Decían que íbamos a ver las películas en el móvil, ¿pero han logrado convencernos?
El móvil tiene muchas ventajas para consumir cine y los servicios de streaming lo ponen fácil para que veas películas desde ellos, pero también hay algunos inconvenientes.
Los móviles nos han enseñado que podemos tener un pequeño ordenador en nuestros bolsillos y llevarlo a donde queramos. Con el paso de los años cada vez han ido incorporando mejores pantallas, mejores altavoces y conexiones a las que unir tus propios cascos, hasta el punto de que ya no son sólo pequeños ordenadores, también son pequeñas pantallas de cine.
Si has llegado hasta aquí seguro que estás leyendo estas líneas desde el móvil. Es práctico, una página de noticias se consume rápido, no necesitas prestarle demasiada atención y están diseñadas para que sean cómodas de leer en vertical, con párrafos cortos que te ayuden a seguir la lectura.
Puedes encender el móvil en cualquier lugar y en cualquier momento y ojear un artículo sin muchas complicaciones, mientras vas en el autobús o en el metro, y seguro que has terminado el texto antes de que se anuncie tu parada. Pero no todo se puede consumir con la misma facilidad.
TikTok es el elemento ideal de vídeo para el móvil, con su formato adaptado a la pantalla del dispositivo y su filosofía de clips concisos, e incluso YouTube, que tiende a los vídeos de más de diez minutos, ha encontrado la forma de hacer que sea más atractivo consumirlo desde la palma de tu mano.
Pero estas aplicaciones no han sido las únicas en apreciar y difundir las bondades de la naturaleza de la portabilidad. En cuanto los servicios de streaming se introdujeron con fuerza en nuestras vidas para no irse, llegaron también hasta nuestros smartphones, añadiendo todas las ventajas posibles para incentivar que te esclavices a ellos.
El objetivo de todas, desde HobbyCine hasta Netflix es que permanezcas sin desconectarte. HobbyCine lo hace sugiriéndote nuevos artículos, Netflix nuevas películas o series no bien terminas lo que estés viendo.
Pero si los servicios de streaming deben limitarse a ofrecerte su contenido cuando estés en casa y tengas un momento de recreo, se están cerrando un mercado. Quieren que sigas ahí, así que te ofrecen la posibilidad de que puedas hacerlo, de que descargues sus apps y que desde ellas continúes disfrutando de lo que estuvieras consumiendo en casa al salir por la puerta.
Ni siquiera hace falta que gastes datos para ello, puedes tener algo de previsión y descargar la producción que tuvieras a medias con wifi para no encontrarte con ningún tipo de limitación más tarde.
El móvil no te lo puede dar todo
FILMIN
En este momento ver películas en el móvil es más fácil que nunca, y te pueden arreglar un trayecto en metro igual de bien que esta revista, pues cuando pauses lo que estés consumiendo, la plataforma recordará dónde te quedaste y te devolverá al punto exacto cuando vuelvas a entrar. Es perfecto, idílico, si nos quedamos en eso.
Pero hay algo que se extravía al pasar del cine al móvil, y no hablo de un puritanismo como el de los cineastas más románticos, me refiero a la auténtica pérdida de fidelidad. Cuando se rueda una película se hace pensando en la proyección óptima en un cine, y a partir de ahí se van escurriendo los matices.
La guerra del streaming se recrudece pero, ¿salen ganando los suscriptores o empeoran los servicios?
Ya no será lo mismo que veas una cinta en el cine a que la veas en la tele, y será todavía más abismal la diferencia en cuanto lo hagas a través del móvil. Por muy grande que sea tu pantalla y complejo tu sistema de audio, los detalles van a desaparecer.
Ahora tenemos la certeza de que cualquier película que llegue a las salas no tardará en aterrizar en streaming, mucho más accesible y económica. Pero la experiencia va a cambiar de manera inevitable si optas por la segunda opción, y yo misma me he estado enfrentando a este dilema con diferentes resultados en los últimos meses.
Quería que Furiosa: de la saga Mad Max me salpicara su arena en la cara y salí de la sala con tal adrenalina que la carretera iba a cámara lenta, Arthur es la película perfecta para un domingo por la tarde en tu casa, pero la Fiesta del Cine me permitió ver cómo sus paisajes y su tensión se beneficiaban de la pantalla grande.
Ignoré el estreno de Godzilla: Minus One porque era “otra de Godzilla”, y al verla en Netflix eché de menos que retumbaran las butacas, mientras que Sangre en los labios sé que no me habría perturbado tanto, con sus acentuados primeros planos, si la hubiera catado desde mi smartphone.
El chico y la garza la fui a ver a un cine en el que me envolvió su rebosante animación mientras que por las noches me he visto algún anime tontorrón y no muy bien acabado desde el móvil sin sufrir demasiado.
A qué le das valor para verlo en un medio u otro es algo demasiado subjetivo, y quizá para ti El reino del planeta de los simios sea la opción perfecta para ver desde el móvil pero Del Revés 2, en cambio, digna de una sala.
Las prioridades no van a ser las mismas para todo el mundo, hay películas que te bastará verlas en una pantalla pequeña y de manera intermitente mientras que otras necesites disfrutarlas en un cine sin interrupciones.
Lo incuestionable no es que el consumo de largometrajes desde el móvil haya crecido, es que siempre habrá una producción que, por la circunstancia que sea, preferirás verla en una pantalla algo más grande, y te tocará a ti decidir si quieres sacrificar la calidad por la comodidad.
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