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Crítica de Titanes temporada 2: Una decepción salvable

Titanes Temporada 2 (DC Universe)
La temporada 2 de Titanes, la serie del DC Universe que emite Netflix en España, tiene muchas virtudes y nos ha dejado momentos (ya) inolvidables... Pero hay menos luces que sombras y las comparaciones con la primera entrega son realmente odiosas.

Con las series del Arrowverso asentadas en una especie de rutina permanente, la plataforma DC Universe llegó a nuestras vidas como una especie de soplo de aire fresco, una apertura de ventanas de personajes de DC Comics en la televisión lejos de la fórmula Arrow, The Flash y compañía. Se barruntaban diversos proyectos, entre los que estaba una serie live action de Jóvenes Titanes, un spin-off de ésta titulado La Patrulla Condenada y una serie de La Cosa del Pantano que, a pesar de haber sido cancelada, es una absoluta maravilla. Sin embargo, eran los Titanes el eje central de este nuevo Universo DC televisivo que iba a estar interconectado. Y es así como llegó a nosotros la temporada 1 de Titanes, emitida por Netflix España en nuestro país.

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La primera entrega de episodios llegó y la reacción fue unánime: habían dado en el clavo. Con un tono verdaderamente oscuro, pero sin perder de vista el eje superheroico en el que se engloban estos proyectos, la adaptación televisiva de los Jóvenes Titanes se había convertido con sumo derecho en una de las mejores series de superhéroes de la historia (por no decir la mejor). Presentando a los personajes de una manera exclusiva y personal, otorgándoles tanta identidad como era posible y llevándolos al extremo, el espectador asumió pronto el carácter de todos ellos y esperaba con ansias la llegada de la temporada 2 de Titanes para comprobar si todas estas personalidades, mezcladas en una coctelera, funcionarían bien juntas.

Tras un cierre de temporada que sienta cátedra en forma de cliffhanger (no cierra el arco argumental hasta el primer episodio de la segunda entrega), Titanes regresaba ahora a la pequeña pantalla con cuentas pendientes y con el temor de no estar a la altura de la temporada precedente. Y, efectivamente, esos temores se han cumplido, a pesar de que hay muchas cosas que se pueden rescatar de una temporada irregular que no termina de empezar bien, que se va recuperando conforme avanzan los episodios y que acaba entregándonos una conclusión desgraciadamente inolvidable y que entra en el top de las peores cosas que se han hecho con el género de superhéroes.

El inicio de la serie te deja una sensación agridulce, pero se pasa pronto

El primer episodio de la temporada 2 de Titanes es el cierre del arco argumental de Trigon que se habían dejado pendiente en la primera tanda de episodios. Todo el misterio de la primera entrega concluye aquí y lo hace de una manera un tanto extraña, con un episodio que intenta ser interesante y sorprendente y acaba siendo abrumador e ininteligible en algunos momentos. Da la sensación de que, a pesar del esfuerzo de los creadores en hacernos creer que sí y en todo el potencial que tiene Raven en este primer contacto con el regreso de los héroes, no tenían ningún deseo en extender más la trama de Trigon y lo han cerrado lo más rápidamente posible. Ha sido un "pues mira, lo cerramos así y a otra cosa". Y eso es lo que hemos tenido.

Personajes de Titanes (DC Universe)

Esa sensación agridulce de inicio de la segunda temporada de Titanes se pasa pronto, ya que la serie de DC Comics pronto encuentra cobijo en una de las claves que brillan de verdad en la continuación de la serie: la dinámica entre personajes. Halcón y Paloma continúan con su relación íntima, otorgándonos grandes y graves momentos de humanidad en la intimidad, mientras que los más jovencitos orbitan en torno a un Dick Grayson que está llamando a las puertas del spin-off televisivo.

Y esperemos que no tarden, porque llevo un cartel en toda la frente que reza: "Quiero mi propia serie en solitario y la quiero ya". En torno a él se encuentran una Raven muy adulta para la edad que tiene, un Chico Bestia bastante introvertido y un Robin (Jason Todd) que no puede parar quieto y tiene un serio problema con la autoridad. Ellos tres son la academia de superhéroes que lidera un Drick Grayson que, a partir de la conversación con Bruce Wayne (personaje que generaba dudas y que funciona muy bien en la trama), es un tipo completamente diferente, mucho más decidido.

Pronto la academia abre sus puertas tanto a viejos (Halcón y Paloma, Wonder Girl, Starfire) como a nuevos integrantes. Las adiciones de Aqualad, Superboy y el mismísmo Krypto se dan con la misma originalidad que se dieron en su momento las de los personajes precedentes, mientras que hay otros personajes de la segunda temporada de Titanes que lo hacen encorsetadas a partir de la trama del villano principal: Deathstroke. Y es que para hacer que el gran villano de los Jóvenes Titanes se enfrente a los superhéroes, la serie juega con la baza de Ravager, conocida también como Rose Wilson. Será la hija de Slade, una especie de anti-heroína con muy mala leche, la que provoque el encontronazo definitivo. Y lo mismo sucede con Jericho, el también hijo del mercenario asesino.

