugares a los que ir salvo al mismo fracaso de siempre. Por ende, el amor, el amor puro y sin reservas, incondicional, está presente en todo el metraje.

Rain Dogs es un grito desesperado en medio de la noche, pero también una carta de amor a la lucha infinita de una madre por su hija, a la lucha del hombre contra su propia naturaleza, que es el mundo que nos rodea y el sistema que nos oprime.

En ese sentido, incluso en algunos fragmentos de las piezas musicales seleccionadas para dar volumen a la historia, la serie británica de HBO Max tiene alma de western. La antiheroína protagonista tiene una mirada cínica ante la vida y lucha contra ella a pesar de tenerlo todo en su contra.

Es capaz de todo con tal de mantener a salvo a su familia, a quien es leal por encima de cualquier otra cosa, y antepone sus intereses personales frente a todo y todos. No dudará en robar, desprestigiar e incluso faltar a su propio orgullo para desatarlo después.

En algunos aspectos, especialmente todos aquellos que tienen que ver con la exposición social de la situación pública de Inglaterra, Rain Dogs recuerda a series tan imprescindibles dentro de la cultura televisiva británica como Skins, obviando la parte de la perspectiva juvenil, el sexo, la adolescencia, las drogas y demás.

Sin embargo, de la misma forma que lo era Skins, la serie Rain Dogs que ya puedes ver en HBO Max trata acerca de gente perdida en la vida y con muchos defectos. Son personajes británicos de los hermanos Coen, alienados por una sociedad y un sistema que no dudará en pisar al individuo si éste no tiene el bolsillo la cantidad suficiente.

Rain Dogs es una serie dura, muy dura. Juega de una forma inteligente la baza del humor negro para aligerar el tono de lo que muestra, pero no puede esconderlo del todo. Por eso, como he defendido al inicio, no es apta para todos los públicos. Es ruidosa y estomaga, y puede llegar a resultar lo suficientemente ofensiva como para mosquearte.

Pero, a pesar de ello, Rain Dogs es magnética, sobre todo cuando se apagan las luces y suena la música, cuando han cesado las canalladas y aflora la verdadera imagen de la miseria humana, cuando el chiste deja de tener gracia y entiendes que las palabras pueden defenderte durante el tiempo que duran, hasta que aparece el silencio.

Si eres de los que quieren sufrir y reír a partes iguales, Rain Dogs es tu serie. Y si eres de los que quiere descubrir algo que merezca la pena y te deje una huella en la memoria... entonces, la serie de HBO Max también es lo que estabas buscando.

Tan sólo tienes que darle una oportunidad para demostrártelo.