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Resumen y crítica de La casa del dragón 2x03 - Máxima tensión y un camino sin retorno

La casa del dragón 2x03

Resumen y crítica de La casa del dragón 2x03, escrito por David Hancock y dirigido por Geeta Vasant Patel. Estreno en Max el 1 de julio.

El episodio 2x03 de La casa del dragón ya está disponible en Max y, a lo largo de sus 66 minutos somos testigos del incremento de la tensión entre los Negros y los Verdes, con el inicio de hostilidades y, sobre todo, los planes de ambos consejos para hacerse con el favor de las casas vasallas clave.

Es el momento de tomar medidas desesperadas para evitar la inminente guerra, aunque nada parece ser suficiente para detenerla. Fantástico trabajo de guión: el episodio ha sido escrito por David Hancock y dirigido por Geeta Vasant Patel.

Resumen de La casa del dragón 2x03

El arranque de La casa del dragón 2x03 nos desplaza a las tierras de los Blackwood. Aeron Bracken se enfrenta a ellos por el dominio de su territorio. Los Blackwood no son fieles a Aegon, a quien no consideran un rey legítimo. Poco después ha habido una matanza entre ambas casa que lo deja todo sembrado de muertos.

Erryk y Arryk son entregados juntos en Rocadragón. Rhaenys va a hablar con Rhaenyra y le avisa de que pronto nadie sabrá qué fue lo que inició la guerra. Ella considera que fue que le usurparan el trono, pero Rhaenys señala que podría ser eso o la decapitación del heredero, o la muerte de Luke, o el momento en el que Aemond se quedó tuerto. 

Le sugiere que podría haber otro camino: Alicent Hightower. Cree que ella no desea la guerra y que son los hombres de los que está rodeada los que ansían sangre. Rhaenyra está muy dolida y cree que lo permite y que su hijo está sentado en su trono... pero los consejos de Rhaenys no caerán en saco roto.

 

Criston Cole debe lidiar ahora con su nueva posición como Mano del rey sin descuidar sus funciones como jefe de Guardia Real. Acude al consejo donde se está decidiendo qué hacer ahora que los Bracken y los Blackwood se han enfrentado, con pérdidas notables como la muerte de Lord Samwell Blackwood.

Lo que se propone es enviar un cuervo a lord Grover Tully con la idea de rebajar las hostilidades, puesto que son sus casas vasallas, pero no hay mucha fe en que pueda lidiar con la situación. Lord Ormund marcha desde Antigua con un gran ejército. Jason Lannister está reuniendo a su armada en Roca Casterly y proponen que subyuge a las huestes de los Blackwood desde el este. 

Pero hay otro punto de vista: tratar de unir a ambos ejércitos y que ataquen juntos. Criston pone sobre la mesa que el territorio clave para dominar la partida es Riverlands y que para eso tienen que controlar Harrenhal.

Propone reunir a los hombres que ha entrenado a la mayor velocidad para convertir las tierras de la corona declaradas a Rhaenyra en fieles a su causa y a partir de ahí partir hacia el oeste para subyugar a los Blackwood, llegar a Riverlands y tomar Harrenhal.

Aemond y Vhagar entre tanto se quedarán en Desembarco del Rey para proteger la ciudad. Aegon propone ir con Fuegosol, pero Aemond le dice que no podrían sobreponerse a su pérdida. A pesar de todo, impone su criterio y se muestra decidido a acompañar a Cole desde el aire.

Rhaenyra va a ver a Mysaria, que considera que merece una gran recompensa por salvarle la vida: un lugar en la corte de Rocadragón. Le habla de sus conocimientos de la Fortaleza Roja y de los movimientos de la corona.

Además conoce los problemas de la gente corriente de Desembarco del Rey ,y puestos a ser gobernados por alguien, cree que ellos han sido más compasivos que los Hightower. Rhaneyra le dice que no confunda la clemencia con la docilidad.

Bruma, el dragón del difunto marido de Rhaenyra, se muestra nervioso, aunque no saben por qué razón. Mysaria sugienere que puede sentirse solo.

Rhaneyra va a ver a Rhaena y le explica que puso a Joffrey al cuidado de su prima lady Jeyne Arryn. Ella ha jurado un ejército a cambio de un dragón, de modo que tendrá uno. Tyraxes y Borrasca son los dos candidatos. Rhanerya le pide que vaya con ellos.

