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Resumen y crítica de La casa del dragón 2x01 "A Son for a Son"

La casa del dragón 2x01

Resumen y crítica de La casa del dragón 2x01 "A Son for a Son", escrito por Ryan Condal y dirigido por Alan Taylor. Estreno en Max el 17 de junio.

¡Estamos de fiesta con el lanzamiento de la segunda temporada de La casa del dragón en la renovada plataforma de streaming Max! Tal es la expectación que ya ha renovado la serie por una tercera antes incluso de que los nuevos episodios vean la luz.

Repaso rápido de lo que está por llegar: episodios muy largos, pero solo ocho en esta ocasión a razón de uno por semana, cada lunes hasta completar la emisión el lunes 5 de agosto. Por nuestra parte, ajustándonos al embargo impuesto, te ofreceremos el resumen y la crítica de los episodios cada domingo a las 00:00 horas.

En el caso de que necesites "repasar" lo sucedido en el último episodio de la temporada 1, aquí te dejamos el resumen y la crítica de La casa del dragón 1x10 "La reina negra". Los acontecimientos nos dejaban al borde del conflicto pero lejos de precipitarse la serie se muestra contenida y exige paciencia a los espectadores para ver cómo se fragua la tragedia a fuego lento.

Resumen La casa del dragón 2x01

"A Son for a Son" arranca llevándonos al norte, donde Jacaerys Velaryon ha ido a recabar el favor de Torrhen Stark. Él le habla del honor de servir al norte incluso por encima de la familia. Proteger el muro de la muerte, no solo del clima y los salvajes. Incluso los dragones se niegan a cruzarlo. Le ofrece norteños para librar la guerra contra los Hightower.

Los Verdes, entre tanto, reciben noticias de Rocadragón. Daemon quiere venganza: un hijo por otro hijo, por la muerte de Lucerys. Los barcos de los Velaryon están tratando de mantener un bloqueo de las aguas que los dragones mantienen custodian desde el aire. La idea es asfixiar Desembarco del rey hasta que escaseen los recursos como represalia por la coronación de Aegon.  

Alicent Hightower y Criston Cole son ahora amantes y la reina no se siente particularmente orgullosa de ello. Ha enviado repetidas cartas a Rhaenyra desde la muerte de Lucerys que no le contesta, dado que sigue pasando su duelo.

Aemond, a pesar de no tener un asiento en el consejo, se presenta para ayudar en los preparativos del enfrentamiento. Posteriormente Larys le dice a Alicent que ha encontrado a los traidores y que ha elegido personalmente al nuevo servicio. Cunde la paranoia y se redobla la seguridad porque presienten el peligro.

En la playa de Rocadragón aparece una de las alas del dragón Arrax, lo que destroza el corazón de Rhaneyra. Llora una vez más la muerte de su hijo.

Aegon, coronado con el sobrenombre de "el magnánimo", tiene que atender las súplicas del pueblo, pero es demasiado impulsivo y se apresura demasiado en sus juicios. Tiene quejas de los ganaderos, los isleños y los herreros, que han tenido que dar muchos tributos para financiar la inminente guerra. Otto Hightower corrige sus desmanes, pero también pone en evidencia su falta de criterio.

Larys Strong pide ver a Aegon a solas y le propone cambiar de Mano dado que Otto Hightower era la Mano de su padre. De momento, se guarda la idea sin llegar a tomar una decisión.

 

Alicent y Otto discuten en privado: ella teme que sus hijos dejen de escucharla y quiere que su padre deje de desautorizarla en el consejo. El único camino hacia la victoria es el enfrentamiento, en eso concuerdan, aunque sea muy a su pesar.

Rhaenyra preside el consejo: la idea es mantener el bloqueo a Desembarco del Rey. Dice que quiere a Aemond Targaryen.

Daemon le pide consejo a Gusano Blanco para infiltrarse en la Fortaleza Roja. Ella el facilita el contacto de las personas que podrían hacerlo. Pero lo hace a espaldas de Rhaenyra.

Ella entre tanto oficia un funeral en el que quema los restos de su hijo. En un montaje paralelo vemos Alicent encendiendo una vela por Alyerie Florent, Viserys Targaryen y Lucerys Velaryon.