Escena de Titanes temporada 2 (DC Universe)

Todos estos ingredientes, reunidos en la temporada 2 de Titanes, dan el aroma superheroico a la serie y hacen que la dinámica entre personajes, que fluye todavía con más pasión y potencial que en la primera entrega, sea la verdadera virtud de la trama. Mientras que la dinámica entre los personajes y las relaciones interpersonales entre ellos se convierte en el mayor interés para el espectador, al mismo tiempo la serie te ha introducido una serie de elementos narrativos, así como nuevos personajes, y consigue captar la suficiente atención como para no darte cuenta de algunos de los evidentes problemas que tiene la trama. 

El uso de los villanos y la terrible conclusión deslucen demasiado la serie

Y es que el mayor problema que tiene ahora la serie en Netflix es el mal uso que se la da a los villanos. Mientras que la primera temporada tenía una amenaza muy de fondo con la que confrontaban al final y el resto de la trama era conocer a los personajes y comprobar cómo acababan todos juntos, en esta segunda entrega los villanos ya debían suponer un peligro para un grupo de superhéroes conformado por diversos integrantes de diferentes lugares y con distintas habilidades. Y sí, la elección de las némesis no era del todo mala. Doctor Light y Deathstroke parecían lo suficientemente interesantes y amenazadores como para poner en tela de juicio a los héroes titulares y hacer sudar la gota gorda a los protagonistas. Sin embargo, ninguno de ellos, ni siquiera el mismísimo Slade Wilson, está a la altura de las expectativas de los espectadores.

El uso de Arthur Light como personaje, dejando de lado el destrozo que le han hecho a las viñetas con esta adaptación, es verdaderamente preocupante. Es un villano de opereta que sólo está ahí como un mal menor, a la espera del mal mayor que representa Deathstroke. Es la amenaza previa a la verdadera amenaza, el tipo que se sabe poco brillante (valga la paradoja) y está ahí para rellenar, para hacer que esperes con más ganas al villano titular. Es una lástima que no hayan apostado por algo mucho más enrevesado, ya que las posibilidades estaban ahí e incluso los personajes lo habrían agradecido, teniendo que adaptarse de alguna manera a una batalla en varios frentes que hubiera diezmado sus filas.

Deathstroke - Titanes (DC Universe)

Sin embargo, y a pesar de que el uso de los villanos no acaba de estar a la altura de los personajes que se presentan en la pequeña pantalla, en ningún momento la serie se desluce... Hasta el final. Es decir, puedes tener la sensación de que los villanos podrían haber molado un poco más y, si conoces los cómics, la tendrás; pero las cosas funcionan verdaderamente bien entre los personajes, las acciones, las peleas, las relaciones, el humor, los diálogos. Todo. Todo está bien englobado y tiene el carácter necesario para funcionar en una serie como ésta. Pero nadie te salva del final. No habrá spoilers, porque no los hay en esta crítica. Pero juzguen ustedes mismos si no es una de las peores cosas que se han podido hacer con un producto de superhéroes. Terrible. Verdaderamente terrible.

No obstante, y a pesar de todos los defectos mencionados que te sacan un poco del visionado y que, evidentemente, influirán en tu recepción de la temporada 2 de Titanes, la serie aprueba con algo de nota porque ha merecido la pena ver a todos los superhéroes del Universo DC en pantalla. La plataforma DC Universe, que ahora pasa a manos de HBO Max, sigue adelante con sus proyectos y esto no debe ser una marcha atrás o un adiós definitivo, sino un estandarte en el que poder fijarte para futuras adaptaciones y ser consciente de lo que funciona y lo que no. A poco que se mantenga lo que brilla en Titanes y se quite lo que no acaba de arrancar, agregando varios elementos, tenemos una pedazo de serie en activo.

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VALORACIÓN:

Con un bajón muy considerable en comparación con la primera temporada, Titanes sobrevive gracias a la dinámica entre los personajes, las nuevas adiciones y un Dick Grayson que está llamando a las puertas del spin-off. Hay potencial en la franquicia, pero esta segunda entrega no acaba de explotar del todo. Una lástima.

LO MEJOR:

La dinámica entre los personajes, los nuevos integrantes del grupo y, sobre todo, Dick Grayson. Necesitamos un spin-off ya.

LO PEOR:

El bajón enorme que ha pegado entre temporadas, el horrible cierre del arco de Trigon, el relleno más que evidente y la conclusión "inolvidable".
Hobby

65

Aceptable