Considera que la Fortaleza Roja es un caos y que debe llevar a los pequeños lo más lejos posible, a Pentos. Le pide que escriba a su primo Reggio y que, si la acepta, vaya allí, algo que le causa gran pesar puesto que fue el lugar en el que murió su madre.

Rhaenyra le dice que ya ha visto de lo que son capaces los Verdes y ahora necesita que sea para sus hijos la madre que ella no puede ser: le confía la vida de sus tres hijos menores. Le pide que les enseñe lo que sabe, que los cuide y los proteja como si fueran huevos de dragón. 

Rhaena pregunta por su hermana Baela pero le dice que la necesita en Rocadragón (ella es jinete y tiene un dragón). Insiste en que haga ese sacrificio de forma voluntaria por el bien de todos.

Daemon se presenta en Harrenhal a lomos de Caraxes y toma el castillo. No encuentra ninguna resistencia: lord Simon Strong jura lealtad a los Targaryen… y hasta le ofrece la cena. Cuando Daemon pregunta por Larys, Simon le dice que él no es su señor, que sirve en la corte del usurpador. Pone en su conocimiento sus sospechas de que el fuego que acabó con su familia fuera provocado.

Daemon le pide que le llame “majestad”, no “príncipe”. Simon le dice que el castillo está muy deteriorado y Daemon le explica que quiere repararlo para acuartelar al ejército neutro de 40.000 soldados de las proximidades, pero Simon le explica que esa neutralidad ya no existe: que se han formado dos bandos desde el odio que se profesaban los Bracken y los Blackwood desde antaño. 

Daemon propone que llame a su señor supremo: Grover Tully, para que le juren lealtad, pero su estado de salud es frágil y no puede hablar. Daemon insiste: cree que deben obedecer a su señor, sean cuales sean sus circunstancias y que la presencia de la corona y un dragón debería despejar las dudas. Su plan es marchar hacia Desembarco del Rey y tomar el trono.

Ajeno a todo esto, Criston se propone partir cuando Alicent le presenta a su hermano: Gwayne Hightower, recién llegado de Antigua. Le recrimina que su padre haya sido depuesto como Mano por él y se aprecia cierta hostilidad entre ambos. Gwayne acompañará a Criston. Cuando se despiden, Criston le pide una prenda para bendecirlo en la batalla: Alicent le da un pañuelo.

En Rocadragón siguen a la espera: no encuentran rastros de ejércitos, barcos ni dragones y empiezan a ponerse nerviosos tras la Batalla del molino ardiente. Creen que es el momento de buscar aliados. A Rhaenyra le preocupa poner en marcha una ofensiva con dragones: prefiere asegurar los territorios con ejércitos y confía en que los Verdes hagan unos cálculos similares.

Los hombres del consejo quieren apartarla, la consideran una “distracción”, pero ella les indica que sería una traición dirigir una guerra sin sus directrices. Rhaenys la defiende recordándoles que lleva la corona de su abuelo, quien gobernó más tiempo que nadie. A continuación va a Marcaderiva a ver a Corlys y le cuenta las noticias sobre la marcha de Rhaena.

Rhaena se despide de su hermana Baela y Rhaenyra le subraya la importancia de su mercancía: se lleva con ella a los dos dragones y cuatro huevos, aún más frágiles: son la esperanza de cara al futuro si todo se va a al garete. Después se despide de sus tres hijos menores y parten.

Alicent recibe a Healena. Le dice que la perdona por estar yaciendo con Criston cuando mataron a Jaehaerys. 

Aegon es armado con acero Valerio. Larys va a hablar con él y pide hablarle en privado: le hace llegar el rumor d que ha sido engañado en el consejo para que Alicent y Aemond reinen en su ausencia. Aegon decide retrasar su partida e irse de juerga con sus guardias.

Ulf, el hermano bastardo de Daemon, confiesa quién es a unos amigos en una taberna. Solo que no tiene idea de que allí mismo está a Aegon, su sobrino. En el prostíbulo se cruza con Aemond, de quien se burla por acostarse siempre con la misma prostituta.

La casa del dragón 2x03

Max

Rhaenyra decide abrir el mensaje que le mandó Alicent y que no había abierto aún, lo que va a cambiar su perspectiva de las cosas.

Una partida de los hombres de Cole avistan a Baela cabalgando a su dragón Moondancer: consiguen meterse en un bosque justo a tiempo para evitar ser atacados y deciden que avanzarán de noche entre los árboles.

Pero Baela lleva las noticias a Rocadragón. En el consejo también consideran otros movimientos: Lord Farring les reporta que un ejército va hacia Rosby en el noroeste. Todos urgen a la reina a atacar a Cole. Ella sin embargo no toma una decisión precipitada y decide esperar.