Daemon contacta con los detractores de los Hightower para que se cobren una vida por otra y que maten a Aemond Targaryen infiltrándose por los túneles de Maegor.

Otto va a ver a Aemond para decirle que como jinete de Vhagar es la mayor fuerza del reino pero que debe mantener a raya sus impulsos para obtener la venganza que merece sin precipitarse. No tiene fe en poder contener a su hermano.

Los matones enviados por Daemon pasan por delante del rey sin ser descubiertos: Le dicen al servicio que están buscando ratas.

Encuentran a la esposa de Aegon, Helaena, que cuida de los niños mientras duermen y deciden matar a uno de sus hijos pero no distinguen cuál es el varón, futuro heredero del trono. Así que le preguntan a ella cuál es. Desquiciada, apunta a uno de ellos, lo que les hace desconfiar y pensar que es el otro. Finalmente la creen y lo asesinan decapitándolo mientras ella huye con la niña. 

Un arranque que rebaja el tono

Raro es que en este universo ficcional, el de Juego de tronos, al fin y al cabo porque La casa del dragón no deja de ser una precuela, que haya contención a la hora de mostrar cualquier cosa. Hemos visto asesinatos, torturas, desmembramientos... Pero, contra todo pronóstico, en esta ocasión la serie no es tan visceral como acostumbra.

No es que eso nos reste angustia como espectadores: el sonido viene a insinuar lo que la imaginación tiene que completar sin dificultad pero no deja de ser curioso el cambio de regristro.

Por lo demás, la serie se detiene para tomarle el pulso a los personajes, calibrar en ellos el impacto de la muerte de Lucerys y terminar de dibujar su estado mental.

Alicent se deja querer por Criston Cole casi a sabiendas de que es un "ahora o nunca" mientras que los Negros se retuercen en su dolor y claman venganza. Sin embargo aún no es el momento de la contienda total, si no de la guerra sucia y en eso Daemon es un especialista. 

Pero como espectadores, no somos tan ingenuos como para no darnos cuenta de que esta forma de levantar el pie del acelerador no se debe también a lo carísimo que es mostrar a los dragones en pantalla.

Los valores de producción siguen siendo admirablemente altos: visitamos lugares que solo habíamos visto en la serie madre y abrimos mucho las miras. Todo parece muy real... también las bestias aladas, por más que aparezcan poco.

La casa del dragón es una serie muy coral, con muchos emplazamientos, que ha supuesto un amplio rodaje en multitud de flipantes localizaciones naturales.

Los interiores, los sets de rodaje más controlables, también se han ampliado de forma notable en esta segunda tanda de episodios y hay un esfuerzo gigantesco por iluminar valiéndose de luz natural y velas que le da un aspecto único.

Ahora bien: todos queríamos más dragones. Llegarán, a su debido tiempo, pero lo que el espectador va a notar al aterrizar de nuevo en la serie es que necesita reubicarse (puede incluso que revisionar el final de la temporada anterior) y que tras la escalada de violencia se frena: entramos en un periodo en el que los diálogos, las estratagemas y las traiciones suplen el enfrentamiento frontal.

Con todos estos mimbres, podemos asegurar que como inicio de temporada, la segunda temporada es mejor que la primera. Como además hemos sido unos privilegiados que hemos podido ver ya los cuatro primeros episodios de la serie, podemos afirmar rotundamente que va a mejor, de manera que la paciencia de los espectadores se verá recompensada.

VALORACIÓN:

La segunda temporada rebaja la hostilidad entre los bandos mientras ambos articulan estrategias para igualar la balanza. Se disfruta el regreso al universo ficcional y estamos ante una cuidadísima producción, pero se echa en falta más emoción y... ¡acción!

LO MEJOR:

La ampliación de la escala de la serie, el fastuoso diseño de producción y la forma en que se masca la tragedia.

LO PEOR:

A la vista de los acontecimientos con los que finalizó la primera temporada, la segunda arranca muy tibia y contenida. Exige paciencia.
Hobby

82

Muy bueno

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Etiquetas: HBO Max