Daemon tiene una visión de la versión joven de su esposa Rhaenyra, cosiendo la cabeza de su nieto. Luego una mujer le dice que va a morir allí. 

 

Rhaenyra le pregunta a Mysaria por los movimientos de Alicent. No quiere matarla sino hablar con ella para evitar la guerra. Quiere verla cara a cara. Le dice que puede tratar de verla viajando a la Desembarco del Rey de incógnito y abordándola a solas en un lugar que visita fuera de la Fortaleza Roja: el lugar del culto religioso.

Rhaenryra y Alicent consiguen hablar a solas. Rhaneyra apela a su juventud para decirle que la guerra no va con ellas y que la aconseja Rhaenys. Le pide que lleguen a un acuerdo. Rhaenyra y le dice que no fue la respomsable de la muerte del niño, que es una madre y jamás habría hecho algo así.

Alicent le recrimina que se considere reina, pero Rhanenyra insiste en que vio al rey el mismo día de su muerte y seguía sosteniendo que quería que ella fuera su heredera. Alicent le recalca que cambió de opinión, que ella no urdió ningún plan y se lo jura por la memoria de su madre.

Rhaenyra le pregunta qué dijo al final y si la nombró. Alicent le dice que estaba muy débil y costaba entenderle pero que habló de Aegon, el príncipe que fue prometido para unir el reino. Rhaenyra se sorprende y le pregunta si habló con ella de la “canción de hielo y fuego”. Le explica que es una historia que le contó sobre Aegon el Conquistador. Alicent se queda helada.

Rhanenyra le dice una vez más que ella puede prevenir lo que va a pasar y evitarlo. Pero Alicent le explica que su padre ya no está en la corte y que Cole está en marcha. Y que ya sabe cómo es Aemond. Le dice que es demasiado tarde y se va.

El imposible adiós a las armas

La casa del dragón ha llegado al punto de no retorno. Es el mejor episodio (de momento) de esta temporada y se exprime cada instante para destacar cómo empieza la refriega: la mecha la prenden dos casas enemigas cuyo arraigado odio sirve de combustible para una primera matanza. Pero, como dice un personaje central, nadie se acordará de qué originó la guerra.

También hay un gran juego de contrastes poniendo en valor la fuerza de la experiencia (Rhaenys representa esa sabiduría que da el paso del tiempo, y la templanza para tratar de evitar males mayores) y la impulsividad de los personajes más jóvenes, como el influenciable Aegon, manipulado por el siempre artero Larys.

La casa del dragón 2x03

Max

Empezamos a contemplar también las primeras maniobras relevantes desde el cielo: desde el hostigamiento al que Baela somete a los hombres de Cole con su pequeño dragón hasta el terror que infunde el imprevisible Daemon con un imponente Caraxes en Harrenhal, donde ya antes han padecido el horror del fuego devastando el castillo.

Eso sí, también hay tiempo para la emotividad: la despedida de Rhaenyra de sus hijos, de sus pequeños dragones y sus huevos es como tirar una botella al mar. La última esperanza de los legendarios seres y de su propia estirpe se aleja de ella.

Aunque no menos brutal es el punto álgido del episodio con las recriminaciones entre Alicent y Rhaenyra y la forma en que se desvela el malentendido que ha sentado a Aegon en el trono real, desposeyendo a Rhaneyra de su título. Magníficas Emma D'Arcy y Olivia Cooke,

En resumidas cuentas es un episodio con un buen balance de acción, drama y desarrollo de la trama, aunque a veces nos lo pongan difícil y sea preciso hasta tomar notas. Uno de los problemas de la serie es que es muy coral y la cantidad de peronajes que tenemos que manejar puede llegar a volvernos locos.

La próxima semana nos enfrentaremos al episodio 2x04 de la serie y, os lo podemos asegurar ya, La casa del dragón va a hacer Historia de la televisión. No os lo perdáis.

VALORACIÓN:

Espadas en alto al final de un episodio memorable plagado de diálogos relevantes para el universo ficcional en general y para el arco argumental de Danza de dragones. Esto está que arde: grandioso final.

LO MEJOR:

Casi todo: el incremento de la tensión, el diseño de producción, las interpretaciones...

LO PEOR:

Hay que estar tomando notas porque los árboles genalógicos son un lío importante y es necesario "repasar" quién es quién.
Hobby

85

Muy bueno

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Etiquetas: Max